¿Por qué amar al cine? Diez mandamientos

A mi sobrina Luna a la que ya amo con locura

1.- Reconstituyente del ánimo.

Porque cuando las fuerzas me flaquean, me levanto por las mañanas y sé que hay películas que me esperan y actúan como medicina. Es inevitable: veo El bazar de las sorpresas, Historias de Filadelfia, ¡Qué bello es vivir!, La fiera de mi niña, Cuatro bodas y un funeral o Atrapado en el tiempo…, y de pronto una especie de sonrisa y buen rollo aparecen en mi rostro.

2.- Ponerse en el lugar del otro.

Porque los personajes tienen vida propia y ¡¡¡se vuelve tan fácil ponerse en el lugar del otro!!! Y entonces descubres motivos, razones, acciones… que explican por qué los seres humanos actúan de determinada manera y entiendes. Charlot, Sally Bowles, Tom Joad, Bud White, Holly, Terry Malloy… galería de personajes que te descubren los secretos y recovecos del alma humana.

3.- Fábrica de sueños.

Una tarde en sala de cine o salón de casa puede elevarte al mundo de los sueños. Llevarte a mundos desconocidos, vivir aventuras inolvidables, protagonizar amores indestructibles, experimentar situaciones extremas, que afloren sentimientos ocultos, abrir puertas a caminos desconocidos… Viajar por el camino de ladrillos amarillos, visitar futuros oníricos a los Blade Runner, pisar campos de flores  y circos mágicos a lo Big Fish.

4.- Fábrica de realidades.

El cine documenta la realidad. A veces la recrea, otras la refleja y otras la muestra desnuda. Sin caretas. Entonces coges de la mano a la vendedora de rosas que te parte el alma o vives con los trabajadores de Riff Raff. Conoces lo que es pasarse los lunes al sol o cómo se explota y trafica con jóvenes sin oportunidades a lo Lilya forever. Te empapas de el odio en los barrios o de los guerreros de antaño que sobreviven en los suburbios o en Ciudad de Dios…

5.- Conocimiento, ideología, debate y reflexión.

Delante de la pantalla grande adquieres conocimientos de todo tipo. Entiendes cosas que no habías indagado en los libros o que no habías vivido o visto directamente con tus ojos. Conoces puntos de vista variados. Te abre la mente. Conoces otros pensamientos, entiendes ideologías. Se te presentan temas de debate, a veces sólo muestran, otras desarrollan tesis, más allá plantean una solución o salida. Reflexionas, indagas, descubres y te entran deseos de indagar algo más, de abrirte a otras ideas, de conocer, contrastar… Descubres otras formas de pensamiento, de vida; otras formas de actuar, de interpretar; otras formas de enfrentarse a la vida… El rey de Escocia, Las Hurdes, Estación Central de Brasil, Missing, El jardín de los Finzi Contini, Germinal, Amén, Novecento, Rojos, Hombres de Aran, La sal de la tierra, La estrategia del Caracol, Un lugar en el mundo, Fresa y chocolate, Z…, son sólo un ejemplo de mostrar otras ideologías y pensamientos. Temas de reflexión, debate y conocimiento lo ofrece hasta la más mala de las películas, de verdad.

6.- Historia y sociología a raudales.

El cine es un instrumento y herramienta de historia y sociología. Viendo distintas cinematografías descubres el alma humana, los pensamientos, las formas de vida…de otras épocas remotas. Descubres cómo funciona la sociedad en los años 20, 30 o 40, cómo eran las ciudades, cómo eran los campos, cómo actuaban los hombres y mujeres. Descubres costumbres y creencias. Sentarse frente a una pantalla y ver M o Las uvas de la ira es adentrarte en la historia de Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial o entender las consecuencias de la Depresión del 29. Dejarte deslumbrar por los melodramas tipo Sólo el cielo lo sabe es intuir cómo funcionaban las pequeñas ciudades de la América de los años 50 y cómo funcionaban las relaciones personales y familiares. Observar con ojos abiertos Roma, ciudad abierta o El limpiabotas es descubrir otra Italia, la de la posguerra reciente.

