Diccionario cinematográfico (236). Monja

Monja de celuloide. Nos ha dejado un montón de protagonistas de una larga y variada filmografía.

«Monja», cuando miramos el significado en la RAE nos dice que es una persona que pertenece a una orden religiosa y vive en un monasterio o bien que es una religiosa de una orden o congregación. Si nos vamos a la pantalla de cine, hay muchas monjas de celuloide para recordar que viven en monasterios o en otros lugares y que pertenecen a una orden o congregación. Incluso alguna falsa monja, que utiliza los hábitos como disfraz.

Hay actrices que han hecho varias veces de monjas, y han protagonizado historias difíciles de olvidar. Por ejemplo, Deborah Kerr se puso los hábitos en la maravillosa y extraña Narciso negro (Black Narcissus, 1947) de Michael Powell y Emeric Pressburger. Una congregación de monjas viven en un templo del Himalaya y se ven envueltas en un clima de sensualidad que las atrapa. Deborah es la madre superiora. Por otro lado, nos encontramos en otra emocionante película a la hermana Ángela, la única habitante de una isla del Pacífico. En su camino se cruza un marine estadounidense con cara de Robert Mitchum. Para colmo los japoneses invaden la isla. Al final, queda una historia de amor imposible entre una monja y un marine. Me estoy refiriendo a Solo Dios lo sabe (Heaven Knows, Mr. Allison, 1957) de John Huston.

También Audrey Hepburn vistió los hábitos en dos películas: por un lado, Historia de una monja (The Nun’s Story, 1959) de Fred Zinnemann. Interesante biografía de una joven belga que se mete a monja, y se cuenta todo lo que le ocurre desde 1927, cuando entra como novicia a la estricta orden Hermanas de la Caridad de Jesús y María, hasta 1944, año en que en plena Segunda Guerra Mundial decide abandonar la orden, después de múltiples experiencias, por ejemplo, en el Congo. La otra ocasión en que Hepburn se vistió de monja fue para poner punto final a una historia de amor mítica: la de Lady Marian y Robin Hood. Una mujer, abadesa, y un hombre ya cansado de tanta aventura ponen punto final a un romance que nunca se ha extinguido. “Te amo más que al amor”.

Ingrid Bergman y Silvana Mangano se pusieron en la piel de otras dos monjas ilustres. La primera en una película de Leo McCarey, Las campanas de Santa María (Bells of St. Mary’s, 1945), todo un clásico del cine religioso. Y la segunda en un melodrama italiano de éxito, Ana (Anna, 1951) de Alberto Lattuada. Entre fotograma y fotograma, se cuenta el ascenso de una mujer “pecadora” hasta que alcanza la redención convirtiéndose en monja.

Parece que hay un subgénero en las películas de monjas que funciona bastante bien. Musicales protagonizados por monjas. La novicia más famosa del cine musical es sin duda el personaje de Julie Andrews en Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music, 1965) de Robert Wise. De novicia a mujer enamorada, siempre encontrará cómplices entre las monjas del convento. Uno de los grandes éxitos de Whoopi Goldberg en los noventa fue

Sister Act (Sister Act, 1992) de Emile Ardolino. Una cabaretera, que anda con malas compañías y es testigo de un asesinato, necesita protección. La policía le busca refugio en un convento de monjas. Ahí vestida con hábitos formará un coro con los muchachos del barrio.

Y siguiendo con la música, Los Javis realizaron una extravagante y vital película, La llamada (primero triunfaron en los escenarios teatrales), donde unas muchachas están pasando unos días en un campamento católico llevado por varias monjas… Una de las jóvenes se “comunica” con Dios y todo a su alrededor cambia. Canciones de Whitney Houston y monjas que no dejan de bailar son alguno de los ingredientes de la película.>

Si nos quedamos por estos lares, no faltan monjas en las que fijarnos. Pedro Almodóvar hizo que otra cantante, esta vez con distintas adicciones, se esconda en un convento muy especial, habitado por monjas con sus propias oscuridades. Las nuevas compañeras de la cantante serán sor Estiérco, sor Perdida, sor Rata de callejón y sor Víbora. Por otra parte, la flamante ganadora de los últimos Goya fue Pilar Palomero con Las niñas, una película que transcurre su mayoría en un colegio de monjas durante los años noventa, donde choca la educación conservadora que ofrece el colegio con una sociedad que trata de mostrarse cada vez más moderna y adelantada. Tan solo unos años antes, Paco Plaza ofreció Verónica (2017), una película de terror basada en hechos reales, donde la adolescente protagonista recibe también educación en un colegio de monjas en los noventa. Una historias de posesiones en Vallecas.

