Diccionario cinematográfico (182)

Pianos y pianistas: pianos y pianistas han poblado la pantalla blanca… Han sido parte fundamental de la trama o secundarios de lujo. Han protagonizado momentos musicales inolvidables.

… Y esta vez esta entrada de este querido diccionario ha sido motivada por dos razones. El otro día disfruté en televisión de la emisión de una antigua película que no había visto donde Dana Andrews (actor que me encanta) protagonizaba un melodrama donde se convertía en un atormentado pianista ciego… acudía en su rescate una bella Merle Oberon. Se trataba de Mi corazón te guía de John Cromwell. Y porque también hace poco emitieron de nuevo Matrimonio de conveniencia de Peter Weir y donde una de sus escenas brillantes es la interpretación primero ‘experimental’ y luego poética de Gerard Depardieu ante un piano (como bien recordaba hace poco el gran Alfredo del blog 39 escalones).

Así la cabeza de Hildy se ha llenado estos días de pianos y pianistas de celuloide. El otro día volví a escuchar el piano de Sam… en Casablanca. O de nuevo me empapé de las melodías de esos hermanos que van de hotel en hotel con su espectáculo de pianos arrastrando fracasos y frustraciones. Y como esos hermanos encuentran a un cantante que les da nuevos éxitos pero también sirve de catarsis para un cambio y una transformación en la vida de ambos, en la melancólica Los fabulosos Baker Boys… la memoria cinéfila todavía recuerda a una mujer de rojo sobre un piano negro.

Me zambullí en el cine noir y corrí tras esos pianos que denotan el fracaso y el sinsentido. Detour de Ulmer, su protagonista es un pianista de un garito que vivía entregado a su música hasta que un funesto viaje le transforma la vida y le aleja de las teclas de su piano. ¿Cómo conoce El sueco a la mujer fatal que le llevará a la perdición? Con un traje negro, junto a un piano, y susurrando una canción… No podía ser de otra manera.

Corrí por los distintos escenarios donde puede estar situado un piano. Y en dos en concreto me paré cautiva… un piano en medio de un mar extenso. Una niña corre, una mujer sordomuda toca (El piano de Jane Campion). Una noche fría, una casa donde en el tejado pastan las vacas, en un peculiar paisaje del Oeste, al aire libre, en la noche, una mujer mayor junto a sus hijos toca el piano (Los que no perdonan de John Huston). Unos grandes almacenes un teclado gigante y un niño grande y un hombre de negocios saltando por las teclas (Big de Penny Marshall).

… Los pianistas ilustres y otros más desconocidos también protagonizan películas y tienen sus escenas de virtuosismo frente al piano. Ahí está Jerry Lee Lewis con cara de Dennis Quaid que quema pianos en los escenarios y ‘enciende’ al público con su música (Gran bola de fuego de Jim McBride). El gran pianista y cantante ciego Ray Charles (con cara de Jamie Foxx) tiene sus momentos de éxtasis al piano en Ray. Y Polanski nos dejó la impactante historia de Wladyslaw Szpilman, un pianista judío que trata de sobrevivir durante el nazismo.

El piano y los pianistas se pasean por películas románticas, trágicas y psicológicas o cómicas. Ahí estoy en los conciertos a piano, con sus dedos bailarines, de Chico Marx. Me muero de risa con el vecino pianista y enamoradizo con su Mi fiel Amanda siempre en el teclado y en la boca en La costilla de Adán. O me quedo aterrorizada ante la compleja y turbia personalidad de La Pianista de Michael Haneke. O arrebatada por el romanticismo de las dos versiones de Intermezzo donde la pianista con rostro de Ingrid Bergman sufre por el amor de un violinista.

El piano está unido al cine. Nunca falta el pianista del cine del Oeste, ni el del cine negro con aires de jazz, ni el del cine romántico, ni el cine cómico… hasta en la recreación del cine dentro del cine nunca faltará el pianista que ‘tocaba’ sensaciones en la sala de cine en el periodo silente… Y fijense en los decorados de enormes casas de época o en fiestas intimistas, siempre hay un piano… y alguien que sabe tocarlo. ¿Qué piano cinematográfico os viene a la cabeza?

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