Diccionario cinematográfico (70)

Sombra: ayer el actor Emilio Gutiérrez Caba dijo algo precioso en una entrevista que le hicieron en televisión. Comentó que a veces no nos damos cuenta de que en el cine nos enamoramos de sombras. Y narraba como fue a ver una película, cree que de la época británica del maestro del suspense y entonces se sintió atraído totalmente por la protagonista. Y sólo cuando salió de la sala reflexionó que esa mujer que tanto le había gustado era en realidad sólo una sombra. 

Me encantó la anécdota. Es cierta. 

Y entonces recordé uno de los primeros post que escribí en este blog sobre un cuento de cine que me había atraído de Vicente Blasco Ibáñez, La vieja del cinema, y va un poco en esa línea. La vieja del cinema cree volver a ver a su hijo vivo en las trincheras de celuloide. Cree verle entre los extras de una película de guerra. Piensa que no ha perdido a su hijo en la gran guerra porque puede ir a verlo todas las noches en la sala de cine. 

Es cierto. 

Nos enamoramos continuamente de sombras en blanco y negro y en color. Sentimos y anhelamos estar junto a sombras que nunca cambian pero siempre están ahí y el corazón nos palpita. Y por ellas no pasa el tiempo, por nosotros sí. Y recuerdo la cantidad de veces que me he quedado embobada frente una pantalla de cine o en un televisor… enamorada loca y perdidamente de una sombra. 

¡¡¡Y es una sensación tan hermosa!!!