Diccionario cinematográfico (193)

Joanna y Mark: Mark y Joanna son dos en la carretera… y su viaje tiene melodía de Henri Mancini. Y el tiempo pasa por ellos y por sus coches que se deslizan por carreteras francesas. Pero Joanna siempre sabe dónde se encuentra el pasaporte de Mark… Empezaron haciendo autostop y terminaron en un Mercedes propio. Entremedias coches compartidos y otros averiados. Y entre viaje y viaje, su historia. Quizá para contestarse ambos una pregunta de la que ya no saben la respuesta. Sinceramente no sé qué viste en mí al principio. La verdad, no me acuerdo.

Pasión, diversión, aburrimiento, egoísmos, desencantos, infidelidades, regreso, conversaciones, discusiones, anécdotas, aventuras, momentos bellos, momentos tristes, desengaños, perdones, regresos, idas y venidas… Al mal tiempo, buena cara. Joanna y Mark son como son. Con sus virtudes y defectos. Con sus encantos y miserias. Y cada uno sabe muy bien lo que puede esperar del otro. Aunque la sombra del desencanto hacia el ser amado es inevitable… pero franqueable.

Joanna y Mark viajan por las carreteras del pasado y el presente. Y a pesar de los pesares descubren que están condenados a quererse. Al fin y al cabo a Joanna  le encantan los finales felices… aunque termine echando en cara a su Mark que él no sabe lo que es querer. Él es una especie de Peter Pan, a veces egoísta, que se complementa con una Joanna vital, rebosante de sentimientos, y por eso inevitablemente insatisfecha. Y él sabe que la necesita a su lado para poder seguir perdiendo su pasaporte, para seguir siendo Peter Pan, para seguir reflejándose en su mirada. Qué clase de personas se sientan en un restaurante y no tienen nada que decirse. Los matrimonios.

Por qué no puedes ser siempre feliz pase lo que pase. Porque no se puede. Sin embargo en esos viajes por la carretera  construyen su historia llena de recuerdos y anécdotas. De risas cómplices en camas y bañeras en pensiones y hoteles. De baños en el mar o en piscinas de lujo. De discusiones y lágrimas. Infidelidades. Pero a pesar de los pesares se hicieron una promesa, que puede contra el desencanto. Joanna le dijo un día, nunca te fallaré. Y Mark, aunque siempre le cuesta expresarlo, sabe una cosa: Te quiero, Joanna.

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