Hace muchos años realicé la primera parte. Ahí hablaba de las gafas de Harold Lloyd (¿sería el mismo sin ellas?), de las de Clark Kent antes de convertirse en Superman o las de Lolita en forma de corazón. Y es que hay gafas icónicas. ¿Identificaríamos a Harry Potter sin ellas? Sin duda, son un objeto totalmente cinematográfico.
Cuando da clases como un tímido y apocado profesor de universidad, Indiana Jones se pone unas gafas redondas. O el álter ego de Woody Allen al igual que él las lleva en todas sus películas, faltaría algo si no las tuviese.
Alfred Hitchcock rueda uno de sus asesinatos más tremendos a través del cristal de unas gafas de la víctima en el suelo en Extraños en un tren. O en Impacto criminal de Richard Fleischer, estas se convierten en todo un símbolo, en un detonante y en una duda durante un juicio.
¿Veríamos a Audrey Hepburn igual sin sus gafas de sol chic en Desayuno con diamantes o en Dos en la carretera?¿Hubiesen sido tan icónicos los protagonistas de Reservoir dogs sin ellas?