Una película buena para terminar el año y otra para empezarlo. Un buen listado para los últimos y primeros días del año. Y estoy contenta porque de cada propuesta he disfrutado bastante, así que ha sido una bonita manera de encaminarme hacia el 2022 con ganas de tener muchas más risas, buenos largometrajes, libros y, sobre todo, muchos momentos con aquellas personas a las que quiero.
West Side Story (West Side Story, 2021) de Steven Spielberg
El nexo de unión de ambas versiones cinematográficas es Rita Moreno. La Anita de la versión de 1961 se transforma en Valentina, la dueña de la tienda donde trabaja Tony. Y para ella, con casi 90 años, es la canción de «Somewhere» en esta nueva mirada de Spielberg.
Lo que logra el director es transmitir no solo su amor por este musical (sus canciones han formado parte de la banda sonora de su vida: desde su infancia hasta la actualidad), sino no traicionar el espíritu de la película de Robert Wise y Jerome Robbins. Cine musical clásico, pero a la vez con toda la frescura de una mirada nueva. Romeo y Julieta vuelven a las calles de Nueva York con sensibilidad del siglo XXI. Me apetecía además un homenaje a Stephen Sondheim, que últimamente lo tengo muy presente.
Si bien es cierto que no sentí el despertar y sobrecogimiento que supuso mi primer visionado de la película de 1961, sí logré volver a engancharme con la historia de los Jets y los Sharks, hundirme por las calles de Nueva York, vivir ese amor interracial más allá del odio y sentir cómo los temas que toca están más de actualidad que nunca (de nuevo Spielberg trabaja con el guionista y dramaturgo Tony Kushner). Como siempre Steven Spielberg atrapa con su fuerza visual.
Y los nuevos Tony y Maria, Bernardo y Anita o Riff viven, cantan y bailan las calles de la ciudad, se dejan ver a través de pañuelos de colores, luchan por un barrio en ruinas o estalla el drama en un almacén de sal. La música, coreografías y canciones vuelven a encandilar. Algunas las sitúa en otro lugar de la trama o realiza variantes y matices distintos que la versión de 1961. En algunos acierta plenamente como el encuentro entre Tony y María en el gimnasio y en otros me quedo sin ninguna duda con la versión de Wise, como la canción y la coreografía de «Cool».
Tres pisos (Tre Piani, 2021) de Nanni Moretti
Me pareció fascinante esta película de Nanni Moretti donde atrapa tres historias de tres familias diferentes en un vecindario italiano de clase media alta en tres actos en un periodo de diez años aproximadamente. El equilibrio del número tres se repite continuamente en las historias. Como punto de partida el director italiano toma una novela de Eshkol Nevo, donde cuenta la vida de tres familias israelíes.
La película se construye a través de la emoción de ver a unos personajes absolutamente humanos, llenos de miedos, frustraciones, inseguridades, dolor, pero también amor, cariño y momentos bonitos.
Los personajes están brillantemente construidos, con diálogos que te van arrastrando y una estructura perfecta. Una mujer que termina hablando con su esposo fallecido dejando mensajes en el contestador y que ha sido obligada a tomar una decisión que parte su vida en dos; una madre primeriza con miedo a la soledad y a enloquecer; y un hombre con sentimiento de culpa y con miedo a que su hija haya podido vivir un episodio traumático y sexual, cuya obsesión le lleva a dinamitar el núcleo familiar y su relación con los vecinos.
Nanni Moretti, que también se reserva un papel, construye un elegante y austero melodrama, hermoso y triste como la vida misma. Con las luces y sombras que todos arrastramos, pero con momentos y gestos a veces casi mágicos. Así el director italiano sigue la senda de La habitación del hijo o de Mia madre. A veces el ser humano se salva por los pequeños gestos: un tarro de miel, una palabra o testigos de momentos hermosos como parejas bailando tango a lo largo de una calle.
El poder del perro (The Power of the Dog, 2021) de Jane Campion
Jane Campion ofrece un western que se va transformando en un relato cinematográfico con gotas de retorcimiento, terror y cuento oscuro y amargo. El poder del perro reflexiona sobre un hombre rudo del lejano oeste, un ranchero, que oculta su esencia y su sensibilidad en un mundo duro. La cara que deja ver es la de una masculinidad dañina que no permite la felicidad de su entorno, sino que lo enrarece. Así no deja títere con cabeza afectando a la vida de su hermano, que acaba de casarse con una viuda, que tiene un hijo, joven, estudios y sensible, alejado de la imagen de rudo vaquero.
