La mujer pirata (Anne of de Indies, 1951) de Jacques Tourneur

… parece ser que existió una mujer pirata llamada Anne Bonny… pero esta Anne la que tiene cara de Jean Peters es la mujer pirata del universo Tourneur. Nada que ver con la Historia. Una Anne que pese a los colores que la rodean esconde una historia de desamor. Una mujer transparente, dura y salvaje que pierde los estribos por amor… y los recupera porque es mujer libre, enamorada y trágica. Y es que Tourneur en sus películas de terror junto a Val Lewton… ya reflejaba lo trágico que podía suponer el ser mujer enamorada. Y en el cine negro reflejó las sombras de una historia de desamor y rechazo… pero también lo divertido que podía ser el cine de aventuras.

La mujer pirata es un cóctel de desamor, corazones rotos, aventura, tesoros, abordajes, sacrificio, redención, pasión, tristeza, amistad, espadas, botines, venganzas, enfrentamientos, cañonazos y muerte… a todo color. Grandes barcos, piratas míticos como Barbinegra, doctores fieles, bellas esposas… y el hombre amado, el francés, hermoso y herido. Seductor. Hombre. Apuesto y romántico. Traidor. Encantador. Rompe el corazón de la mujer pirata que siempre había caminado con mil y una corazas. El francés la vuelve vulnerable. Y le hace descubrir una faceta suya que no conocía o que no había dejado aflorar. Por eso, cuando se de cuenta de que todo es mentira… Anne se convierte en leona despechada que quiere la venganza. Quiere hacer daño a lo que más ama su amante… su auténtica esposa. Pero llega la mala conciencia… descubre que no puede odiar a aquel a quien ama. Y llega su redención en el sitio que sí que ama, el mar…

La mujer pirata de Tourneur tiene el aire de las viejas películas de aventuras, el encanto de las de piratas y el romanticismo de un cine casi negro o tenebroso… Entre abordajes, borracheras, mares e islas paradisiacas o desiertas se cuenta la historia de una mujer que se quita corazas y aprende que puede amar aunque duela.

La mujer pirata es una Jean Peters, morena y guerrera. Luchadora con espada y garras. Siempre con pantalones y pañuelos en la cabeza… que cuando se enamora siente deseo de ser coqueta aunque se ría de ello. Su rival será una hermosa Debra Paget, toda una dama seductora que se sabe amada… y en su enfrentamiento con la pirata sabrá echárselo en cara.

El ‘objeto’ de disputa de ambas damas es un hermoso francés Louis Jourdan que luce hermoso en cada escena y ‘objeto del deseo’. Louis Jourdan supo reflejar como nadie el hombre que enamora y rompe corazones (que a veces oculta una parte oscura).

Y la voz de la conciencia de Anne es el escéptico doctor. Y crea personaje maravilloso el veterano Herbert Marshall… que será testigo de la transformación de la salvaje mujer pirata en mujer enamorada. De mujer enamorada a mujer despechada. De despechada a mujer vengativa y desesperada. Y después en mujer libre y de nuevo redimida y enamorada…

Así Tourneur logra que el espectador se vaya a un mundo de piratas, surque los mares, vaya a cantinas y visite preciosas playas. Sea protagonista de pasiones y traiciones. Sea testigo de amistades rotas y también de lealtades. Logra que nos subamos a un barco con un pañuelo en la cabeza y una espada en la mano y que divisemos la inmensidad de los mares…

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