Hay historias tremendamente cinematográficas con monjas de fondo como Los lirios del valle (Lilies of the Field, 1963) de Ralph Nelson: los protagonistas son un buscavidas negro y baptista y cinco monjas que han huido de la Alemania del Este sin un duro y que tratan de aprender inglés en Arizona. La madre María cuando ve llegar a Homer Smith (Sidney Poitier) cree que es un enviado del cielo que les va a ayudar a construir una capilla, y no para hasta que lo consigue. De paso les enseñará algunas palabras en inglés.

O, por ejemplo, toda una película de aventuras, la mar de entretenida, Dos mulas y una mujer (Two Mules for Sister Sara, 1970) de Don Siegel tiene también una monja como protagonista. Un mercenario se encuentra en pleno México con una religiosa desamparada (Shirley MacLaine), pero, sin embargo, se irá desvelando poco a poco que bajo los hábitos se oculta una mujer muy distinta a la que se imagina.

En el cine contemporáneo ha habido monjas de todo tipo: las rebeldes y contestatarias que creen en un mundo mejor como Nelda (Leonor Benedetto) en Un lugar en el mundo (1992) de Adolfo Aristarain. Una monja anciana, que casi es una leyenda, en La gran belleza (La grande bellezza, 2013) de Paolo Sorrentino.

También Ida (Ida, 2013) de Pawel Pawlikowski, protagonizada por una joven novicia que se ve obligada por la madre superiora a indagar en su pasado. Corren los años sesenta en Polonia y descubre un pasado inesperado junto a su tía, una juez, militante comunista y su única familiar viva. La Segunda Guerra Mundial lo cambió todo en la historia de su familia. Y sin dejar esta misma guerra, la directora Anne Fontaine narró un episodio real en Las inocentes (Les innocentes, 2016) sobre unas monjas polacas violadas por unos soldados del ejército ruso. Una ayudante de medicina de la Cruz Roja francesa con educación comunista se cruzará en su camino.

Seguro que indagando en la historia del cine hay otras muchas monjas entre los fotogramas que esperan ser rescatadas, ¿se os ocurre alguna más?

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14 comentarios en “Diccionario cinematográfico (236). Monja

  1. Hola Hildy
    Voy sin red o sea que alguna será monja sólo en mi memoria como la McLaine que representa a todas las monjas -falsas o no- que habitaron -o no- en el lejano oeste.
    Como representante de monja en tiempos difíciles, yo diría que Susan Sarandon era monja -o religiosa- en Pena de Muerte (buena pelí, pena de ese final).
    Apartado monjas eróticas: Brigitte Bardot (mejor no seguir por esta senda que este subgenero roza la excomunión)
    Girando la brújula hacía el otro lado: Monja sin hábito para Julia Roberts; montones de pelis, alguna todo el tiempo en la cama, y jamás se le vio nada más allá de la sonrisa.
    Casi mejor me bajo en esta estación… un saludo, Manuel.

  2. Sí, es verdad, querido Manuel, qué bien estaba Susan Sarandon en Pena de Muerte.
    Hablando del apartado prohibido, recuerdo que no hace mucho vi por primera vez «Ángel de venganza» de Abel Ferrara, y la prota disfrazada de monja arma en una fiesta un revuelto de disparos y muerte… ¡¡¡madre mía!!!