Jane Campion con una sensibilidad especial inquieta desde el primer fotograma y va construyendo sorpresivamente la historia de una venganza. Nada es lo que parece ni el fuerte es tan fuerte, ni el débil es tan débil. Los personajes acompañados de una naturaleza grandiosa y hostil entretejen unas relaciones complejas, que van descubriendo el fondo de cada uno de ellos. El que menos te esperas puede haber estudiado filología clásica y otro esconde una fortaleza mental que le convierte en superviviente.
El regreso de Campion merece la pena para una película que hay que ver con calma, dejándose llevar, y pese que el desarrollo y motivación de algún personaje (sobre todo el de la mujer, Rose, y el hermano, George) queda demasiado desdibujado, atrapa totalmente. Jane Campion, como demostró ya en El piano o en Bright Star, hace un uso excepcional de la naturaleza y la ambientación para contar sus historias y acompañar a los sentimientos y emociones de sus personajes.
Historia de un matrimonio (Marriage Story, 2019) de Noah Baumbach
Otra historia de personajes muy humanos y dolorosa sobre un matrimonio que vive un proceso de divorcio. Noah Baumbach cuenta la historia con delicadeza, pues son dos personas que se quieren, pero se hacen mucho daño (acentuado por la actuación de sus respectivos abogados). Su divorcio se les escapa de las manos, pues a pesar del amor vivido, también arrastran frustraciones y cosas que echarse en cara, y ambos tienen que construirse y modelarse una nueva vida.
La película se sustenta no solo en la emoción, sino en la perfecta construcción de los personajes protagonistas. Los secundarios, los abogados, no tienen desperdicio. Otra vez, una película que remueve y que contiene un maravilloso homenaje también a Stephen Sondheim con la interpretación maravillosa y llena de sentido de «Being Alive».
Noah Baumbach sabe lo que está radiografiando: sus padres se divorciaron y él años después también sabe de este proceso doloroso. Por eso, realiza un largometraje muy personal, pero no autobiográfico. Finalmente cuenta la historia de amor y desamor de dos personas… y el poso final que queda: el de dos personas que se amaron mucho. Así toma especial relevancia lo escrito en un papel, para no olvidar lo que fue o lo que significó el otro. Y eso nunca desaparece y ayuda, quizá, a construir otra manera de relacionarse entre ellos… Una vez pasa la tormenta, puede llegar la calma.
Siempre estoy sola (The Pumpkin Eater, 1964) de Jack Clayton
No podía faltar un clásico como una de las primeras películas del año. Y la elegida ha sido una de Jack Clayton que además llevaba tiempo detrás de ella, más todavía a raíz de leerme la novela de Penelope Mortimer, llena de melancolía e ironía. Además últimamente cada vez valoro más a Anne Bancroft como actriz; de hecho estoy viendo varias películas de su filmografía (algunas por primera vez y otras repitiendo).
Jack Clayton realiza una radiografía punzante de una mujer que siente la insatisfacción y la soledad en las entrañas. Su vida es un deambular, una sensación continua de vacío. Arrastra tres matrimonios y varios hijos. La mirada se centra en su último matrimonio y en los nuevos embarazos.
Con una puesta en escena llamativa y moderna, Clayton cuenta la historia de un matrimonio que se consume, pero no muy diferente a todo el mundo que les rodea. Una clase media alta diseccionada hasta extremos de dolor emocional insoportable. Todo bajo la mirada deformada y aislada de su protagonista, que por momentos siente la caída al abismo y la locura. Hay escenas muy duras e inquietantes, como la conversación de la protagonista con una mujer en una peluquería o la que tiene con un conocido de la familia (increíble James Mason) en el zoo. Golpea más fuerte, por amarga, que la historia otro matrimonio que se consume protagonizaría dos años más tarde: Quién teme a Virginia Woolf (esta vez el punto de partida sería la obra de teatro de Edward Albee).
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Hola Hildy querida, ¡Feliz año!
