Las malas hierbas de Alain Resnais

… con casi 90 años y realiza una película libre y fresca. Fuera de todo parámetro normal.

… con casi 90 años y el color que predomina es el rojo.

… con casi 90 años y nos habla de lo absurdo. De los amores locos.

… con casi 90 años y nos habla de altos vuelos.

… con casi 90 años y canta a su amor exacerbado al cine.

… con casi 90 años y se decide, no es habitual en él, a adaptar una novela.

… con casi 90 años y se dedica a la risa (o por lo menos yo no paré).

… con casi 90 años y ya no hace caso de la lógica… ¿para qué?

… con casi 90 años y nos habla de que tan sólo un incidente es capaz de voltear varias la vida.

… con casi 90 años y nos deja perlas, “leer nunca ha matado a nadie, al contrario, ayuda a vivir”. Ver cine nunca ha matado a nadie, al contrario, ayuda a vivir.

Las malas hierbas nos hace perder el sentido y meternos en surrealismos sin pedir explicaciones.

Las malas hierbas cuenta además con uno de los carteles de cine más bonitos de la temporada (y yo todavía a esos detalles les doy mucho valor).

Las malas hierbas nos hace disfrutar con unos personajes excéntricos y locos… por favor envolvedme en papel de regalo a Mathieu Amalric.

Las malas hierbas… me llevan a sala de cine a disfrutar de un clásico… y casualidad de las casualidades… hace poco vi por primera vez Los puentes de Toko-ri.

Y a George se le baja la bragueta.

Y a Marguerite lleva un abrigo que llevaría El principito.

Y a George se le queda cara de extrañamiento continuo.

Y a Marguerite le cantan canciones metida en la cabina de un avión.

Y los dos vuelan… sin lógica alguna.

Y George tiene una mujer preciosa y encantadora.

Y Marguerite una cabellera roja y unos pies especiales.

… Y cuando le roban a Marguerite la cartera… la vida da vueltas, y vueltas y vueltas.

Conclusión: Mamá cuando sea gato ¿podré comer croquetas?

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