Amores imposibles… en el cine

En tarde de melancolía, una de amores imposibles.

Y me viene a la cabeza John Huston (que muy pronto dedicaré un largo post a este director porque me estoy leyendo una interesante biografía del susodicho) y Sólo Dios lo sabe. Creo que en francés la tradujeron como algo así: El alma y la carne. Porque nos contaba de manera tierna la estancia ‘a la fuerza’ en una isla del Pacífico de un soldado y una monja en plena Segunda Guerra Mundial. Y, claro, ahí teníamos una historia que no puede, finalmente, prosperar entre Robert Mitchum y Deborah Kerr.

Siguiendo ese camino ya saben la historia de una amish viuda y un policía rudo en Único testigo. La química saltaba a la vista de todos. Ahí estaban Harrison Ford y Kelly McGillis.

A veces son las distancias y las circunstancias. Así podemos verlo en el dueto de películas de Richard Linklater con Antes del amanecer y Antes del atardecer. Ahí vemos la relación imposible entre una francesa y un americano que se encontraron una noche en Viena. Ethan Hawke y Julie Delpy vuelven a encontrarse al cabo de los años y la química sigue intacta y la crónica de un amor imposible da un paso más.

Otras veces son los lazos familiares los que impiden la eclosión del amor y la pasión. ¿Recuerdan cómo Martha, casada con el hermano de Ethan, acaricia el abrigo de su cuñado escondiendo en su corazón su historia de amor no consumado? ¿O de las miradas de Ethan? Sólo hay que realizar una visita a Centauros del desierto.

Otras veces el impedimento es conflicto de ideologías, de momentos de guerra, de cuestiones políticas, de intolerancias horribles… Me viene a la cabeza: Libro negro de Paul Verhoeven y esa joven judía que seduce a un alto oficial alemán en misión de Resistencia… y se ve envuelta en un enamoramiento inesperado.  O la tremenda El lector donde un joven adolescente vive su primera pasión y amor con una mujer que le dobla la edad, misteriosa y efímera… años después se la encuentra en otras circunstancias estremecedoras y él trata de entender cómo la mujer que deseó pudo ser capaz de realizar actos horribles en la Segunda Guerra Mundial.

Los amores imposibles son totalmente imposibles (valga la redundancia) cuando uno de los componentes de la pareja no siente lo mismo que el otro. Un bonito ejemplo es el personaje de la elegante y borde Kristin Scott Thomas siempre enamorada de un Hugh Grant que nunca se entera y que el amor de su vida es otra persona. Scott Thomas lleva con dignidad su amor no correspondido en Cuatro bodas y un funeral.

Los más tristes son los que nunca pudieron ser por circunstancias externas a los personajes… y un ejemplo hermoso es sin duda Expiación donde un montón de situaciones, casualidades, prejuicios… no permiten la historia de amor entre la joven y rica Cecilia y el joven y pobre Robbie…

¿Recordais alguna más de amores imposibles?

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.