La llegada (Arrival, 2016) de Denis Villeneuve

La llegada

Parece que la humanidad necesita que vengan de las estrellas para darnos un toque de atención. Y en momentos convulsos Robert Wise dirigió Ultimátum a la tierra (1951); y ahora que todo está revuelto, Denis Villeneuve dirige La llegada. Y en ambos films no son muy bien recibidos los seres del más allá, son percibidos como amenaza. Y en ambas hay que entender un mensaje. Y en las dos hay algún que otro ser humano que trata de arriesgarse, acercarse y comprender. La primera era sencilla e inocente… La segunda sofisticada dentro de la sencillez, y continúa con una cierta inocencia. Denis Villeneuve, director con una visión pesimista de la humanidad, lanza un rayo de luz. Pero sigue siendo perturbador y maravilloso en la consecución de atmósferas y ambientes.

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Después de la oscuridad (Home Before Dark, 1958) de Mervyn LeRoy

Después de la oscuridad

Y es que Jean Simmons fue una actriz británica con un rostro de ángel capaz, sin embargo, de albergar fragilidades y sombras en su interior. Mervyn LeRoy la dirige en un drama psicológico donde Simmons abre su abanico y presenta un personaje complejo al borde de la caída al abismo. Después de la oscuridad es la historia de un regreso: el de Charlotte Bronn. Después de estar internada en un centro psiquiátrico, vuelve a su hogar junto a su marido. Allí viven también la madrasta y la hermanastra de Charlotte. Además hay un nuevo inquilino: un compañero de trabajo de su esposo, ambos ejercen como profesores en una universidad. No se hace hincapié en qué fue lo que la llevó al centro: se mencionan sus obsesiones, ataques de ira y una depresión. El doctor tiene una charla con su marido: le dice que no es fácil volver a la rutina y que puede sufrir una recaída.

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Mujeres patológicas. La envidiosa (Harriet Craig, 1950) de Vincent Sherman / Madame Marguerite (Marguerite, 2015) de Xavier Giannoli / Elle (Elle, 2016) de Paul Verhoeven

Tres mujeres patológicas emocionales protagonistas de tres películas que adquieren su personalidad por los magníficos personajes que desempeñan tres actrices que se arriesgan, hasta el límite: Joan Crawford, Catherine Frot y Isabelle Huppert. Y además tres películas que tienen mucho que analizar tanto en la forma como en el contenido. Tres mujeres encerradas en sus personalidades… y donde las casas adquieren un protagonismo importante. Son sus refugios, tanto para lo bueno como para lo malo…

La envidiosa (Harriet Craig, 1950) de Vincent Sherman

La envidiosa

Joan Crawford es la Harriet Craig del título. Y no la importa crear un personaje desagradable y antipático, pero además conseguir entenderla y compadecer su soledad. Más que envidiosa (título poco afortunado), Harriet es una personalidad femenina compleja que busca con brazo de hierro una seguridad férrea en el hogar conyugal. Dominar el hogar, la casa, que todo esté impoluto, ordenado, milimétricamente colocado y ella perfecta… en cada instante. Que ese hogar no lo visite nadie que ella no controle. Y un marido que trabaje, que llegue a casa, que esté tranquilito y que no necesite nada más que una esposa perfecta. Todo bajo control, que nada se resquebraje. Y si algo atenta contra esa seguridad, ella será capaz de la manipulación y la mentira, de todo lo que sea necesario.

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Florence Foster Jenkins (Florence Foster Jenkins, 2016) de Stephen Frears

Florence Foster Jenkins

Stephen Frears ama a sus personajes, los mima. Últimamente esos personajes pueden venir de la literatura o puede rescatarlos de la Historia o de la historia con minúscula. Y los dibuja con sus sombras y sus luces. Y, también últimamente (vuelvo a repetir la palabra)… sus personajes protagonistas son mujeres, y busca el rostro de actrices de trayectorias especiales, brillantes (Judi Dench, Helen Mirren, Michelle Pfeiffer… y Meryl Streep). Todo empezó con Mrs Henderson presenta (2005), donde rescataba la historia de una dama que monta un teatro de variedades en tiempos difíciles. Continuó con La reina donde presentaba un retrato concreto de la reina Isabel: en el momento en que Diana sufrió un accidente de coche. Después acudió a la literatura para una radiografía de una cortesana de principios del siglo pasado en Chéri. Y adaptó un cómic para enseñarnos las andanzas de la joven Tamara Drewe en el mundo rural, en la película del mismo título. Rescató una historia de los periódicos en Philomena, donde una mujer ya mayor buscaba a su hijo robado con ayuda de un periodista… Hasta desembocar en una diva de la ópera… que no sabía cantar pero llegó a dar un concierto en el Carnigie Hall, Florence Foster Jenkins.

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William Somerset Maugham, un escritor de cine

somersetmaugham

Uno de los grandes placeres veraniegos ha sido hundirme en la lectura de novelas y cuentos de William Somerset Maugham, una asignatura que tenía pendiente. Las películas que adaptaban sus obras siempre me habían llamado la atención y llevaba años detrás de leer su legado literario. Así que manos a la obra… y estoy disfrutando de lo lindo. Así he podido ir a las fuentes originales de películas que forman parte de mi memoria cinéfila y sigo buscando los relatos o cuentos que han vomitado películas que me han interesado. Lo que más me ha fascinado de Somerset Maugham como autor es sin duda la psicología de sus personajes. Así sus novelas y relatos trazan un mapa de la naturaleza humana, con sus luces y sus sombras, y la fuerza de sus historias reside en unos personajes perfectamente construidos.