7.- Contador de historias.

El ser humano siempre ha tenido necesidad de que le cuenten historias. Trovadores, juglares, cuentacuentos, marionetas y títeres, novelistas, dramaturgos, sombras chinescas…, y cómo no, el cine. El cine cuenta historias. Y el espectador acude a la sala para que le narren algo que le mueva el espíritu, que le interese, que le haga volar…Películas cuento, películas leyenda…Todos escuchamos viejas historias a lo Tomates verdes fritos o cuentos a lo Princesa prometida. Porque vivimos un París bohemio a lo Moulin Rouge o a lo Irma la Dulce.

8.- Amores y odios con banda sonora de fondo.

Porque los seres humanos amamos y odiamos con la misma intensidad. Porque el amor mueve montañas y el odio derrumba árboles. Amamos y sufrimos con Dos en la carretera, desayunando en Tiffany, con lo que está escrito en el viento, con las vidas borrascosas, sufrimos con los amantes de la noche o con los que andan por el West Side, porque descubrimos el sufrimiento al este del edén o en ese tranvía llamado deseo, porque vemos pasar las horas de locura y desamor…

9.- Sombras amadas.

Porque el cine nos da cada día dosis de sombras amadas. Sombras silentes, sombras que hablan y se mueven. Sombras animadas. Ahí está ese pequeño vagabundo que anda por un camino de esperanza o esa ardilla de la edad de hielo que busca sin parar la bellota inalcanzable. Porque a Rick e Ilsa siempre les quedará París, sus sombras siempre presentes. Porque los rebeldes sin causa siempre harán peligrosas carreras de coches o se dirán cosas en el oído en piscina abandonada.

10.- Regalo de inmortalidad.

Y la magia del cine devuelve la inmortalidad al ser humano. Y esas sombras siempre recobran vida mientras haya espectadores que las admiren. Y los grandes ojos violetas de una gata en el tejado de zinc convivirá con la sonrisa enorme de un salvaje motero o con el cuerpo desnudo de la mujer amada en el desierto del paciente inglés.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Gomorra

Triste, triste, triste.

Guerras callejeras.

Supervivencia.

Drogas, poder, dinero.

Cabecillas y líderes.

Violencia.

Asesinatos.

Un sistema económico que permite el enriquecimiento de unos, la muerte de otros, la cárcel moral y humana de los de más allá.

Niños en peligro.

Niños sin salida.

Niños con pistola.

Chivatazos.

Una madre coraje que no quiere sucumbir al miedo.

Dos muchachos que juegan a gángster baratos que no se dan cuenta que es algo más que un juego.

Vertederos de un sistema.

Contaminación.

Dos niños muertos en una excavadora.

Como los olvidados.

No hay piedad, no hay glamour.

Atrapados en una guerra interminable. Que no se entiende.

Niños atrapados.

Mujeres atrapadas.

Hombre atrapados.

Un joven dice no.

Un sastre dice no.

¿Sirve de algo?

Totó atrapado en la mafia. Sólo es un niño. Pero quiere seguir vivo y llama a María.

No hay glamour.

Quizá un disparo.

Sangre.

Triste, triste, triste.

¿Salida?

No hay nada bello. No hay puertas. No hay esperanza.

Sólo Roberto dice NO.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

El jardín de los Finzi Contini

El jardín de los Finzi Contini es una novela del escritor italiano Giorgio Bassani publicada en 1962. Una novela sobre la nostalgia que narra la vida de familias burguesas y de alta burguesía judía en Ferrara antes de la Segunda Guerra Mundial. Y se centra para ello en las penas amorosas de un joven llamado Giorgio, de clase media, enamorado perdidamente de su vecina Micol, de familia de alta burguesía y aristocrática.

