Aquellos que se comen la pantalla… El talento de Mr. Ripley (1999)

¿Quién es el personaje que se come a todos? Dickei (Jude Law)… Y es que hay personajes que se comen la historia, se comen a los otros actores, se comen, se comen…, de tal manera, que cuando desaparecen –por exigencias de historia y guión— un buen conjunto de elementos se desinfla, sin remedio.Este thriller de Minghella (que adapta una historia Patricia Highsmith y que ya fue adaptado por René Clement, con un Ripley con cara de Delon, en A pleno sol) tiene muchos ingredientes para ser bueno…pero no llega a ser perfecto círculo. Y es una pena porque a pesar de todo lo disfruté y sufrí mucho.

Matt Damon, Ripley, recrea de manera compleja un personaje oscuro. Le da un montón de matices. Joven sensible con facilidad para admirar, que desea con todas sus fuerzas una vida mejor, y codearse con lo que no tiene, que se siente confuso ante sus impulsos sexuales y sentimientos, que se agarra a la vida que le ha hecho feliz y al contacto con personas con las que jamás pensó contactar, de tal modo, que se mete en una espiral de asesinatos y mentiras de las que no hay posible huida. Pero la identificación por él y es difícil de explicar es nula, absolutamente, nula. Ripley te carga y te carga su sufrimiento –quizá éste sea el logro del personaje— y aunque le entiendes, piensas, mira aunque trato de entenderlo no me cae nada bien.

Pero… ahí está Dickei que se lo come con patatas. Todos los personajes bailan alrededor de un niño pijo consentido pero con dotes de liderazgo y con dosis de ternura que sabe como nadie manejar a su antojo a las personas que forman parte de su vida, y encima, el tío capullo te cae bien. Y, al principio, es bastante más despreciable que Ripley. ¿Su secreto? Realmente hace lo que le viene en gana o lo que le da la real gana, algo al alcance de muy pocos.

Otro elemento que hace que esta nueva versión (aunque muy elogiable e interesante para estudiar a la naturaleza humana) no alcance la gloria de la sala oscura, es la evolución de algunos personajes muy importantes y tremendamente mal resueltos, ¿alguien entiende a la novia de Dickei interpretado como puede por Gwyneth Paltrow? Aparte de ser otra niña consentida parece que tiene algo parecido a un corazón brillante…, ¿y luego se entiende su comportamiento ante los hechos que se van descubriendo?

La película tiene fuerza visual, buena música, buenos actores, una buena historia, un guión con hallazgos interesantes… pero… ¿por qué no es redonda? Quizá la fuerza arrolladora de Dickei se lo comió todo (esos ojos, esos gestos, esa vestimenta, ese lenguaje, esa forma de ser…, con el permiso, de Jude Law). Quizá, Dickei rompió el círculo y llega un momento que a nadie le importa la trama, lo que le ocurra a Ripley (aunque vuelvo a repetir que es un personaje magnífico… ¡¡¡qué complicada me siento hoy!!!) o demás. Todos nos queremos ir con Dickei a algún club de Jazz o que nos cuente sus batallitas, que no olvidemos, son bastante superficiales. Pero el capullo, se lo come todo. Se come la pantalla… sólo con su presencia.