    Beso
    Hildy

  3. Te ha salido un buen número de films con monjas. De todas las que mencionas me quedo con “Narciso negro” tan bella y sensual y las de Audrey Hepburn. “Historia de una monja” me parece una película muy bien narrada (algo que ya no interesa o quizá ya no se sabe hacer en el cine actual), con esa “hermana Lucas” a la que acusan de pecar de orgullo, cuando lo que tiene es criterio propio y personalidad y también su enamoradísima abadesa (ya no lady) Marian: “Te amo más que a Dios” declaración de amor sublime y transgresora viniendo de una monja y últimas palabras de un personaje inolvidable.
    Del subgénero de mujer pecadora que encuentra la redención en los hábitos tenemos a la Sara Montiel de “Pecado de amor”. Como todo estaba aderezado con canciones también cuenta como subgénero “monjas cantarinas” En “Esa mujer” Sara haría el camino inverso. De monja violada a mujer de mundo.
    En España el tema monja cantante tiene su máximo ejemplo en “Sor ye-yé” y la música de Antón García Abril es inesperable de una Gracita Morales conduciendo en “Sor Citroën”.
    Otra monja cantarina, no tan memorable como la María de Julie Andrews, es “Dominique” con Debby Reynolds y basada en el personaje real de “Sor Sonrisa”. La canción que da título al film fue un hit mundial. Era una de las películas favoritas de la iglesia…hasta que la Dominique real colgó los hábitos y montó una escuela con su novia…
    Película escándalo por su visión critica con la iglesia es “La religiosa” de Rivette con la maravillosa Anna Karina, basada en la obra del ilustrado Diderot (la Ilustración, la bestia negra de la Iglesia) y otros filmes escándalo con monjas son “Madre Juana de los ángeles” de Jerzy Kawalerowicz y “Los demonios” de Ken Russell. Dos aproximaciones diametralmente en forma y fondo del famoso caso de “las endemoniadas de Loudun”
    Estas películas trataban, entre otras cosas, de la frustración sexual de mujeres encerradas y sin hombres (“esposas castas” de un Cristo semidesnudo clavado en una cruz…) y de ahí se estiró el hilo para, una vez acabada la censura en los años 70, crear un subgénero de películas eróticas con monjas muy desatadas que hoy no se podría hacer (y tampoco hace falta) aunque parece que el muy gamberro Paul Verhoeven quiere resucitar el subgénero de monjas sulfurosas con “Benedetta”.

    Y para acabar dos películas con mojas y sucesos escabrosos tratados sin morbo. La pedofilia en “La duda” de John Patrick Shanley, una de las mejores películas americanas de los últimos años, con un trío de lujo como protagonistas: Meryl Streep, Amy Adams y Philip Seymour Hoffman. Y el infanticidio en “Agnes de Dios” de Norman Jewison, con duelo interpretativo entre la periodista Jane Fonda y la abadesa Anne Bancroft y con Meg Tilly cruzando la línea entre inocencia y enajenación.
    Como ves el tema de cine y monjas han dado mucho de sí, Y las que quedan en el tintero. Aunque no se si muchas tienen el beneplácito de Roma…
    Un abrazo, Hildy
    Lilapop

  4. Querida Hildy, «Narciso negro» está en mi lista de pendientes hace mil años, a ver si un día de estos me decido a verla. ¿Y podés creer que en estos días estuve mirando fijo mi DVD de «Heaven knows, Mr Allison», pensando que ya es tiempo de un revisionado?
    «Sister Act» era una peli que se veía a menudo en mi casa durante mi infancia, no sé si hoy volvería a ella (creo que no) pero en aquellos momentos divertía mucho a toda la familia.
    Para agregar a la lista, hoy recibí una sugerencia de esas que aparecen en internet sobre «Where angels go trouble follows» en la que nada menos que Rosalind Russell lleva los hábitos, ¿te imaginas? No la he visto, así que no puedo contar nada sobre su calidad…
    Me han venido muchos curas a la memoria, pero no era el tema, así que me despido solemnemente. Te mando un beso enorme, Bet.-

  5. ¡¡¡¡Me gustaron un montón tanto «La duda» como «Agnes de Dios»!!!!
    ¡Qué interesante todo el repaso de monjas en el cine que propones, querida Lilapop!
    Esta entrada está quedando de lo más completa.
    Tengo muchas ganas de ver la de Ken Russell, la tengo en mi lista de pendientes.

    Beso
    Hildy

  6. Bettttt, qué bueno saber que las películas siempre esperan. Ya me dirás qué te parece Narciso negro cuando la veas.
    Ay, cómo me emociona «Heaven knows, Mr Allison».
    «Sister Act» es una película muy vital y de vez en cuando proporciona unas risas, la verdad. ¡¡¡Alguien muy cercano a mí la tiene como película de cabecera!
    Yo tampoco he visto la de Rosalind Russell, pero tiene que estar maravillosa con los hábitos.
    ¡¡¡Los curas de cine puede ser otra entrada a este diccionario de lo más interesante y prolífica!!!!

