Los odiosos ocho (The Hateful Eight, 2015) de Quentin Tarantino
Érase un niño grande que además era muy mimado y quiso hacer su octavo juguete como le venía en gana. Se dijo que iba a hacer un western, y aunque no hiciera falta (solo para una escena de apertura de puta madre) rodó en 70 mm y siguió con el celuloide (aunque ya apenas haya cines que puedan proyectarla en toda su pureza). También hizo que durase más de tres horas. La dividió en capítulos. Se pegó el capricho de conseguir a Ennio Morricone para la banda sonora. Realizó un primer capítulo en un paisaje nevado, con una caravana que acoge a un cazarrecompensas, un sheriff perdido y una condenada a muerte. Luego los demás capítulos de su historia transcurren en una cabaña… donde hay otros personajes: el viejo militar sureño, un mexicano que cuida la cabaña-posada, La Mercería de Minnie (sus dueños no se encuentran allí), un verdugo y un granjero que regresa a su hogar. Nadie es quien parece. Creó, entonces, un artefacto… lleno de sus diálogos ingeniosos y vacíos a la vez, con su brillante puesta en escena con momentos que se graban en la retina (el penúltimo capítulo es un claro ejemplo) y vomitó violencia sin freno (tanta que te vuelve inmune e insensible). Por supuesto se rodeó de un reparto de oro: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jeniffer Jason Leigh (qué bien ha resucitado), Bruce Dern, Tim Roth, Michael Madsen, Channing Tatum y un magnífico Walton Goggins. El resultado es Los odiosos ocho, una pirueta lúdica del mundo excesivo y visual de Tarantino. No hay más. No se puede rascar nada más. Bueno, sí, es tremendamente entretenida.
Dando la nota (Pitch Perfect, 2012) de Jason Moore
Hay todo un subgénero: las películas de instituto o universidad. Y tienen su mitología, sus claves, su lenguaje y universos propios. Las últimas que disfruté fueron Rumores y mentiras que convertía La letra escarlata en una historia de instituto o Brick que llevaba las claves del cine negro a las aulas. Dando la nota se va al musical en la universidad y nace una película fresca y entretenida que aporta lo que promete. Así conjugando los tópicos del género, muestra un duelo de grupos universitarios que cantan a cappella (grupos femeninos y masculinos) y entre canciones (con buenas versiones), travesuras, risas, gamberradas, amores y amistades… y gran concurso final se pasa una agradable hora y media. No falta homenaje a una de las películas de instituto más populares y de culto de los años ochenta: El club de los cinco de John Hughes.
Attack the block (Attack the block, 2011) de Joe Cornish
Otro entretenimiento tremendamente divertido e ingenioso, con mucho ritmo, y homenaje también al cine de aventuras de los ochenta pero con muy mala leche y sentido del humor es esta película de Joe Cornish, un cómico de la televisión inglesa que se pasó a la dirección (y también se convirtió en guionista). Así Attack the block cuenta cómo un grupo de pandilleros adolescentes de un barrio marginal londinense se enfrentan ellos solitos a una invasión extraterrestre nada amistosa (con unos monstruillos de lo más feo y violentos). Estos adolescentes cuentan con la ayuda de una dulce enfermera a la que han atracado, con un joven cliente de los camellos del barrio, con los propios camellos (bueno, uno más bien les hace la vida más imposible), con las chicas del bloque y con dos niños que quieren formar parte de la banda… ¿El principal escenario? El bloque marginal en el que viven cada día sus duras existencias (el edificio es un protagonista más). Luchar, defenderse, sortear obstáculos, perder amigos y sobrevivir no les pilla por sorpresa… es a lo que se dedican cotidianamente.
