Diccionario cinematográfico (67)

Mesala: tribuno romano que pierde la cabeza cuando se enfrenta a su amigo judío Judá Ben Hur cuando éste se niega a apoyarle para que Roma siga creciendo como Imperio poderoso y Judea sea conformista en su colonialismo. Judá Ben Hur tiene claro que no se pondrá en contra de los suyos. Y Mesala, claro, se pilla cabreo monumental y sólo le hace vivir la sed de venganza irracional ¡¡¡Qué tienen los malos que a veces resultan encantadores!!! Ya nos lo cuenta varias veces el guionista Gore Vidal para entender al personaje de Mesala hay que mirarle desde otras perspectiva. Mesala es un amante rechazado por el amor de su vida, Ben Hur. Y claro Judá ni se entera de que va ese paso de la pasión al odio.Ben Hur (la de Wyler) es una de las epopeyas más entretenidas y cuando está Mesala gana enteros. Ambos son atractivos…, y Mesala con muy mala baba cuando es rechazado por el gran amigo. Memorable las escenas del encuentro de ambos, rememorando viejos tiempos, Mesala no cabe en sí de gozo, compitiendo de nuevo con el amigo de la infancia. Cuando Ben Hur, en su hogar, le deja claro que no van a tomar un nuevo camino juntos… Mesala le odia eternamente. Le destroza la vida. Aunque sabe, cuando detienen a su ex amigo por un accidente, que es inocente, no tiene ningún reparo en destrozar la felicidad de Ben Hur y familia. Quiere romper con el pasado idílico, machacarlo, destrozar a aquellos con los que fue feliz. Así manda a Judá a muerte segura en las galeras y encierra a madre y hermana para siempre en las mazmorras.

Pasan años de sufrimientos y penurias y Ben Hur ha sobrevivido para vengarse, para rescatar a su madre y hermana…por el camino se ha hecho todo un campeón en las carreras de cuadrigas…y, oh, casualidades, Mesala también es grande en dicha disciplina. Como el bueno de Judá se está convirtiendo a la doctrina cristiana decide que en vez de cargárselo va a competir con él. Un nuevo amigo del judío Ben Hur, un árabe encantador, reta a Mesala, qué está más hermoso que nunca en los baños romanos, y claro que acepta. La carrera de cuadrigas es una de las escenas de acción más apasionantes. Y ahí está Mesala encantado de la vida de volver de nuevo a competir junto a su amor de juventud, Ben Hur. Y juega todo lo sucio que se puede jugar pero la carrera le sale mal y Mesala cae tremendamente malherido. Pero es tal su dolor, su indignación, que incluso –con una especie de amor-odio que ya da pena— quiere ver a Judá antes de agonizar, quiere tocarle y agarrarle… quiere decirle unas últimas palabras que le sigan haciendo daño. Quiere que le vea morir en sus brazos. Y Judá… no llega a ser del todo consciente. Mesala abandona la función y la película pierde un poco de fuerza…