Roxie Hart (Roxie Hart, 1942) de William A. Wellman

Cualquier momento es bueno para que Roxie Hart y compañía se fotografíen para la prensa.

Llevaba detrás de esta película bastante tiempo, pero curiosamente dos acontecimientos han hecho que por fin me decidiera. Por una parte, el blog La chica del parasol blanco, de mi querida Bet, realizó una serie muy interesante sobre películas que recreaban los años 20 y una de sus entradas era Roxie Hart. Por otra, leí hace poco una lista que proporcionó Stanley Kubrick a la revista americana Cinema en 1963 sobre sus diez películas imprescindibles. Y ahí estaba Roxie Hart. Así que me llamó la atención averiguar qué pudo ver Kubrick en ella. Sin embargo, los motivos para verla siempre han sido muchos. Y su visionado me ha hecho ver que no me equivocaba.

Cada vez que me enfrento a una nueva película de William A. Wellman, me doy cuenta de que este director va subiendo puestos en mi lista de favoritos. Y curiosamente navega en el olvido de la memoria cinéfila. Si doy un paseo por el blog, su presencia suele ser siempre gozosa: Gloria y hambre (1933), Barrio Chino (1932), La estrella de variedades (1943), Incidente en Ox Bow (1943) o Ha nacido una estrella (1937). También es el director de una película que todavía no he podido encontrar, pero desde hace años deseo su visionado: Beggars of life (1928), con Louise Brook como una de sus protagonistas. Y por si fuera poco es el director de uno de mis westerns de la infancia: Caravana de mujeres (1951). Aquí en Roxie Hart vuelve a mostrar su dominio del lenguaje cinematográfico y, junto al director de fotografía Leon Shamroy, logra reflejar una historia aparentemente banal y cómica, pero con los ingredientes del buen cine negro. Así nace una película extraña (quizá por ahí va su olvido) en la que todos sus personajes tienen más sombras que luces, pero muy atractiva, que además emplea un tono satírico y crítico hacia los medios de comunicación, el sistema judicial así como hacia la sociedad en sí (y ahí creo que tocó a Kubrick que le quedaba apenas un año para estrenar su sátira política sobre un tema muy serio en ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú). ¿Dónde están los ingredientes de cine negro? No solo en la dirección y espléndida fotografía, sino en su estructura. Un personaje que cuenta en off una historia del pasado, los flashback. Su protagonista puede ser una de esas mujeres fatales que puebla el género. Mantiene no solo el suspense, sino también la ambigüedad moral de todos sus personajes. Y un largo etcétera.

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