Despedida (Okuribito, 2008) de Yojiro Takita
Despedidas es para mecerse en ella una tarde tranquila. Es de esas películas que te acercan a la muerte con delicadeza. Con calma. Un joven músico se queda en paro y no solo regresa a su localidad natal sino que encuentra un nuevo trabajo inesperado: amortajador de muertos. Lo que al principio le trae por la calle de la amargura, se convierte en un aprendizaje. En lo importante que es tanto para los que se quedan como para el que se va una despedida digna de este mundo. Al joven músico se le mezclan los recuerdos, el pasado doloroso, con un presente en un principio incierto pero en el que encuentra un inesperado camino de aprendizaje de sí mismo. A través de la muerte, valora más la vida. Y se acompaña en este recorrido emocional especial de su jefe, de su compañera de trabajo y de su joven esposa…, de un montón de cadáveres y familias con sus historias de fondo y, finalmente, con alguna visita a los baños públicos, esos de toda la vida.
Hard Candy (Hard Candy, 2005) de David Slade
Cuando terminé de ver Hard Candy, me dije: Dios mío, la niña con cara de Ellen Page es como el resultado final de la metamorfosis en delicada mariposa mortífera de un Charles Bronson en Yo soy justicia. Así creo que la película de David Slade es más efectista que otra cosa. Es como un juego del ratón y el gato, el gato y el ratón. Donde víctima y verdugo se van cambiando la máscara. Eso sí mantiene tensión y ritmo. Te pega a la butaca… aunque pueda caer en un lindo olvido. Duelos de esa índole los hay más elaborados, más reflexivos e inquietantes y menos vacíos, como La muerte y la doncella o La huella.
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Mi querida Hildy, totalmente de acuerdo respecto a Tarantino. Lo peor es que algunos nos quieren convencer de que es un genio cuando en realidad es un adolescente que se divierte jugando. En fin, me lo pasé bien, pero qué lejos quedan los años 90 para Tarantino…
Y Despedidas me parece una película fenomenal. Una japonesa al viejo estilo cuando de allí nos llegaban sobre todo cintas de terror hechas con molde. La disfruté muchísimo.
Besos
Yo también me lo pasé bastante bien, mi querido Alfredo, pero hay otras pelis de Tarantino que me han gustado más. Aunque es cierto que en puesta en escena y fuerza visual es buenísimo.
Y Despedidas fue una sorpresa preciosa…
Beso
Hildy
Tarantino nunca me ha gustado, cosas mías, así que una vez pasada la fiebre del resto ya nadie me insiste para ir a ver sus películas y cómo lo agradezco, pardiez!
Hard Candy me gustó, me hizo gracia. A veces me pongo yo muy bruta con eso de los abusos de los señores y para una tarde tonta y pelín sádica no esta mal, no? jajajaja.
Despedidas, ufff, se me ocurrió ir a verla de estreno en plena etapa de duelo personal. Eso, que a veces soy muy bruta, ves?
Fue la primera vez en mi vida que sollocé con sofoco en un cine y desde entonces perdí el pudor con eso del llanto en sociedad. Delicada y frágil, la recomiendo desde entonces. Y profundamente consoladora si andas de muertes por si sirviera el consejo.
Las otras me las apunto y van… ufff, ya no me caben! jeje
Besos!
Mi querida Marga, yo, con los años, he cogido cariño al cine de Tarantino. Empezó no gustándome en absoluto y luego comencé a disfrutar y a divertirme con su cine. Sus referencias, su forma de contar, sus personajes, sus extremos, sus juegos… Los odiosos ocho me ha hecho pasarlo bien pero no es de las películas que más me han gustado de él.
Lo que cuentas de Despedidas lo suscribo totalmente. Es delicada y frágil… y efectivamente consoladora.
A mí también me hizo gracia Hard Candy, sí, no está nada mal para tarde invernal. Me lo pasé bien y también analizándola.
Las otras me sorprendieron, sobre todo Attack the block. Me parecieron películas-entretenimiento no solo bien elaboradas… sino con un punto especial.
Beso
Hildy
http://fernandomaranon.blogspot.com.es/2016/01/los-odiosos-ocho.html
Allá que voy, querido Fernando.
