De las tres películas en las que colaboraron juntos el director Jacques Tourneur y el productor Val Lewton en la RKO, El hombre leopardo es la que permanece más en la sombra. Mientras que La mujer pantera y Yo anduve con un zombi son dos clásicos del cine de terror y películas de culto, El hombre leopardo ha caído más en olvido. Quizá en las dos primeras, el terror con el elemento fantástico es una combinación que atrapa a los espectadores (en su día y aún hoy) y, sin embargo, El hombre leopardo elimina el elemento fantástico para ofrecer una película de intriga y misterio sobre un asesino en serie.
Y esto no fue del todo valorado, no se tuvo en cuenta que era una pionera en el tratamiento del subgénero de los asesinos en serie, que tan solo algunos directores, y no en EEUU, se habían atrevido a plasmar, recordemos M, de Fritz Lang (luego sería un director que más de una vez presentaría en sus películas el asesino en serie). Sin embargo, ya había directores que estaban ahondando en este tipo de asesinos, con intensos retratos psicológicos, ese mismo año, 1943, Alfred Hitchcock estrena La sombra de una duda con el inquietante tío Charlie. Pero Tourneur, no obstante, sigue fascinando por su manera de rodar en El hombre leopardo y visualmente ofrece la firma que había caracterizado al dúo, que fue capaz en su trilogía de con un mínimo presupuesto crear tensión, intriga y miedo, solo a través de lo que se intuía en las imágenes…