Momento inolvidable: última escena de All that jazz (1979)

Nota: Si no has visto Empieza el espectáculo (All that jazz) de Bob Fosse no leas este momento inolvidable.

Bye, bye my life… Good bye.

Joe Gideon se muere.

Una operación a corazón abierto.

Y la emoción que siento ante la despedida que se monta nunca se apaga.

Lloro de alegría y pena.

Un éxito.

Focos, luces, voces, bailarinas, cantantes, músicos… un escenario brutal… y público. Un público entregado.

Mientras se despide a voz en grito con coreografía espectacular…de los que le amaron y de aquellos que no le quisieron  tanto.

Bye, bye life

Y te entra alegría por todos los buenos momentos que pueden vivirse.

A pesar de los errores cometidos.

A pesar de los defectos, que todos tenemos varios.

A pesar del daño que te puedan hacer y el que puedas tú causar.

Y pena porque todo acaba.

Joe Gideon (un Roy Scheider espectacular… alias un Bob Fosse genial) no para de crear y por crear, crea hasta su propia muerte con un número musical a lo grande, con todas las libertades.

Y se despide de todos, bye, bye… y por una cinta blanca va hacia la muerte que no podía ser más que una mujer bella, de sonrisa amplia (Jessica Lange). Y él se acerca sonriendo.

El espectáculo de su vida ha terminado.

Corte a una bolsa que encierra un cadáver, el cadáver de Joe Gideon… y de fondo una canción, lejana, de las de siempre que recuerda que el espectáculo debe continuar…

Brutal

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