Diez pasos de cine y pintura

… Hoy he estado toda la mañana y parte de la tarde en el Museo del Prado… así que cuadro a cuadro iba pensando en las interesantes relaciones entre el cine y la pintura. Y así poquillo a poco voy avanzando diez pasos… siempre reflexivos.

1.- Retratos inolvidables. De alguna manera me vienen a la cabeza varias películas memorables donde un retrato cobra suma importancia dentro del relato cinematográfico. El cuadro que todo lo domina. Así por ejemplo se podría crear una galería con cuadros de cine: el cuadro que mira en estado de extasis una hermosa Kim Novak en Vertigo, el misterioso retrato de Carlota Valdés. El retrato de Laura que enamora al detective McPherson. El cuadro en el que se basa la pobre esposa sin nombre de De Winter para disfrazarse y sorprender al amado en Rebeca…, una broma pesada de la señora Danvers. Los retratos inspirados en la prostituta Suzie Wong que realiza un pintor americano en Hong Kong. La mujer del cuadro en esa maravilla de cine negro de Lang. El retrato de Dorian Gray en las distintas versiones cinematográficas. El cuadro de la amargada esposa de un noble asesino en Pasos en la niebla. El cuadro entre fantástico y mágico de Jennie…

2.- Jean Renoir y el impresionismo. El padre de Jean Renoir era Pierre Auguste, maravilloso pintor impresionista (o por lo menos para mí) que creo uno de mis cuadros favoritos El almuerzo de los remeros. El padre tomó como instrumento de creación el pincel, y el hijo la cámara de cine. Pero Jean Renoir llevó las pinturas de su padre al celuloide y se puede notar como una de sus influencias sobre todo en Una partida de campo.

3.- Vincente Minnelli pinta en la pantalla blanca. Así recordamos uno de sus musicales Un americano en París donde Minnelli muestra su amor a la pintura y no sólo Gene Kelly recrea a un pintor sino que con su danza da vida a famosas pinturas de artistas franceses como Toulouse Lautrec. Pero Minnelli que no sólo conoce bien el uso del color y los colores en sus películas (y el significado de esos colores para poder contar de una forma visual su historia) sino que es un amante de la pintura y se atreve con un biopic que trata de captar de nuevo en celuloide la pintura. Esta vez el elegido es Van Gogh. Y también su amigo Gauguin. Todo al alcance del espectador ávido en El loco del pelo rojo.

4.- John Huston traslada el trazo de Toulouse Lautrec a los fotogramas. Huston y su director de fotografía Oswald Morris estudiaron a fondo la obra de Lautrec para plasmarla en la pantalla y lograr captar su colorido y su mundo en Moulin Rouge. Interesante biopic del pintor que atrapa el mundo que recreaba con su pintura.

5.- La influencia de la pintura en el cine es alargada. Stanley Kubrick en Barry Lyndon. John Ford en sus westerns. Visconti en películas como Senso o El Gatopardo. Pintores que se convierten en cineastas como Julian Schnabel. Pintores que se convierten en personajes de ficción (¿o no?) como Barceló en Los pasos dobles (todavía pendiente). Pintores que son el motor de documentales como Antonio López en El sol del membrillo o Piccasso en acción creativa en El misterio de Picasso

6.- Pintores como personajes. Los pintores son personajes cinematográficos. Porque son creadores. Porque son hijos de la época que les tocó vivir. Porque sus cuadros son radiografías del momento… Vermeer en La joven de la perla. El monje pintor Andrei Rublev en la Rusia medieval según la mirada de Tarkovsky. Rembrandt con cara de Charles Laughton. La desgraciada vida de Modigliani que pasea su vida de amante autodestructivo por Montparnasse. Miguel Ángel con cara de Heston intentando pintar la capilla Sixtina. Las contradicciones y la fuerza creativa de Diego Rivera en esa joya que se llama Abajo el telón. Los tormentos de Basquiat o Pollock…

7.- La última cena. Hay cuadros que influyen e influyen y vuelven a influir. Hay cuadros misteriosos que son reflejados de mil maneras en otras artes como el cine. A veces son el centro de la trama. Otras es pura recreación. Pongamos un ejemplo La última cena de Leonardo Da Vinci. Muchas son las últimas cenas cinematográficas. Como parte de la trama, primero fue la novela El código da Vinci y luego su plasmación en la pantalla. Como inspiración nos encontramos la famosa última cena de Viridiana de Luis Buñuel. Más allá de la pantalla blanca nos encontramos con la última cena en la serie Perdidos e incluso en los Simpson.

8.- Salvando el arte. ¿Hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar por salvar un cuadro de un peligro? Así podemos encontrar reflexiones a esta pregunta en la maravillosa El tren o en la entrañable La hora de los valientes.

9.- Dali. Dali y el cine. El cine y Dali. Se retroalimentaron. Amigo de Buñuel juntos emprendieron la creación cinematográfica que llevaba el surrealismo puro al cine: Un perro andaluz. Pero Dali (que también lo demuestra en sus pinturas) se sentía atraído por Hollywood. Y emprendió la aventura (aunque en algunos casos los proyectos se quedaran en fallidos). Así recordamos su presencia en el mundo onírico de Recuerda del maestro del suspense. Y su proyecto inacabado de cortometraje animado con Walt Disney…

10.- Museos, galerias y cuadros en el cine. Y recorremos galerías y museos en compañía de personajes cinematográficos. Así corremos con los jóvenes de Soñadores por el Louvre (antes corrimos con Jules, Jim y Catherine por un puente). Los personajes de Woody Allen tienen encuentros inesperados o buscados en Match Point o Manhattan en museos o galerías de arte. Robos, museos y cine como El secreto de Thomas Crowe y Pierce Brosnan robando un Monet en el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York.

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