Buscando a Greta es una de esas películas olvidadas en la abundante filmografía de Sidney Lumet. Es uno de esos largometrajes que, aun siendo imperfecto, le rodea un halo especial. No puedes evitar durante su visionado la sonrisa y la melancolía. Ya desde los títulos de crédito nos envuelve el tono tragicómico de la historia, la sensibilidad de la narración y el elaborado homenaje alrededor de Greta Garbo. Con una cuidada animación, se nos va narrando la vida de una mujer, mientras va imitando poses de fotografías de la gran diva, desde que es una adolescente hasta que alcanza la madurez.
Después, la primera secuencia que vemos es a la «aparente» protagonista de la historia, Estelle Rolfe (Anne Bancroft), en la cama, emocionada y llorando sin parar, viendo en la televisión la premonitoria última escena de La dama de las camelias (Camille. Margherita Gauthier, 1936) de George Cukor. Y aunque toda la película gira alrededor de Estelle, pronto pasa el relevo del protagonismo a su hijo Gilbert Rolfe (Ron Silver), que se llama así en homenaje a John Gilbert, pareja cinematográfica de la diva en cuatro ocasiones.
Este paso de relevo es porque la película se construye a través de un acto de amor: el esfuerzo de un hijo por conseguir el último deseo de su madre. A Estelle la diagnostican un tumor cerebral y que apenas le quedan unos meses de vida. Ella lo acepta, porque es lo que toca, pero no con alegría, pues es una mujer vital. Le hace entonces una petición a su hijo: quiere conocer a su ídolo, a la actriz que siempre la ha emocionado, a Greta Garbo.
Garbo se retiró del cine en el año 1941 con tan solo 36 años. Hizo verdad una frase de su personaje, la bailarina Grusinskaya, en Gran Hotel (Grand Hotel, 1932) de Edmund Goulding. En un momento, esta dice unas palabras que quedaron unidas a la actriz: «Quiero estar sola». Una vez se retiró, su leyenda no solo creció, sino que siguió alimentando su imagen de mujer inaccesible. Nada quería saber de Hollywood ni de la vida pública. Ni fotografías ni entrevistas. Solo ser una sombra. No era fácil acceder a la diva, de ahí la dificultad de Gilbert para cumplir el deseo de su madre.