Seis actrices que brillaron en los 80 y desaparecieron después…

En los años 80 hubo seis actrices que debutaron con fuerza e interpretaron papeles que las encumbraron a lo más alto en películas taquilleras o de prestigio. De la noche a la mañana se convirtieron en iconos…, después han seguido trabajando pero no han logrado volver al esplendor de antaño. Algunas han conseguido papeles importantes en series de televisión y en pantalla grande aparecen de vez en cuando como actrices secundarias de prestigio o con algún papel principal que nos recuerda que siguen activas y en movimiento.

Kelly McGillis

Encandiló como madre amish de un niño (Lukas Haas) que es testigo de un asesinato.  Película hermosa de un Peter Weir que crea una romántica historia de amor y misterio. McGillis brilló en su interpretación además de estar bellísima y mostrar toda su química con Harrison Ford (en papel de policía protector y después protegido por la comunidad amish) con escena inolvidable de baile con canción hermosa  (What a wonderful world this would be) bajo una luz tenue de un candil en un granero. Kelly McGillis encandiló a público y crítica en Único testigo (1985).

Después se convirtió en novia del chico que se convirtió en ídolo de todos los muchachos y que amaban todas las adolescentes de los 80. El fenómeno fue una mala película de idolatría al ejército repleto de niños chulos con gafas de sol que hacen virguerías con los aviones y conducen motos guays. El taquillazo se llamó Top Gun y la dirigió Tony Scott en 1986. La pareja de una guapa y sexy McGillis de profesora dura fue el alumno rebelde con cara de Tom Cruise.

La requirió Alan Rudolph para una de sus románticas y melancólicas historias de amor más allá de la muerte en Hecho en el cielo, nos llevó por el camino del misterio en La casa de Carroll Street de Peter Yates, y por último, se quedó en la sombra de una Jodie Foster que se llevó el oscar en Acusados de Jonathan Kaplan…, y la hermosa McGillis se esfumó y diluyó en películas desconocidas.

Geena Davis

De cara extraña y labios carnosos, alta muy alta y desgarbada, Geena Davis fue una agradable presencia en los 80. Los buscadores interesados pueden ver ya sus pinitos como actriz en papel muy secundario en la divertida Tootsie en 1982. Después estuvo presente en la película de Gronenberg que más gente se ha acercado a ver y más taquillera, La mosca, remake de película de terror clásico. Tim Burton que se iba construyendo como cuentacuentos cinematográfico contó con ella en esa locura que se llama Bitelchús.

El campanazo y su conversión en actriz enamorable es en 1988 cuando se convierte en la extravagante adiestradora de perros con niño alérgico y enfermo, sola y con problemas económicos pero con una alegría y una vitalidad envidiables. Ella nunca pierde la esperanza aunque la vida sea dura en El turista accidental de Lawrence Kasdan. Echa un cable y se enamora de un atormentado William Hurt roto en pedazos (por la muerte brutal de su pequeño) incapaz de expresar sentimientos y le hace reaccionar…, le provoca la sonrisa.

Después a principios de los 90 se convierte en Louise, una joven y maltratada ama de casa que se larga de fin de semana con una amiga. Un fin de semana revolucionario y radical. Y se convierte en icono junto a Thelma de un montón de mujeres. La película fue Thelma and Louise (1991) de Ridley Scott. Vuelve el espíritu Frank Capra en la interesante Héroe por accidente de Stephen Frears pero el público no acude a verla y se lleva enorme batacazo en la divertida La isla de las cabezas cortadas (1995), de aventuras y piratas que los espectadores abandonan. A partir de ahí Geena Davis cae en olvido.

Daryl Hannah

Todavía muy activa en pantalla y televisión, ahora es secundaria de prestigio. Con filmografía irregular esconde algunas joyas y más de un fracaso. Pero nadie la olvida como la actractiva replicante malabarista, el amor de Rutger Hauer. Ella fue una de las replicantes a eliminar en Blade Runner en 1982. Los espectadores se fijan en esa rubia espigada de rostro hermoso y tierno. Su especialidad en los 80 fui ir de mujer rara.

Sin embargo, la rubia va eligiendo y saliendo en papeles anodinos aunque alcanza cierto éxito con otro personaje extraño en comedia que funciona en taquilla. Hannah es una sirena en 123…splash  (1984) que desconcierta a un cómico cada vez más en alza por aquellos tiempos que todavía no le había dado por ser dramático, Tom Hanks. Tampoco funcionó mal como una rubia increíble pero sospechosa de pirómana y ladrona en una comedia de intriga que tampoco funcionó mal, Peligrosamente juntos (1986). En 1987 además de estar presenta en un mediocre producto con aires de Cyrano de Bergerac a la americana, la rubia espigada aparece en Wall Street, película amarga de yuppies sin y con escrúpulos. Termina los 80 como peluquera peculiar en localidad pequeña estadounidense con amigas del alma como Julia Roberts, nueva promesa, o una Dolly Parton en su salsa con la exitosa Magnolias de acero y Woody Allen le ofrece papel en película dramática coral maravillosa Delitos y faltas.