Micol y su familia viven en una gran mansión rodeada de un enorme y precioso jardín que se convierte en refugio donde los jóvenes tratan de olvidar y pasar de largo las injusticias que va cometiendo el fascismo italiano contra los judíos italianos con la emisión de las leyes raciales. El jardín es el lugar que les permite seguir la vida cómo si nada ocurriera.

Micol y su hermano Alberto abren ese jardín a distintos jóvenes de Ferrara para organizar partidas de tenis, aislados del mundo, y viviendo como si todo fuera igual. Incluso todos, familia y amigos, ignoran cómo Alberto se va consumiendo en una enfermedad terminal.

La novela es nostálgica y llena de matices sutiles que deja entrever el final terrible que espera a las familias judías que ven cómo avanza implacable un fascismo irracional y que prefieren ser ajenos a estos cambios porque rompen su estilo de vida de manera salvaje e incomprensible. Así viven los Finzi Contini, ignorando lo que los rodea. Lo prefieren. No ocurre lo mismo con la familia de Giorgio y él mismo que ven, aunque también impotentes, cómo van perdiendo derechos de ciudadanía y van siendo más realistas de cuál puede ser su destino.

Sutileza, nostalgia, se intuye más de lo que se cuenta…, son los ingredientes de esta hermosa y descriptiva novela. Mal de amores jóvenes y adolescente, una historia entre Micol y Giorgio que se atraen desde la infancia pero que nunca culminan una historia de amor, primer amor.

Diez años después el director Vittorio de Sica la lleva a la pantalla, para mí con acierto, y De Sica es menos sutil, aunque igual de evocador y nostálgico. La película cuenta lo que en la novela se intuye.

De Sica se deja llevar por la belleza del jardín, por la vida de los Finzi Contini, y por la belleza de jóvenes adolescentes llenos de vida y contradicciones que verán sesgadas sus vidas por causas ajenas de manera terrible. No hace falta ver el después, ya lo sabemos.

El director nos lleva de la mano por una historia llena de hermosura y delicadeza de final trágico. A través de los hermosos rostros de Dominique Sanda, Lino Capolicchio, Helmut Berger o Fabio Testi intuimos, entre penas de amor y suspensión de derechos, la terrible tragedia que se cierne entre los protagonistas, que quizá, por otras diferencias, las de clase e ideologías, difícilmente hubieran unido sus destinos.

Me ocurrió algo curioso. Vi primero la película. Y me quedó la sensación de que me quedaban cosas por entender. Así que me apeteció comprarme la novela y leerla. Y así hice. Después volví a ver la película y la disfruté sin límites.

Es bella la radiografía de Micol y Giorgio tanto en la novela como en la película. La novela al ser memoria y recuerdos gira en torno de ese primer amor con rostro de Micol que se convierte en gran personaje evocador de triste final. Quizá, reconozco, me cae mejor la Micol que aparece en la novela que la fría, caprichosa y complicada Micol cinematográfica, pero ambas son efectivas para narrar un primer amor fracasado.

Otro personaje que me resulta interesante tanto en ficción como en la película es la del padre de Giorgio (con acierto le pone rostro Romulo Valli), clase media y comerciante, que abraza el fascismo como los demás italianos, como si fuera una época de cambio…, y poco a poco se va dando cuenta de que él se queda fuera de esa ideología, y poco a poco se da cuenta de que lo que ha apoyado en un principio es lo que va a acabar con él. Que no puede proteger a su familia ni cuenta con privilegios por abrazar una ideología que una de las cosas que tiene claras es que los judíos tienen que ir convirtiéndose en ciudadanos sin derechos, o mejor dicho, no ser.

Te queda una sensación triste cuando vas viendo El jardín de los Finzi Contini…, final de la juventud, final de la vida, final del amor, final de una época, horror y tragedia que sientes sin que te la muestren…, porque ya la sabes.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.