El escritor (The ghost writer, 2010) de Roman Polanski

Lo reconozco más que la historia me atrajo la atmósfera, la inquietud que me despertaba, los ambientes, las sensaciones… todo envuelto en la música hipnotizante de Alexandre Desplant. Polanski me hipnotiza con su manera de contar y su potencial visual. Polanski da vida a los espacios y a los objetos. Espacios y objetos poblados y tocados por seres humanos que aparecen y desaparecen, seres humanos distantes, casi fantasmas. Seres extraños. Eso es lo que convierte a El escritor en una película estimulante.

El escritor es más que un thriller, es una especie de estado de extrañeza. Un estado de extrañeza que acompaña durante toda la película al protagonista, ese escritor contratado para terminar de dar forma a la biografía de un ex ministro británico, que además no está en su momento de popularidad más álgido sino que le rodea la polémica y el escándalo político. Ese escritor contratado porque su antecesor murió en circunstancias extrañas y no pudo terminar su obra…

Así el escritor llega a un espacio, a un ambiente que no es el suyo, plagado de apariciones extrañas, de personajes extraños, plagado de incertidumbres y misterios que trata de descifrar. Y cada vez se va metiendo en un laberinto más complejo que parece no tener salida.

Y ese manuscrito inconcluso. Esa obra no terminada cobra vida. Esas hojas mecanografiadas que acompañan todo el periplo del escritor que investiga a su pesar… Esas hojas mil veces leídas, subrayadas y tachadas… Ese manuscrito se convierte en otro personaje apasionante. Como la casa del ex ministro y su equipo. Como el ferri misterioso. Como la playa desolada…, todo cobra vida. Más vida que los personajes fantasmales y extraños que pululan por la historia.

De pronto nos damos cuenta de que a pesar del estado de hipnosis en el que vivimos, ese estado que también vive el propio escritor, vamos despertando y construyendo ese puzzle extraño que nos permite dar un sentido a lo que estamos viendo… con una última escena demoledora y poética con miles y cientos de páginas volando…

… Dentro de esa atmósfera donde pululan esos seres humanos distantes, extraños, que aparecen y desaparecen como fantasmas pero que van construyendo un thriller inquietante (aunque no nos demos cuenta y nos quedemos perplejos ante la llegada del final del camino… digo de la historia), vemos los rostros e interpretaciones de una interesante galería de actores que dejan su firma. Desde Ewan McGregor, el escritor, hasta un ex ministro con rostro de Pierce Brosnan que nunca llegamos a saber cuál es su cara o su máscara, pasando por una inquietante y misteriosa esposa con los rasgos de Olivia Williams o una eficiente y distante secretaria que cuenta con la presencia de Kim Canttrall. Y luego un retahíla de rostros que van dejando su huella como el veteranísimo Eli Wallach o Tom Wilkinson…

El escritor no me llamó la atención por su historia me atrajo su ambiente, su atmósfera… la inquietud que se instaló en mi mirada durante todo el metraje.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.