A principios de los noventa arrastra fracaso tras fracaso en películas que no funcionan en taquilla. Fernando Trueba la dirige en la agradable Two Much (1994), su aventura americana. Desde ese momento Hannah va transformandose en secundaria de prestigio en películas a tener en cuenta y también protagoniza mucho batacazo además también encuentra trabajo en la televisión. Trabaja con directores como Tom DiCillio (Una rubia auténtica), Robert Altman (Conflicto de intereses), John Sayles (La casa de los babys y Silver city)…

Quentin Tarantino la vuelve a poner de moda —aunque la mayor gloria es para Uma Thurman— como mala malísima espectacular con parche en el ojo en las dos partes de Kill Bill pero todo fue un espejismo. Ahora sigue apareciendo de vez en cuando en pantalla grande y no para en la televisión.

Sean Young

Es otra de las chicas Blade Runner. Es la replicante que enamora al protagonista. La replicante que no sabe que lo es y su descubrimiento la hunde en tristeza porque cada vez son máquinas más perfectas que tienen miedo a la muerte, que aman y padecen… Morena de cara fina, cara de muñeca de inmensos ojos, surgió con fuerza en esta década pero de pronto empezaron a aparecer noticias de actriz problemática y obsesiva con sus compañeros de reparto, especialmente los masculinos, y poco a poco fue cayendo en el olvido hasta diluirse totalmente y no volver a brillar como en sus inicios.

Aparece como personaje secundario en películas de prestigio y éxito de los 80 como Wall Street. Y como protagonista alcanza éxito de taquilla junto al actor del momento Kevin Costner en la película de intriga No hay salida. Está encantadora en también linda y olvidada comedia romántica, Un toque de infidelidad.

Arrastraba ya fama de complicada y antipatica además de una denuncia de su compañero James Wood por no dejarle a él y a su esposa tranquilos desde que trabajaron juntos en Impulso sensual (1990). Así poco a poco en los noventa va participando en películas de peor calidad y se refugia en la televisión en la que tampoco logra grandes éxitos. Cada vez va perdiendo más oportunidades de buenos papeles frente a otras actrices. Además tristemente ha aparecido últimamente en los medios porque ha tenido que ingresar en una clínica para tratar su problema de alcoholismo.

Debra Winger

Su popularidad no tenía límites en los 80. Alcanzó cotas altísimas de éxito en su papel de chica deseada por Richard Gere en la machista Oficial y caballero en 1982. Al año siguiente hizo llorar a moco tendido a miles de espectadores en la comedia dramática La fuerza del cariño. Winger protagonizaba películas de éxito donde enamoraba a personajes y público en películas que funcionaban en taquilla como Peligrosamente juntos. Perfecta como actriz dramática trabaja junto a realizadores como Gavras (El sendero de la traición) o Bertolucci (El cielo protector).

A principios de los 90 sigue especializándose en aquellos papeles dramáticos en los que apunta directamente a la emoción y las lágrimas de los espectadores. Dama trágica de rostro agradable se rompe en pedazos ante la cámara en Tierras de penumbra (1993) y se convierte en comediante romántica en Olvídate de París (1995).

Cuentan que la actriz fue perdiendo interés en su carrera y que prefería cuidarse en su vida privada. La pérdida de interés fue debido a que no la ofrecían papeles adecuados o de calidad. De vez en cuando sigue en pantalla o televisión pero parece que no encuentra el papel que la muestre como la actriz seria que siempre quiso ser.

Isabella Rossellini

Hija de una pareja explosiva (Ingrid Bergman y Roberto Rossellini) llevaba el cine en sus venas además de un parecido físico a su madre increíble. Empezó su carrera con papeles fuertes que la fueron encumbrando alto pero pronto cayó en olvido. Trabaja también en la televisión. En los 80 además su cara era famosa por ser el rostro publicitario de conocidas marcas de maquillajes y productos de belleza. Actualmente triunfa en la Red como especialista en la conducta amorosa de pequeños seres de la naturaleza como insectos o moluscos con la serie de cortometrajes Green porno.

Su debú en las pantallas de Hollywood (ya había trabajado como actriz en producciones italianas) fue en una entretenida e interesante película que mezclaba con acierto la mejor tradición del musical y la danza con un drama político en tiempos de guerra fría: Noches de sol (1985). Era una dulce rusa enamorada de un bailarín de claqué norteamericano. Sin embargo, el prestigio y el escándalo por partes iguales le llegaron al año siguiente al protagonizar la película de un controvertido David Lynch que sorprendió a medio mundo con su salvaje Terciopelo azul. Encontró el éxito, el agobio y a su extraña pareja durante años, el propio director.

Fue la más dulce en la comedia Un toque de infidelidad y empezó la década con papel secundario en otra de Lynch, Corazón salvaje. Continuó apareciendo como hermosa secundaria en películas que eran fracaso o breve éxito como La muerte os sienta tan bien o Sin miedo a la vida. Alguna de sus apariciones es en película de culto como El funeral. Aparece en televisión o en extraños productos cinematográficos como La canción más triste del mundo. Sin embargo, es difícil que pase desapercibida pero nunca ha brillado tanto como en los 80.

Rossellini durante su juventud estuvo casada con otro monstruo del cine el gran Martin Scorsese aunque nunca la dirigió sí que ambos cuidaron, recuperaron y conservaron la ilustre filmografía de Ingrid Bergman. Además, Isabella tampoco ha descuidado la obra de su padre y también conserva y restaura las obras del director neorrealista.

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