Al otro lado, Patrick Swayze

Adiós a Patrick Swayze. Se fue al otro lado. Con 57 años nos dejó el bailarín que se convirtió en galán y hortera de los años 80 y 90. Todos los que fuimos adolescentes y jóvenes por aquella época seguro que tenemos algún recuerdo cinéfilo con Swayze y por eso me despido de él. Aunque siempre fue dando tumbos en su carrera en películas de mal en peor protagonizó algunos grandes éxitos. Y, sí, confieso, el duro hortera me enternecía y enternece en pantalla y en televisión (es el rey de las emisiones penosas cinematográficas, algunas de sus películas son de las más repetidas en sobremesas). No me pregunten el porqué pero le tenía cierto cariño y eso que la mayoría de sus películas engrosan las filas de no recomendadas o no vistas. También será recordado por su protagonismo y aparición en algunas series televisivas. No sólo bailó o encarnó a galanes muy duros sino que de vez en cuando hizo pinitos en el mundo de la canción.

Empezó a despuntar como joven actor de generación en los ochenta donde Coppola reunió a futuras estrellas del panorama cinematográfico en su poética Rebeldes en 1983 cuando empezó a adaptar dos de las novelas más conocidas de S.E. Hinton (la otra sería La ley de la calle). Ahí Swayze ejercía de hermano mayor responsable de sus hermanos más jóvenes y rey de pandilla. Después de patinar y patinar en producciones sin importancia, se convirtió en estrella televisiva protagonizando la popular serie Norte y Sur.

En 1987 se convirtió en el hombre de moda y se convirtió en icono sexual en uno de los mayores éxitos de la época. Swayze empleó sus conocimientos de baile, mostró sus cachas y fue el hortera duro de buen corazón más querido en Dirty Dancing. Ese hortera que trabaja en un horrible lugar de vacaciones familiares como bailarín y gigoló y que enamora a una pija, inteligente y adolescente jovencita que tiene que aprender a bailar en un tiempo récord se convirtió en el hombre objeto del deseo y muchas suspiraban por bailar en sus brazos. ¡¡¡Ah, se me olvidaba, también dentro de la banda sonora de esta película hay una canción con su voz que engrosó listas de éxitos!!! Y, con rubor y colorete, confieso que esta película mil veces emitida suele ser una de las sobremesas que si la pillo, no me la pierdo.

Así nuestro Swayze sigue paseando por producciones casi de serie B hasta que llega el bombazo en 1990 (en una película que ha envejecido fatal con unos efectos especiales que sacan los colores a cualquiera). Taquillazo a la vista con película romántica fantasmal donde Swayze es el enamorado de una Demi Moore bellísima hasta más allá de la muerte, al otro lado. Estoy hablando de Ghost. Ambos protagonizan escena erótica más repetida y también parodiada entre barro de arcilla. Volvemos a suspirar ante este muerto enamorado que trata de comunicarse con su mujer y salvarla de todos los males de la tierra antes de irse lejos con Unchained melody a todo volumen.

A Swayze le va la acción y pocas veces la abandona. Así que al año siguiente aborda uno de sus personajes más carismáticos teñido de rubio platino y con sus musculos y cuerpo al 100 %, esta vez como surfista atracador con filosofía de vida particular, en la entretenida y curiosa Le llamaban Bodhi. Continua con sus esfuerzos de convertirse en actor serio y patina en drama que podría haber merecido la pena como doctor comprometido en La ciudad de la alegría (adaptación de novela de Dominique Lapierre). Y también se muestra bello ¡¡¡y por fin menos hortera!!!

Sin embargo, vuelve a las andadas de hombre duro en comedia repetida mil veces en televisón en la anodina pero a la vez entretenida El enemigo público número 1… mi padre sobre ladrón de poca monta que se va encariñando de dos hijos suyos que han huido de un internado donde les tratan muy mal. En 1995 se traviste para protagonizar un claro remake que no llega al esplendor de Priscilla reina del desierto por su guión pésimo, sin embargo, él no está nada mal en su encarnación del personaje que en aquélla hizo Terence Stamp. Se trata de A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar.

Y así pasan los años sin conseguir ninguna campanada de éxito similar a Dirty Dancing o Ghost entre películas de acción, películas de baile y películas románticas que le hacen no caer en el más absoluto olvido. Lo último que se sabía de él es que estaba obteniendo ciertas buenas críticas por su interpretación de policía en serie de TV, The beast.

Así, yo me despido, enternecida, de Swayze, que ya está en el otro lado quizá vestido de negro, con toda su musculatura, su rictus de chulo pero con buen corazón y bailando sin cesar.

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