Diccionario cinematográfico (131)

Celebración: banquetes, reuniones familiares, bailes de sociedad, bodas, comuniones, bautizos, fiestas de cumpleaños, fin de año y otros eventos…, el séptimo arte está poblado de celebraciones que muestran el virtuosismo de los directores, guionistas, actores, escenógrafos, técnicos de iluminación, directores de fotografía, compositores…

Empecemos por una película del Dogma 92, Celebración de Thomas Vinterberg donde una familia de la alta burguesía danesa se dispone a celebrar el 60 cumpleaños del patriarca. Durante un fin de semana asistimos extasiados a una corrosiva reunión familiar donde cada vez que uno de los miembros da un golpe a una de las copas con una cucharilla temblamos ante las confesiones más tremendas que se van a llevar a cabo después. Nunca unos discursos familiares fueron tan bestiales.

Sigamos por la maravillosa primera parte de El cazador de Michael Cimino donde asistimos a los preparativos y celebración por todo lo alto de una boda por el rito ruso ortodoxo donde se nos presenta la vida cotidiana de los tres protagonistas y sus familiares y vecinos. La celebración como símbolo de una cotidianeidad que será destruida por el horror de la guerra y la dureza del regreso. La reunión final, escalofriante.

Paseamos por dos celebraciones peculiares, dos películas que describen con minuciosidad la preparación y celebración de dos reuniones con banquete y otros detalles incluido. Las uno por su delicadeza. Por una parte, El festín de Babette de Gabriel Axel donde una gran cocinera parisina exiliada en una remota aldea danesa quiere corresponder con una gran cena a las dos hermanas ancianas y solteras que la han acogido. A la gran cena acude un grupo de ancianos vecinos, todos ellos excesivamente puritanos y no dispuestos a caer en los placeres que depara la vida…, pero las exquisiteces y el trabajo realizado por Babette les hará realizar un viaje a los sentidos totalmente inesperado. Y la otra es la última obra de John Huston, Los muertos donde a principios de siglo XX se celebra en una distinguida casa el día de Epifanía. La casa de las señoritas Morkan se prepara para albergar en una noche especial a todos sus invitados: el banquete, el baile, la música, los discursos…, todo está preparado para hacer saltar plácidamente las emociones por los pequeños detalles y la presencia, siempre, de los ausentes. Ambas películas son exquisitas recreaciones de buenas obras literarias de Isak Dinesen y James Joyce.

Victor Erice creó una de las más bellas comuniones, una celebración familiar en una casa rural en tiempos de posguerra en el norte de España con un abrumador y bello plano-secuencia. Estoy hablando de El sur.

Imposible olvidar las dimensiones épicas de las bodas, comuniones, bautizos, fiestas y otras reuniones familiares en la trilogía de El padrino. Coppola emplea su magistral uso de la cámara y el lenguaje cinematográfico para mostrar las celebraciones más importantes de la familia de mafiosos Corleone donde se refleja su mundo privado y familiar en paralelo con los momentos clave de traición o venganza de la familia como clan de la mafia.

Otros momentos dignos de recordar son las celebraciones y banquetes en las películas de época. Recordemos dos. El plano secuencia del baile en sociedad que presenta los distintos aposentos así como las distintas tramas que se desarrollan en la preciosa Orgullo y prejuicio de John Wright. Y otro rey de las celebraciones es Scorsese que las lleva a su grado máximo en La edad de la inocencia donde junto a los distintos banquetes donde se guardan apariencias y formas, Scorsese refleja como nadie los verdaderos sentimientos que se esconden tras los personajes.

Feliz banquete a todos.

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