Diccionario cinematográfico (177)

Un único espacio: Así como en madrid, 1987 sólo hacía falta un baño para crear una historia, otros espacios han sido únicos para hacer desfilar emociones.

Hace poco la angustia, la claustrofobia y el agobio eran evidentes en un ataud donde el director Rodrigo Cortés enterraba a su protagonista durante 93 angustiosos minutos.

Y por espacios pequeños no olvidemos la mítica La cabina donde José Luis López Vázquez nos mostraba el horror de quedarse encerrado en un sitio mínimo sin posibilidad alguna de salida o explicación de un porqué.

… difícil de olvidar la mansión donde se celebra en el comedor una cena que reúne a elegantes invitados. Éstos descubren que sin motivo aparente y sin razón alguna les es imposible abandonar la habitación. Angustiosa situación que a Buñuel le sirve para llevar a educados invitados a situaciones extremas.

El maestro del suspense decidía que toda una película transcurriera en una balsa en Náufragos y como no le asustaban los retos mostraba en una sola habitación el asesinato de dos mentes enfermas y la posterior investigación, dos alumnos demasiado aplicados quieren demostrar a su profesor que el crimen perfecto es posible en La soga. O en La ventana indiscreta no sale de la habitación de un fotógrafo con la pierna rota que observa su patio de vecinos.

Y en un único espacio, la casa familiar de enorme pasillo es donde Ettore Scola nos cuenta la historia de una familia italiana durante varias décadas. Todas las habitaciones esconden un secreto.

Y también es un pasillo donde se sugiere la locura y se esconden las alucinaciones de una mujer con Repulsión exacerbada. Polanski es también experto en espacios únicos —vivos— y tiempos reales como demuestra en la pequeña casa donde transcurre Un dios salvaje.

El amor y otros sentimientos también viven encerrados en una única habitación. Así se nos muestra en Una relación privada, lo que empieza para cumplir un sueño sexual termina en otra fase.

El chileno Matias Bize mete a Bruno y Daniela que acaban de conocerse en una habitación de hotel y pasamos una noche con ellos, En la cama. Después en una casa-pecera, durante una fiesta de cumpleaños, nos cuenta otro relato íntimo con único espacio en La vida de los peces.

También Julio Medem retomando la idea de Bize metió a dos damas en una habitación de hotel y también en una cama… Habitación en Roma.

También sentimos el desencanto y el amor de una pareja de manera inesperada y en una sola noche en el dormitorio de un hotel… Conversaciones con otras mujeres. O como contar con romanticismo irónico una historia de amor roto.

Y persiguiendo clásicos (de inspiraciones literarias y creativas) una Anna Magnani destrozada en su triste habitación termina por teléfono la historia de amor con su amante. Y pasa fácilmente de un estado a otro. Y en un único espacio se nos retrata toda una historia. Con una voz y un rostro. En El amor de Roberto Rossellini el episodio de La voz humana. Y Visconti nos deja en Il Lavoro con una Romy Schneider que en la intimidad del dormitorio realiza una propuesta a su marido infiel…

A veces un único espacio encierra grandes historias y vomita un torrente de emociones.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.