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La estación de las mujeres (Parched, 2015) de Leena Yadav

La estación de las mujeres

Cuatro mujeres circulan por una carretera desierta en un motocarro imposible decorado con alas de mariposa. Sonríen y se sienten libres de ataduras. Y esta es la imagen icónica que deja La estación de las mujeres de la realizadora hindú Leena Yadav. Cuatro mujeres en la India rural con vidas muy perras, que, sin embargo, no dejan de buscar una posible salida o huida de un mundo con unas reglas que no han pedido. Así el resultado es una película que transita con tino y equilibrio entre un melodrama desatado, una película de denuncia y una película-medicina, donde finalmente prevalecen unas reflexiones sobre la situación de la mujer (en este caso concreto en la India rural, pero habla de cosas que pueden encontrarse todavía, por desgracia, en todas las sociedades) y lo necesario que siguen siendo tanto la lucha como la transgresión para impedir no solo comportamientos violentos, sino la perpetuidad de un sistema que desprecia y somete a las mujeres. Y el equilibrio no era fácil, Leena Yadav (que también es co-guionista) logra trascender el tópico y, a través de una correcta y clásica dirección, consigue momentos auténticos con sus cuatro protagonistas. Es decir consigue que no sea una historia plana, sino que plantee temas complejos, y también dejar una puerta abierta para las protagonistas.

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Nashville (Nashville, 1975) de Robert Altman

Nashville

Para cuando el bello cantante folk Tom Frank (Keith Carradine) deleita con la canción I’m easy y todas las mujeres con las que ha estado y que están presentes en el local creen que es una canción escrita para ellas, Robert Altman ya ha hipnotizado a los espectadores con esta sátira coral (era un director totalmente dotado para los relatos cinematográficos corales) sobre la América de los setenta. Así como el cantante expresa en notas musicales que él es una persona fácil… pero somos conscientes de que no es así, de que Tom no es una persona fácil, lo mismo pasa con Nashville, que puede parecer una película musical de los setenta sobre la capital de la música country y, sin embargo, es un rico, crítico y complejo tapiz político y social sobre la América de los setenta.

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Cegados por el sol, La noche que mi madre mató a mi padre, Cemetery of Splendour… Tres luces en la cartelera

Cegados por el sol (A Bigger Splash, 2015) de Luca Guadagnino

Cegados por el sol

Mientras La piscina (1969) de Jacques Deray resultaba como un contenido thriller psicológico y emocional donde se realizaba una certera y analítica crítica a las clases medias altas con una evolución in crescendo de una atmósfera cada vez más asfixiante y enfermiza; su remake italiano Cegados por el sol es un desatado melodrama donde las emociones estallan como un torrente con una crítica también a una generación que fue rebelde –sexo, drogas y rock and roll– y ahora se siente acomodada, silenciada y escondida en una burbuja. El director Luca Guadagnino, como en Yo soy el amor, sigue narrando desde las sensaciones con una mirada sensual que se desborda, a borbotones, pero además consigue una nueva mirada interesante hacia su original, La piscina.

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Nuestra hermana pequeña (Umimachi Diary, 2015) de Hirokazu Koreeda

Nuestra hermana pequeña

Nuestra hermana pequeña es un reflejo de la vida como un largo río tranquilo… Ya lo decía Jorge Manrique en Coplas por la muerte de su padre: “Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar en la mar, /que es el morir,/ allí van los señoríos/ derechos a se acabar/ y consumir;/ allí los ríos caudales,/ allí los otros medianos/ y más chicos,/ y llegados, son iguales/ los que viven por sus manos/ y los ricos”. Pero si en las zonas mediterráneas esos ríos tienen cascadas, rápidos y otros temperamentos…, en zonas orientales, como Japón, la filosofía de su caudal es tranquila… Y, sin embargo, los obstáculos y problemáticas de la vida son los mismos, pero la manera y el tempo de enfrentarse a ellos es totalmente diferente. Así Nuestra hermana pequeña plantea otra historia familiar que con un director mediterráneo (italiano o español) sería un melodrama desatado, un torrente o una tormenta, y con Hirokazu Koreeda es un lago de aguas en calma que nunca estallan pero viven, sufren y aman.

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Venganza, pasado e infancia. La modista (The Dressmaker, 2015) de Jocelyn Moorhouse / El regalo (The gift, 2015) de Joel Edgerton

Venganza, pasado e infancia, tres ingredientes que no faltan en dos películas muy diferentes. Una viene desde Australia (pero su directora y guionista ha trabajado en EEUU), la otra de EEUU (pero su director y actor secundario también es australiano). Una, disfrazada de melodrama extremo con gotas de exageración, sin miedo al ridículo. La otra, de thriller con susto sobre vecino de pesadilla que invade la intimidad de una pareja a historia con un complejo giro moral. Y las dos con los suficientes ingredientes como para no pasar desapercibidas, pese a ser irregulares (aunque ahí también radique parte de su encanto).

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