Hysteria (Hysteria, 2011) de Tanya Wexler

Sólo buscaba una película en cartelera que me hiciera sonreír. Que me hiciera disfrutar. Así que no lo dudé me metí a ver Hysteria y me proporcionó lo que deseaba. Época victoriana, miriñaques, falsa moral, mucho romanticismo, histeria y vibradores. Todos estos son los ingredientes de este simpático cóctel que además toca otros temas y te hace pensar más de lo que creemos.

Es una película optimista que habla de mujeres, hombres, sentimientos, sexo y satisfacciones. Una película que habla de dejarse de dobles morales y apostar por comprometerse con la sociedad en la que se vive y tratar de transformar, de ilusionarse, de esperanzarse, de cambiar…

Una película que habla sobre el papel que tenía la mujer en la época victoriana (menos superado de lo que pensamos) que hacía que existieran diagnósticos médicos tales como la histeria que no escondía más que un sometimiento (que podía terminar con trágicas consecuencias como se ve en el juicio de una de las protagonistas). Una negación a la mujer alocada, creativa, vivaz, compañera y amante con los mismos derechos y los mismos deberes… Y una elevación a los altares a la mujer sumisa, florero, educada, silenciosa, callada y nacida para casarse y perpetuar la especie…

La película es sencilla. Dos hermanas: el ideal victoriano y el torbellino (una mujer que cree en un trabajo para mejorar la sociedad y la vida, que cree en unas relaciones en igualdad de condiciones). Un padre cansado que lleva una clínica de tratamiento de la histeria femenina. Y un joven doctor desencantado porque no le dejan ejercer una medicina moderna y más avanzada… que termina en esa clínica privada de aburridas amas de casa insatisfechas… El tratamiento más eficaz es el masaje vaginal. El joven doctor empieza a sufrir calambres en su brazo… y entonces idea el vibrador (con su amigo millonario siempre interesado en las ‘nuevas tecnologías’ como el teléfono). Y entre medias vive rodeado de mujeres y distintas realidades femeninas: sus clientes adineradas, las dos hermanas opuestas pero enamorables ambas, el servicio doméstico, las mujeres con las que colabora en un proyecto social la hermana torbellino…

Tanya Wexler emplea los ingredientes de la comedia romántica en la etapa victoriana y deja una película con momentos entrañables y divertidos. Wexler realiza una dirección correcta y trata con cariño a sus personajes. Hysteria está plagada de personajes secundarios (algunos desaprovechados y otros con momentos brillantes) y se convierte en película vital gracias a una dinámica Maggie Gyllenhaal que roba todas las escenas en las que aparece… que consigue además una bonita química con un dulce Hugh Dancy en su papel de inocente pero también idealista doctor. Hysteria te deja una sonrisa en el rostro… y a eso cada vez le doy más importancia.

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