    Beso
    Hildy

  7. «Los demonios» es a mi juicio, de lo mejor que ha hecho el con frecuencia estomagante Ken Russell. Vi hace poco «Gothic» y sin duda es una auténtica película de «horror» (como llaman al género de terror los anglosajones) por lo horrorosa que es. Con «Los demonios» prepárate para ver ataques de histeria colectiva, monjas desnudas intentando violar a hombres, personajes paródicos e histriónicos (¡Ese rey Luis XIII! ¡Esos inquisidores!) y una Vanesa Redgrave con joroba y retorciéndose como una serpiente epiléptica. Y pese a sus excesos chirriantes, la historia del padre Grandier (retratado como un libre pensador «avant la lettre) y su amante, seduce. Creo que es muy interesante hacer el programa doble con el film de Kawalerowicz. La austeridad en blanco y negro del polaco frente al exceso barroco del inglés.
    «Ángeles rebeldes» («The trouble with angels») me pareció un rollazo de niña y me lo volvió a parecer cuando volví a verla hace poco. Me costó acabarla. La peor película, a mi juicio, de una directora pionera como fue Ida Lupino.
    Hasta pronto.

  8. Hi
    Efectivamente, el cine de Ken Russell sólo es apreciable si estás muuuy alto; en éxtasis que diría Santa Teresa.
    Una vez que ya Sor Gracita, perdón Sor Citroën ha sido nombrada vengo aquí a reivindicar a la Reina de las misioneras, concretamente a La Reina de África donde Katharine Hepburn era misionera Metodista (perdón si no es esa la religión) pero vamos, inolvidable cuando Humphrey la llamaba «hermana».
    Un saludo, Manuel.

  9. Dios mío, qué curioso.

    Rosalind Russell vistió los hábitos en dos ocasiones cercanas.
    En la de Ida Lupino que nos cuenta Lilapop, «Ángeles rebeldes» («The trouble with angels»), en 1966.
    Y en otra en 1968 de James Neilson, que es la que nos reseña Bet, Where Angels Go Trouble Follows!
    ¡¡¡jajajaja, con las monjas descubro más cine!!!!

    Después de lo que me estás contando, querida Lilapop, más me apetece la de Los demonios… Madre mía.

    Beso
    Hildy

  10. Querido Manuel, qué personaje más hermoso es el de Katherine Hepburn en La Reina de África. Otra película de Huston que me fascina. ¡Pues hablamos aquí de esta ilustre misionera metodista, faltaría más!

    Beso
    Hildy

  11. De las muy antiguas yo recuerdo una de Carmen Sevilla creo que se llamaba La Hermana San Sulpicio» y estaba basada en una novela de Armando Palacio Valdés.
    También en Vértigo aunque poquito salen unas monjas en el campanario. Y hay otra inolvidable que creo se llamaba Julia de una jovencita que está en un Reformatorio regido por monjas por haber tenido un hijo de soltera…y que al final dan en adopción sin su consentimiento…Cuando al cabo de muchos años vuelve al Reformatorio estremece ver el comportamiento de «las monjitas*

  12. Querida María Rosa, sí, la que recuerdas es «Philomena» con la temática de los niños robados. Me gustó mucho. Stephen Frears realiza una delicada tragicomedia y desde luego es indignante el comportamiento de las monjas durante toda la película.
    Acabo de recordar otra monja siniestra en la tremenda película chilena de Pablo Larraín, «El club». La monja cuidadora en una casa aislada de cuatro sacerdotes chilenos que han cometido distintos actos como pedofilia o apoyo a la dictadura, etcétera. Cómo impresiona esta película.
    Sí, es verdad, la hermana San Sulpicio… primero, fue Imperio Argentina y luego en su remake Carmen Sevilla.
    ¡¡¡Qué bueno!!!

    Beso
    Hildy

  13. Querida Hildy,
    recuerdo una pelicula de 1970 o pr alli,LA MONJA DE MONZA,algo escandalosa y efectista,pero con el merito de tener 2 actores destacados,Hardy Kruger y la bella inglesa Anne Heywood y de estar basada en un hecho histrico.
    Con respecto a monjas cantantes, no olvidar a Maureen McGovern en DONDE ESTA EL PILOTO? o ATERRIZA COMO PUEDAS,y que es uno de los personajes mas comicos de la cinta.
    Y aunque aparece solo un par de minutos en pantalla, resulta inolvidable la monjita enana que baje del arbol el tio loco del AMARCORD de Fellini.
    Besos,IVAN

  14. Querido Iván, ¡¡¡tu memoria es prodigiosa!!! He indagado en esa peli de La monja de Monza… ¡y el director fue el sobrino de Luchino Visconti, Eriprando Visconti! ¡Con música de Enio Morricone! Cuántas curiosidades me quedan por ver y descubrir.

    Jajajaja, lo que me he reído siempre con la monja de Aterriza como puedas. Tienes razón, su gag con la guitarra es de los más divertidos de la película. Y la monjita de Amarcord no me acordaba y eso que es una de las secuencias que más me gusta de la película.

    Beso
    Hildy

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