Diccionario cinematográfico (173)

Carreras: pero me refiero a la acción de correr las personas cierto espacio o a la pugna de velocidad entre personas que corren (como señala en dos de sus infinitas acepciones la RAE). O también a la carrera de un personaje porque le persiguen, tiene miedo, quiere llegar a un sitio en concreto por amor, por impedir algo, por… La carrera, sí señor, es muy cinematográfica. Hay carreras para siempre grabadas en la retina.

A punto de ver la carrera de un Michael Fassbender por las calles neoyorquinas en Shame…, después de haber visto a Romeo y Juliette corriendo en su personal declaración de guerra o a un George Clooney desesperado, correr con sus bermudas y chanclas, después de que su vida personal se derrumbe en Los descendientes… me vienen a la cabeza otras carreras cinematográficas.

Así no olvido la carrera hacia la muerte de Tony en West Side Story cuando se encuentra con María y quiere ir a sus brazos porque pensaba que ya no iba a verla nunca más… pero Chino también corre para quitarle la vida. Los Sharks y los Jets se pasan el metraje corriendo y huyendo… Además de bailando, claro está.

Como huye por las calles parisinas Antoine Doinel en Los 400 golpes para finalmente correr hacia su libertad en un paraje con mar. Cuando parece que todo está perdido.

Como corre Harry para terminar en los brazos de su amada Sally… para llegar a una fiesta de fin de año que no quiere que termine sin decirla que no sólo es amiga sino que también la ama y desea.

Como corre Holly para buscar al gato sin nombre… y sin dueño.

Como corre Jack con el corazón roto para llegar alguna vez a su sueño con destino a Alaska… Nunca ha parado de correr. Empezó desde niño y ya no paró.

Como corren Terry y Edie, desesperados, porque un camión quiere atropellarles en un lugar donde la ley es el silencio.

Como corren tantos amantes fatales de destinos tristes como Bonnie and Clyde…

O como corren tantos amantes por diversión como Jim, Jules y Catherine…

Hay carreras de muerte. Como la de dos amigos australianos, que primero corren para competir, y después en plena primera guerra mundial en la batalla de Gallipolli… corren de manera distinta hacia la muerte…

Así corre también Elias en pleno Vietnam. Una carrera sin esperanza alguna.

Hay carreras para competir. Como la de los protagonistas míticos de la lenta Carros de fuego.

Hay personajes que no paran de correr, primero por placer, después porque se les va la vida en ello, como el universitario Babe Levy en Marathon Man.

Y en el free cinema también se corre y así acompañamos a la soledad del corredor de fondo…

Hay personajes que nunca dejan de correr. Que siempre andan huyendo. Hasta que tienen que parar de puro cansancio como la carrera escalofriante de un perdedor en Noche en la ciudad.

… Otros corren, les disparan, y siguen corriendo a pesar de los pesares como Belmondo en Al final de la escapada.

A veces el problema es que nunca puedes parar de correr sobre todo si te ponen unas zapatillas rojas… y puedes terminar exhausta.

Otros corren porque se asustan y entonces alguien malinterpreta la carrera, y se desencadena la tragedia… como Platón en Rebelde sin causa.

… el secreto es no parar. El secreto es que no te paren. El secreto es parar cuando tú quieres.

Correr.

Correr.

Correr.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.