Te regalo un fotograma…
de una película iraní.
El cine de Irán no deja de darme buenas sorpresas.
… Nader y Simin, una separación me atrapó desde la primera escena.
Este año está siendo un ‘descubrimiento’ particular que sólo me está dando buenos momentos cinematográficos.
Primero fue Jafar Panahi y ahora Asghar Farhadi.
Cada uno de los personajes me aportó algo…
en esta historia con gotas de melodrama y cine de suspense,
en esta red de mentiras, incomunicación y opresión.
Nader y Simin radiografía el alma y la situación opresiva de un país.
Aunque como espectadora de un país lejano ignore muchas cosas de Irán siento y presiento muchas cosas…
Pero hubo una mirada que me sobrecogió en cada instante.
Un personaje que me subyugó.
Termeh.
La niña de Nader y Simin.
Una niña de mirada adulta.
Una niña que comprende.
Que ama.
Que sufre.
… y que tiene que tomar una compleja elección final… Farhadi tiene la delicadeza de dejarnos fuera de plano.
De dejar a Termeh sin testigos… ante un momento doloroso.
Termeh tiene un duro aprendizaje hacia la madurez.
Pero a pesar de la dureza y tristeza de la película…,
el futuro que se proyecta a través de Termeh es hermoso.
Es un personaje cinematográfico precioso.
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