Katharine Hepburn y Spencer Tracy, la leyenda devoró su trabajo en común

… Se conocieron en los cuarenta y ya no se separaron hasta finales de los sesenta cuando Tracy murió. Hepburn no se casó ni ocultó su amor. Tracy no se separó de su católica esposa pero no pudo ocultar su relación con la pelirroja indómita. Se han escrito kilómetros y kilómetros sobre esta historia. Cada uno en su estilo encandilaban al público y juntos también… aunque no todas las películas funcionaron ni todas tienen el mismo nivel. Son más recordadas y sobreviven más sus comedias que sus dramas.

A mí como espectadora me ocurre lo mismo… recuerdo más sus comedias. Trabajaron con grandes directores pero algunos no consiguieron la película más recordada ni de su filmografía ni de ambos actores. También ocurre que algunas han tenido una mayor distribución que otras…, por ejemplo, ¿quién no ha visto todavía en las cientos de veces que ha sido y sigue siendo emitida en televisión su última interpretación como pareja en Adivina quién viene esta noche?

Sin embargo tengo la sensación de que ha perdurado mucho más su historia en común, mil veces nombrada, analizada y escrita, que su trabajo interpretativo en pareja. Ha llegado más su leyenda como actores cinematográficos que vivieron un amor real y complejo que su obra cinematográfica en común. ¿Por qué? No puedo contestar con certeza sobre todo porque su filmografía no anda muy fresca en mi memoria pero creo que muchas películas no potenciaron una química que funcionaba, a mi gusto, mejor en comedia que en tragedia (aunque ambos eran grandes trágicos). Y mejor en historias contemporáneas que de época. Me apetecía escribir sobre ellos pero sin duda me doy cuenta y así lo confieso que quizá debería volver a ver entera su filmografía en común por si me equivoco en mis apreciaciones.

La mujer del año (1942) de George Stevens

Stevens tocaba la comedia con tino (pero sus películas en este género no le dieron el prestigio que tocó con sus dramas) y les reunió por primera vez con la famosa anécdota de las alturas. La mujer del año puede ser considerada en una mirada crítica una bofetada a la independencia de la mujer. Pero a la vez muestra la química que se desprende entre dos actores que no sólo chocan en sus físicos sino también en sus caracteres. Así la película habla de una mujer feminista, triunfadora en el periodismo político y totalmente entregada a su trabajo que descuida su relación de pareja con el hombre que ama, un sencillo periodista deportivo que le gusta disfrutar de la vida y del rol de una esposa de los cuarenta (aunque por otra parte queda claro que admira la profesionalidad de su señora… siempre que le atienda adecuadamente). Así nos presenta que el personaje de Hepburn es una triunfadora en el plano laboral y un total desastre en el plano privado (recordemos la famosa última escena de ella intentando preparar un simple desayuno y siendo un verdadero desastre). Stevens y los guionistas emplean la fórmula de la guerra de sexos y su mensaje final es más o menos que haya un cierto equilibrio en el plano laboral y el privado entre los dos miembros de la pareja… pero realizando una crítica, poco sutil, a que la mujer vaya conquistando otros roles fuera del plano privado.

La llama sagrada (1942) de George Cukor

George Cukor (que ya sabemos que una de sus musas fue Hepburn) vuelve a reunirlos en un drama-thriller político donde Tracy vuelve a ser un periodista y ella es la viuda de un carismático líder político que acaba de fallecer. Así Cukor, que es más recordado por sus comedias pero tocó varios géneros, realiza un reflexión sobre la figura de los líderes políticos y sus máscaras. Así se nos narra la investigación de un periodista a una figura con una imagen determinada y el descubrimiento de otro rostro. Bastante olvidada no deja de ser una propuesta interesante pero no es de las obras cinematográficas más populares ni del director ni de la pareja. Yo la conservo en una nebulosa. Sólo la he visto una vez por televisión.

Sin amor (1945) de Harold S. Bucquet

De director olvidado, y también bastante olvidada por servidora, lanza una premisa no carente de interés respecto a la convivencia entre un hombre y una mujer (y que recuerda a la que es lanzada por Jeff Bridges en una comedia de la Streisand, El amor tiene dos caras). Una pareja de desilusionados en el amor deciden un matrimonio de conveniencia y simple convivencia, como buenos amigos que son, sin enamoramiento ni sexo de por medio. Sólo señalar que es una adaptación de una obra teatral del dramaturgo Philip Barry y especialmente creada para la actriz. Barry fue el creador de Historias de Filadelfia que la hizo volver al cine por la puerta grande.

Mar de hierba (1947) de Elia Kazan

Fallido drama-western del que Kazan no se sintió nunca orgulloso pues tuvo que lidiar con que era un encargo y con un montón de imposiciones de la productora que estaba más preocupada en potenciar que era una nueva película de Tracy-Hepburn esta vez como matrimonio desgraciado. La película no dejaba de presentar varias temáticas interesantes sobre todo la tan muchas veces contada en el mundo del Oeste lucha entre los ganaderos y agricultores (y el distinto uso que daban a las tierras salvajes). Luchas y poderes. Entre nuevos colonos agricultores y los ganaderos que quieren conservar el uso de las tierras. Y luchas y poderes en las relaciones familiares. Yo la recuerdo lejana y algo aburrida. Pero siempre estoy dispuesta a analizar a Kazan, un director que me encanta.

El Estado de la Unión (1948) de Frank Capra

Capra es el siguiente en unirlos pero no en una de sus comedias caprianas sino en un drama político y patriótico. Así Tracy es el hombre que va para político que no se deja corromper (para llegar al poder) por su amante que es a la vez magnate de la prensa (Angela Lansbury) y se deja seducir de nuevo por su mujer (Katharine Hepburn) con unos ideales políticos más elevados y afines que devuelve por el sendero correcto al esposo descarriado. También recorre el sendero de mi olvido. Y no recuerdo que me entusiasmara en exceso.

La costilla de Adán (1949) de George Cukor

De nuevo Cukor y esta vez en una comedia. La tengo gran cariño y la he visto bastantes veces. El planteamiento es de nuevo guerra de sexos y pasa lo mismo que con la de George Stevens en su posible lectura. Aunque quizá podamos ver más una lectura crítica contra el machismo. Quizá la clave sea en que Amanda reconozca finalmente que vive con un machista que trata de disimularlo porque la ama y admira…y la fórmula final es que ambos se admiten y se siguen queriendo a pesar de conocerse más en sus defectos. Aquí está la cumbre en la química entre Tracy y Hepburn dejándonos en la memoria escenas divertidísimas en los juicios y en la intimidad del hogar.

Dos comedias fallidas

Cukor les volvió a dirigir en 1952 pero siempre recuerdo esta película como bastante aburrida, La impetuosa o Pat and Mike  y Walter Lang los dirigió en 1957 en Su otra esposa (película que no he visto) pero puede ser curiosa porque es cómo en una cadena de televisión los empleados ven como amenaza una especie de enorme ordenador…, vamos que ya se veía venir a las nuevas tecnologías pero no cuál iba a ser el rumbo…

Adivina quién viene esta noche (1967) de Stanley Kramer

Ya hasta diez años después no se pusieron delante de la cámara. Quizá sea el trabajo más recordado de los dos juntos en una misma película. Y también fue el último. Es cierto que es una película de miradas y es una gozada ver cómo se miran. En su momento fue una película que provocó debate y polémica ahora quizá queda obsoleta pero fue importante en su momento y en su forma de plantear los matrimonios mixtos y que ya estaban corriendo otros tiempos. Y también es una película importante para analizar la evolución de los personajes afroamericanos en una pantalla de cine.

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