Director y actriz: comuniones reales y ficticias

Bajo la fórmula DIRECTOR + ACTRIZ = PELÍCULA se puede vislumbrar la radiografía de marido y mujer, trabajador y trabajadora, que unieron sus vidas privadas y también sus vidas laborales. Matrimonios tormentosos, matrimonios largos y cortos, felices e infelices… además de compartir su intimidad también pudieron crear juntos. Algunos fueron dúo trabajador en varias producciones, otros sólo se unieron en la pantalla blanca una sola vez pero fue suficiente. Aquí sólo reseñaremos una obra cinematográfica que los mantendrá juntos siempre…

Charles Chaplin + Paulette Goddard = Tiempos modernos (1936)

La chispa y la modernidad de Goddard dieron luz y vivacidad al divertido y melodramático Charlot en Tiempos modernos. El regalo más hermoso es que la chica finalmente no dejará solo a Charlot en su largo camino hacia el amanecer. Entre Chapln y Goddard el asunto fue diferente.

Orson Welles + Rita Hayworth = La dama de Shanghai (1947)

Tortuosa, de pesadilla, pero también de pasión y amor. Como su historia misma. Welles quiso apagar el fuego rojo de la Hayworth y la tiñó de rubio mostrando que era actriz camaleónica y versátil. Ella sintió que la anulaban. Él trató de darla un papel de actriz. Ella se quiso un poco menos. Él no supo echarla una mano. Autodestrucción como los protagonistas tormentosos de La dama de Shanghai. La Hayworth se transformó en mujer fatal… Ella nunca quiso… pero bordó su papel.

Vincente Minnelli + Judy Garland = El pirata (1948)

El rey del estallido y color, del gusto exquisito, se enamoró de la atormentada cantante que siempre tenía que mostrarse feliz en la pantalla. Así le pone a sus pies vehículo barroco… lleno de fantasía, colorido, decorado, imaginación…aventura, emoción… pero recuerda que la vida siempre es un espectáculo… y que lo que se vive fuera es otra cosa. Apariencias, luz y color. Sueños cumplidos. En El Pirata le dio a la Garland los sueños que nunca se pudieron cumplir. Un mundo de color, sin problemas. Un mundo de canciones donde siempre podría lucirse. La propuesta no funcionó. Demasiada felicidad y fantasía… Y un rostro triste.

Roberto Rossellini + Ingrid Bergman = Europa 51 (1952)

Amor escándalo. Amor moderno. Amor tormentoso. Amor desarraigado… y un cine nuevo en su trabajo en común. Europa 51, cine moderno y espiritual. Donde una mujer tiene una manera revolucionaria de entender el vacío de su vida. De superar su sufrimiento y remordimiento. Finalmente su historia también tuvo un final desgarrador (a pesar del amor que hubo)… seguro que ambos vivieron revelaciones.

Federico Fellini +  Giuletta Masina = La Strada (1954)

Para la mujer payaso la película más melancólica en un ambiente circense, pero duro y ambulante, el realismo imaginativo y poético de un Fellini que muestra su ternura por una Masina poeta y cándida. Seguirán juntos más allá de las rarezas y otras imaginaciones…

John Cassavettes + Gena Rowlands = Una mujer bajo la influencia (1974)

Un nuevo cine fuera de los estudios de Hollywood. Una nueva manera de entender el cine y las relaciones. Otra manera de enfrentarse al amor y a la locura. A lo distinto. A la inestabilidad emocional. Y un director y una actriz que mostraron pasión e intelecto en los márgenes del celuloide.

Sam Mendes + Kate Winslet = Revolutionary Road (2008)

… una historia sobre el hastío y sobre cómo el amor se apaga… aunque deja un fuerte poso. Sobre cómo el amor autodestruye. Sobre cómo los sueños se apartan. Sobre como los fracasos abruman… Una actriz inmensa y un director que la enfoca en su desesperación y tristeza. Un punto y final.

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