Pianos y pianistas: pianos y pianistas han poblado la pantalla blanca… Han sido parte fundamental de la trama o secundarios de lujo. Han protagonizado momentos musicales inolvidables.
… Y esta vez esta entrada de este querido diccionario ha sido motivada por dos razones. El otro día disfruté en televisión de la emisión de una antigua película que no había visto donde Dana Andrews (actor que me encanta) protagonizaba un melodrama donde se convertía en un atormentado pianista ciego… acudía en su rescate una bella Merle Oberon. Se trataba de Mi corazón te guía de John Cromwell. Y porque también hace poco emitieron de nuevo Matrimonio de conveniencia de Peter Weir y donde una de sus escenas brillantes es la interpretación primero ‘experimental’ y luego poética de Gerard Depardieu ante un piano (como bien recordaba hace poco el gran Alfredo del blog 39 escalones).
Así la cabeza de Hildy se ha llenado estos días de pianos y pianistas de celuloide. El otro día volví a escuchar el piano de Sam… en Casablanca. O de nuevo me empapé de las melodías de esos hermanos que van de hotel en hotel con su espectáculo de pianos arrastrando fracasos y frustraciones. Y como esos hermanos encuentran a un cantante que les da nuevos éxitos pero también sirve de catarsis para un cambio y una transformación en la vida de ambos, en la melancólica Los fabulosos Baker Boys… la memoria cinéfila todavía recuerda a una mujer de rojo sobre un piano negro.
Me zambullí en el cine noir y corrí tras esos pianos que denotan el fracaso y el sinsentido. Detour de Ulmer, su protagonista es un pianista de un garito que vivía entregado a su música hasta que un funesto viaje le transforma la vida y le aleja de las teclas de su piano. ¿Cómo conoce El sueco a la mujer fatal que le llevará a la perdición? Con un traje negro, junto a un piano, y susurrando una canción… No podía ser de otra manera.
Corrí por los distintos escenarios donde puede estar situado un piano. Y en dos en concreto me paré cautiva… un piano en medio de un mar extenso. Una niña corre, una mujer sordomuda toca (El piano de Jane Campion). Una noche fría, una casa donde en el tejado pastan las vacas, en un peculiar paisaje del Oeste, al aire libre, en la noche, una mujer mayor junto a sus hijos toca el piano (Los que no perdonan de John Huston). Unos grandes almacenes un teclado gigante y un niño grande y un hombre de negocios saltando por las teclas (Big de Penny Marshall).
… Los pianistas ilustres y otros más desconocidos también protagonizan películas y tienen sus escenas de virtuosismo frente al piano. Ahí está Jerry Lee Lewis con cara de Dennis Quaid que quema pianos en los escenarios y ‘enciende’ al público con su música (Gran bola de fuego de Jim McBride). El gran pianista y cantante ciego Ray Charles (con cara de Jamie Foxx) tiene sus momentos de éxtasis al piano en Ray. Y Polanski nos dejó la impactante historia de Wladyslaw Szpilman, un pianista judío que trata de sobrevivir durante el nazismo.
El piano y los pianistas se pasean por películas románticas, trágicas y psicológicas o cómicas. Ahí estoy en los conciertos a piano, con sus dedos bailarines, de Chico Marx. Me muero de risa con el vecino pianista y enamoradizo con su Mi fiel Amanda siempre en el teclado y en la boca en La costilla de Adán. O me quedo aterrorizada ante la compleja y turbia personalidad de La Pianista de Michael Haneke. O arrebatada por el romanticismo de las dos versiones de Intermezzo donde la pianista con rostro de Ingrid Bergman sufre por el amor de un violinista.
El piano está unido al cine. Nunca falta el pianista del cine del Oeste, ni el del cine negro con aires de jazz, ni el del cine romántico, ni el cine cómico… hasta en la recreación del cine dentro del cine nunca faltará el pianista que ‘tocaba’ sensaciones en la sala de cine en el periodo silente… Y fijense en los decorados de enormes casas de época o en fiestas intimistas, siempre hay un piano… y alguien que sabe tocarlo. ¿Qué piano cinematográfico os viene a la cabeza?
