Pantallas de plata es uno de los libros póstumos de Carlos Fuentes. Consiste en una recopilación de varios textos donde se recoge una de las pasiones del autor: el cine. En cada uno de estos pequeños ensayos con notas autobiográficas, el escritor mexicano va encadenando sus conocimientos, reflexiones y pasiones cinéfilas. Un nombre le lleva a otro hasta crear verdaderos hilos desde los cuales tirar.
Su vida se mezcla con su pasión. Hay filigranas y retahílas de datos, historias, gustos y anécdotas que van dando forma a cada uno de los textos. Hubiera seguido leyendo mucho más. Me pregunto si el libro fue así concebido por Carlos Fuentes o formaba parte de un proyecto mucho más ambicioso. Me decanto más por la segunda opción.
Cada texto es un pequeño deleite. Uno desea tener un lápiz a mano e ir apuntando un montón de datos e ideas. De momento, he copiado en una de mis agendas las películas mexicanas que más le gustaron a Carlos Fuentes, entre las que están La sombra del caudillo, Flor silvestre o Campeón sin corona, y quien sabe si trataré de localizar todas para hacerme un ciclo especial y escribir sobre ello.
En los textos abundan las referencias sobre el cine clásico de Hollywood. Apenas escribe sobre cine actual (Carlos Fuentes falleció en 2012), tan solo en el último párrafo de un pequeño ensayo sobre cine mexicano, nombra a toda una generación de nuevos realizadores donde aparecen los nombres de Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro o Carlos Reygadas. También en Pantallas de plata, hay presencia del cine europeo, pero durante su etapa clásica.