Beso
Hildy
Como dices en el texto y dicen muchos comentarios… con Tarantino todo depende si se le aguanta o no. Las tres horas se me pasaron volando y sí creo que es un genio como narrador de cine. Su pulso y su fuerza son prodigiosos. Otra cosa es que le guste ponerse palos en las ruedas a base de fetichismo onanista.
Mi querido crítico abúlico, yo me divertí con la película de Tarantino, pero la viví como un juguete de niño mimado que hace lo que le da la gana y que lo único que quiere es pasarlo bien. Ahora, domina la puesta en escena y el lenguaje cinematográfico como quiere, deja imágenes que se graban en la retina.
Beso
Hildy
Mi querida amiga, solo he ido a ver la de Tarantino y solo puedo comentar sobre ella. ¿No te parece que es Reservoir Dogs, la primera película de este tipo, pero en clave del Oeste? Tarantino no evoluciona como director, es más, creo que va de mal en peor. Se aprovecha de las buenas actuaciones de los actores de lujo para no decir nada o, ya te lo he dicho,decir lo mismo que dijo hace ya muchos años, que tampoco dijo gran cosa.
Muchos besos, amiga mía.
¡Hola, Hildy! Por fin puedo comentar algo en tu blog 🙂
1. LOS ODIOSOS OCHO: Coincido con tu crítica. Es un Tarantino autoconsciente, que se cita y se homenajea. Pero, ¿y lo bien que lo hace? Es una película muy entretenida, con unos personajes la mar de carismáticos. Sólo le echo en cara que el guión sea tan tramposo. Me quedo con ‘Django’ si comparamos sus dos westerns. Por lo demás, no puedo elegir: me gusta tanto el Tarantino de los 90 como el de los 2000 (sí, ‘Kill Bill’ y ‘Malditos bastardos’ también me chiflan… incluso más que ‘Los odiosos ocho’).
2. DANDO LA NOTA: Como dices, fresca y divertida. Es soez sin pasarse de la raya. Y los dos comentaristas de los concursos (ella es Elizabeth Banks, él no lo recuerdo) roban un montón de escenas a base de ironía y mala leche. Tengo ganas de ver la secuela.
3. ATTACK THE BLOCK: Original, con unos aliens muy molones y un protagonista bien construido. Me lo pasé bien viéndola. Se agradece que por una vez los extraterrestres aterricen en Londres en vez de en Estados Unidos…
4. HARD CANDY: La vi hace 10 años, no la recuerdo bien. Creo que me aburrió un poco tanta tortura.
Besos 🙂
Mi querido Francisco, pues eso… que es un juguete de un niño grande y mimado. Y que sí, no pierde su fuerza visual y su poderosa puesta en escena… pero ¿no hay más? Creo que él puede dar más, puede dar más pasos en su cine. Avanzar. Así que nos quedamos esperando. En esta ocasión no ha dado paso ninguno. Ahora sí, seguro que se lo pasó bien… Y genial lo que dices, un reservoir dogs en clave Oeste… o sea un reciclaje de algo que ya nos ha contado.
Beso
Hildy
Qué alegría leerte, Víctor. Yo a Tarantino he ido cogiéndole cariño y gusto con el tiempo. Yo también me quedo con Django. Y sí reconozco que me lo pasé bien con los odiosos ocho porque Tarantino tiene un universo visual poderoso y sabe emplear el lenguaje cinematográfico. Pero me supo a poco. No vi un paso más en su obra (algo que sí pude vislumbrar en Django) y sí un gran juguete bien hecho de un niño gigante y mimado que se dijo, voy a hacer lo que me viene en gana.
Sí, Víctor, me lo pasé muy bien con Dando la nota. Yo tampoco he visto la segunda parte. Y me pareció entretenídisima y fresca Attack the block. Y Hard Candy me decepcionó un poco, la verdad… pero merece la pena ver cómo construye su personaje, Ellen Page.
Beso
Hildy