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Me gustaría saber cuántas películas ves al día,mi querida amiga.Tus post no se centran en una sola película,sino en pequeños universos temáticos,que son los post que yo intento siempre escribir y que son dificilísimos de escribir,sobre todo por el espacio limitado que da este formato.Creo que hablar contigo en un café sobre cine tiene que ser alucinante.Quién sabe,a lo mejor quedamos un día en el café Gijón y te diré:Dame un chute de cine.Lo más sería que en ese café tocara un tipo el piano con pupurris de bandas sonoras.
Besos,Hildy
Ja, ja, ja… menos de las que desearía. Intento casi siempre ver una… pero no siempre es posible. Bien me voy a la sala de cine o bien me quedo en el salón de mi casa o al salón de casas amigas. ¡Como habrás comprobado… me encanta hablar de cine! Los chutes de cine me vienen de maravilla. Sí, un buen pianista y buenas elecciones de bandas sonoras es sin duda un placer… y con un buen café o una cervecita fría ya ni te cuento…
Por cierto ayer vi una película que me entusiasmó… y aparecía en un momento determinado un piano. Se trata de Nader y Simin, una separación. ¡Vaya joya! El cine iraní me está dando este año muchas buenas y agradables sorpresas.
Besos
Hildy
Como siempre, Hildy, me viene a la cabeza Frank sinatra, que es pianista en la fugaz aparición de «la vuelta al mundo en 80 días» y también es pianista en «Young at heart» con Doris Day. Ahora que lo pienso, la canción «The lady is a tramp» que interpreta en «Pal Joey», también es al piano. Pero musicales aparte me quedo con Cahrles Aznavour en «Disparen sobre el pianista» de Françoise Truffaut. Un placer navegar por tu blog Hildy. Saludos.
¡Bienvenido Marcos! qué alegría verte navegar por estos lares.
Me gusta mucho el Frank Sinatra actor y el director Françoise Truffaut… así que tus aportaciones pianísticas-cinéfilas llenan mi cabeza de acordes…
Sinatra me encanta en EL HOMBRE DEL BRAZO DE ORO, ahí creo recordar que su personaje quería ser baterista de un grupo de Jazz. Tengo que volver a verla,porque hace bastante que no la visito, pero estoy segura de que sale más de un piano.
Por cierto ¿cuál es la interpretación de Sinatra como actor que más te gusta?… Lo averiguaré paseando por tu blog (y me encantará aprender todo sobre Sinatra).
Besos y hasta pronto
Hildy
Quizá, compa Hildy, no haya instrumento musical más cinematográfico que el piano (incluso fuera de la pantalla: ¿cómo no evocar las viejas proyecciones del periodo silente, acompañadas por la música del pianista junto a la sábana blanca…?). Y es fantástico, extraordinario, el recorrido que haces por ese puñado de cintas que así lo atestiguan y prueban. No estará de más revisar alguna de ellas tan pronto como sea posible.
Un abrazo y buena tarde.
… A golpe de tecla en mi piano imaginario te digo… ¡cuánta razón tienes amigo Manuel! El piano es muy pero que muy cinematográfico.
Me viene a la cabeza otra película alemana que se llamaba CUATRO MINUTOS. Un drama carcelario donde una joven encarcelada es una virtuosa del piano y recibe clases de una exigente y fría anciana con mucho pasado a sus espaldas. El concierto final… te emociona de veras.
Beso
Hildy
La mano solitaria que toca el piano en «La bestia con cinco dedos» en mitad de la noche… El pianista Timothy Hutton en «Beautiful girls» y «sweet Carolaaaaaaain…». El piano tras el que se esconde el forajido herido en «El Dorado». El órgano, que no piano, de «El fantasma de la ópera». El piano de Dudley Moore en «10, la mujer perfecta». O «De latir mi corazón se ha parado», una oda al piano en toda regla. O «Shine». O tantas y tantas…
Besos con teclas
Ah, y una de piano española pero no folclórica ni musical: «Crimen de doble filo», de Borau, con un testigo de un crimen que es pianista total…
Más besos
¡Bravo, bravísimo! Aplaudo, mi querido Alfredo, después de tu genial sinfonía de pianos con órgano incluido… Los he disfrutado un montón. La de Borau me la apunto.
Beso
Hildy