Los actores detrás de la cámara (V)

Robert Redford 

Robert Redford conoce como funcionan las buenas historias y ha sido protagonista de varias de ellas desde que apareció en el mundo del cine en los años sesenta. Tuvo claro que no quería ser un rubio bonito más y supo con inteligencia, ambición y buen hacer dirigir su carrera hacia papeles que le han dado fama y prestigio. Su éxito llegó –había protagonizado ya varias películas importantes pero como secundario (recordemos su papel en La jauría humana)– con la comedia Descalzos en el parque (1966), adaptación de una famosa obra teatral.  

Sin duda el personaje que más fama le ha dado ha sido el de hombre aventurero y romántico. Y lo ha repetido innumerables veces y casi siempre muy bien. Aquí van unos ejemplos: Tal como éramos (1973), El gran Gatsby (1974), El mejor (1984), Memorias de África (1985), Íntimo y personal (1996)…Durante los años setenta no había película de prestigio que no lo tuviera como protagonista: Todos los hombres del presidente (1976), El carnaval de las águilas (1975) o Los tres días del cóndor (1975). 

Desde hace años es la cara que dirige el prestigioso festival de Sundance donde cada año se conoce lo mejor del cine independiente americano. Esta aventura la empezó en 1980 cuando creo el Instituto Sundance para apoyar la carrera de nuevos directores. 

Y justo ese año se puso tras las cámaras y se convirtió en un director revelación con una película intimista, Gente corriente. En ella contaba la historia de una familia rota por la muerte de uno de los hijos. Cada uno de los miembros interioriza la ausencia de una manera distinta y existe una gran incomunicación entre ellos que afecta sobre todo al otro hermano que sobrevivió al accidente, un jovencísimo Timothy Hutton. En la ceremonia de los Oscar, Robert Redford recogió su premio a mejor dirección. Fue la película revelación consiguiendo también a mejor actor secundario (Hutton), mejor película y mejor guión adaptado. 

Después, realizó una película que bebía sus fuentes en el realismo mágico y que era un homenaje a su amor en aquellos tiempos, la actriz brasileña Sonia Braga. Un lugar llamado milagro (1988) se convierte en una película curiosa y con momentos poéticos. 

Robert Redford continúa su exitosa carrera como director con películas que funcionan. Sabe contar y sobre todo elegir sus repartos. El río de la vida (1992) da a Brad Pitt un papel que podría haber protagonizado él de más joven. Pitt se convierte en un héroe con un halo romántico y atormentado como los que supo dar su imagen Redford como nadie durante los setenta y los ochenta. La historia funciona. La película muestra la intimista historia de dos hermanos que tienen una filosofía distinta de la vida y un hobby común: la pesca, inculcada por su padre, un pastor protestante. 

Redford vuelve a sorprender en el año 1994, con una película sobre la corrupción, el éxito y el prestigio en el mundo de la televisión. Se trata de Quiz Show, de nuevo, vuelve a elegir un reparto de oro con Ralph Fiennes y John Turturro. La película ambientada en los años cincuenta rescata una anécdota verídica sobre un concursante de éxito en un programa televisivo y muestra la otra cara, la oscura. 

Regresó al romanticismo en el año 1998 y además se dio un papel de los de su pasado. Un hombre solitario, amante de la naturaleza y que susurra a los caballos. Además, ayuda a cambiar la vida de las dos protagonistas. De nuevo, en El hombre que susurraba a los caballos muestra su olfato para los repartos y ahí está Scarlett Johansson en uno de sus primeros papeles importantes y la actriz de moda del momento, Kristtin Scott Thomas. 

El último trabajo que ha realizado, La leyenda de Bagger Vance (2000), vuelve a otra época, a los años treinta. Coge un deporte, el golf. Un héroe romántico y desencantado con la cara de Matt Dammon, un personaje-ángel con el rostro y las maneras de Will Smith y una bella mujer, Charlize Theron…, mezclas todo y surge de nuevo otra historia intimista y clásica que tan bien sabe rodar Redford. 

Parece ser que ya ha rodado su siguiente trabajo –él también interpreta un papel importante–, donde se deja acompañar por Tom Cruise y Meryl Streep y como fondo está la Guerra de Afganistán. Todavía, que yo sepa, no tiene título en castellano.