La rapa das bestas es una tradición gallega que consiste en que varios hombres someten a los caballos salvajes de los montes para cortarles las crines, desparasitarlos si es necesario, curarlos si lo necesitan o marcarlos. Así empieza As bestas de Rodrigo Sorogoyen, con el sometimiento de un caballo salvaje por tres hombres. No es más que una metáfora que volverá a repetirse sobre la mitad de la película, donde estalla una violencia que había estado en tensión durante todo el metraje. En ese momento, se produce una lucha por someter a la fuerza al otro y los hombres se convierten en bestias. Una vez más se pone en marcha la cita de Thomas Hobbe: «El hombre es un lobo para el hombre».
En As bestas, Rodrigo Sorogoyen y Isabel Peña levantan una historia que se inspira libremente en el asesinato de Martin Verfondern en 2010, un holandés que vivía junto a su esposa, Margo Pool, en una localidad gallega desde hacía más de una década. Desavenencias con la familia vecina precipitaron la tragedia. Los protagonistas de la película son una pareja francesa, Antoine (Denis Ménochet) y Olga (Marina Foïs), que no logran precisamente una convivencia tranquila con dos hermanos vecinos, Xan (Luis Zahera) y Lorenzo (Diego Anido). Su madre (Luisa Merelas) tampoco calma los ánimos.