Sally Bowles, la mujer extraña

Te regalo un fotograma.

De Sally Bowles.

Mujer extraña.

Grandes ojos.

Enormes pestañas.

Kilométricas piernas.

Lunar en la cara.

Sonrisa siempre puesta.

Vestiduras excéntricas.

Y nunca olvida un sombrero.

Voz portentosa.

Mentirosa compulsiva.

Crea mundos maravillosos.

Grita cuando pasa un tren.

Se enamora de uno, de dos o de tres.

Es buena amiga.

Ante la realidad negra

prefiere disfrazarla.

Meterse en una habitación.

Encender un gramófono.

E imaginar que todo va bien.

Que todo es divertido.

Fumar, beber, reír junto a un buen amigo.

Y si es posible terminar amándose en una cama.

A veces se da cuenta de sus mentiras

y llora.

La encanta cantar.

Y cuando canta

siente

y hace sentir.

 

Su amigo está preocupado.

Hace mucho que no sabe de ella.

Quizá hubo un momento en que ya no pudo huir…

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