Albert Nobbs de Rodrigo García

Nota: os aviso, con cariño, que si todavía no habéis visto la película y no queréis saber absolutamente nada de la trama, no leáis la reseña pues desvelo partes del argumento.

Albert Nobbs ha supuesto toda una sorpresa para servidora. El empeño de Glen Close en llevar a pantalla de cine lo que ya había vivido en los escenarios de Broadway es comprensible. Albert Nobbs es un buen personaje. Albert Nobbs surge de un relato corto del autor irlandés George Moore. Desconozco tanto el relato como la adaptación teatral. Lo que ha llegado a mí ha sido la película de Rodrigo García y me ha llegado como una historia sobre la supervivencia, la lucha de clases y las identidades. Albert Nobbs es una película de personajes y matices. Y durante su proyección disfruté de lo lindo y a otros espectadores les debió pasar lo mismo, pues hacía tiempo que no asistía a algo que ocurrió: una vez que la película terminó, la gente aplaudió.

De Albert Nobbs había oído y leído de todo. Y mi percepción era que su acogida había sido tibia. A mí Rodrigo García, su forma de hacer cine, la manera de representar esos universos femeninos que tanto le fascinan y la dirección de sus actores, me volvió a atrapar.

Esta vez me lleva a la Irlanda del siglo XIX y a una mujer que pierde su identidad para poder sobrevivir pero no su capacidad de soñar. Glen Close es Albert Nobbs un ‘hombre extraño’, asexual, que lleva treinta años ocultando una identidad para poder trabajar con dignidad. A partir de Albert Nobbs entramos en contacto con la vida en un hotel de clientela elegante (y algo decadente) y en distintas escenas se puede observar el contraste de la lucha de clases: los inquilinos, el doctor, la dueña y todo el personal de servicio.

El conflicto surge cuando el pintor Hubert Page descubre ‘el secreto’ de Nobbs y a su vez Page muestra también su ‘identidad’ (maravillosa Jane McTeer, todo un descubrimiento). A Nobbs, el pintor Page le abre un mundo nuevo y le hace ver que sus sueños pueden hacerse realidad. Page le da más esperanzas. Page hace que Nobbs de sentido a toda su vida de ahorro y trabajo para reunir el dinero suficiente para abrir un establecimiento y quizá conseguir una persona que le acompañe en su aventura, que esté a su lado.

Albert Nobbs es eficiente en su trabajo de camarero. Lo hace con diligencia y perfección. Es un tipo delicado y educado. Siempre correcto. Nunca debe perder la compostura. Pero decide poner en marcha su sueño y decide que la persona que estará a su lado será la chica más alegre del hotel, la doncella Helen Dawes (Mia Wasikowska). Pero la joven ama a Joe (Aaron Johnson), otro joven inseguro y humillado (la lucha de clases se plasma en toda su crudeza en este personaje) que sólo pretende prosperar y alcanzar también un sueño: llegar a América y mejorar en todos los aspectos de su vida negra. Y que ve en Nobbs la posibilidad de alcanzar su propio sueño, su propia supervivencia. El drama está servido.

Rodrigo García ofrece una minuciosa recreación del hotel y del ambiente en el que se mueve su personaje. Muestra una compleja radiografía de relaciones humanas e identidades. Y Glen Close interpreta con matices y elegancia un delicado Albert Nobbs que te rompe el corazón con cada tímida sonrisa o pesadumbre dejándose acompañar por toda una galería de personajes (muy bien interpretados) que conforman su mundo. Sólo hay un breve momento en que recupera su ‘identidad’, con la cuál ya apenas sabe manejarse, y en ese momento, Nobbs siente algo parecido a la libertad o a la felicidad… lo que le provoca un pequeño mareo y resbalón en una playa enorme, en un espacio abierto.

Llega un momento en que el espectador aunque siente que Nobbs, al igual que lo nota Helen Dawes, es un tipo raro le gustaría que alcanzara su sueño y fuera feliz. Nunca se ha dado la oportunidad de ser persona querida… sólo ha conservado una fotografía de una mujer que puede que fuera su madre. Y cuando decide pasar a la acción, lograr su sueño, su capacidad de supervivencia se le va escapando, poco a poco… No sabe manejar las herramientas para dar cara a los zarpazos o las caricias de las relaciones personales. Albert Nobbs es una tragedia irlandesa… donde los sueños se caen en pequeños pedazos, como los copos de nieve, pero la vida sigue, y la gente sigue…

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