De todas estas solo he visto West Side Story, pero fue muy especial, porque la vi justo de volver a revisar la antigua en casa. Además me llevé una sorpresa porque, aunque se lleva mucho hablando de ella, no había querido informarme al respecto no sé muy bien por qué y daba por hecho que sería con música actualizada, así que la sorpresa fue mayúscula . Y es que lo que de verdad me apasiona de West Side Story es su música que, no sé por qué, debe ser porque entró en mi vida en algún momento sensible, me emociona mucho y me encoge el alma. Aunque me quedo con la peli antigua por muchos motivos prolijos de contar y manidos de leer, me alegro extrañamente de que se haya hecho esta nueva, que es tan innecesaria como hermosa.
De lo que he visto en cine últimamente me ha gustado bastante El amor en su lugar y me ha gustado mucho El contador de cartas, así que te las recomiendo a ti y a la concurrencia, lo mismo que os deseo un año de cine.
Un besazo!
Inicio los primeros días del año sumergida en las películas que nos cuentas con tanto encanto. Eres una gran «contadora» de películas…. No se puede dejar de leerte y cuando terminas es como si hubieras estado delante de la pantalla viéndolas.
Muchas gracias por este inicio de año tan cinéfilo.
¡Feliz 2022, Hildy! Y también a todos los que leen tu blog. Espero que este nuevo año nos traiga alegría y tranquilidad y que el bichejo nos de ya la tregua definitiva.
Yo también estoy aprovechando estas vacaciones para ver cine. De hecho, tengo en mi lista inminente tres de las que comentas. “Siempre estoy sola” (¡por favor! Qué lucidez la del tipo que le puso el título en español…¿De qué va la peli, de una mujer que se siente sola? Pues nada “Siempre estoy sola que le ponemos…En fin) de Jack Clayton, ese director con una filmografía corta pero muy interesante. “Historia de un matrimonio” que hace un año que tengo en barbecho (el temo reconozco que no me motiva) y “El poder del perro” que creo que será una de las triunfadoras de la próxima edición de los Oscar, esos premios que cada vez significan menos… Ya te comentaré cuando las vea.
De Nanni Moretti solo he visto “La habitación del hijo”. No te sé decir por qué no me he acercado más a la obra de este autor. Con tu recomendación me invitas a redescubrirlo.
Y ahora el tema gordo. La nueva versión de “West side story”. Confieso que soy de esas personas que cuando se enteraron del proyecto de Spielberg, me pregunté qué sentido tenía hacerla. Y he pensado eso mismo mucho tiempo. Un clásico venerado con 10 Oscar que además supuso una enorme renovación estilística y musical del género tanto en su versión teatral como en la cinematográfica. Pero las críticas eran tan buenas y la película aparecía por todos lados, que me planteé en serio ir a verla. Al final ha sido esa omnipresencia del film y las críticas de supuestos expertos y aficionados, que confiesan detestar el género musical (¿!) pero alaban sobremanera este film, contraponiéndolo a la versión del 61, afirmando con ese insufrible tono de sentencia complaciente que esta versión mejora en todo a la anterior, lo que me ha tirado para atrás. Las alabanzas básicamente son que ahora por fin los personajes portorriqueños están interpretados por latinos (que no portorriqueños ni de origen portorriqueño, si nos hemos de poner puristas) y en menor medida que ahora los intérpretes no están doblados en las canciones.
Respecto a la primera crítica, sin duda la nueva versión será más políticamente correcta y más adecuada con un tema tan vigente y sensible en USA como el de la representación en la ficción de minorías y colectivos. No lo dudo. Pero no tengo tan claro que eso la convierta en una mejor película por si mismo. Siempre he pensado que actuar es ser otro. Y si, insisto nos ponemos puristas, se puede criticar que los personajes son latinos, pero no de origen portorriqueño, empezando por la propia protagonista. Y se puede seguir con una espiral de representación rigurosa que puede resultar más limitadora que inclusiva. Pero como el tema de la representación de minorías, etnias y colectivos es muy sensible, sobre todo en un país tan enfrentado por esos asuntos como los Estado Unidos, puedo entender que ese aspecto se valore mucho.
Respecto a que el reparto cante sus canciones, en principio me parece más relevante, porque concierne a sus dotes como intérpretes de musical, a su propia capacidad para ello. Pero luego recuerdo a Reneé Zellweger, Russell Crowe, Julia Roberts o Emma Watson cantando y creo que a nadie le hubiese importado que los doblaran (o quizá, que alguien que supiera cantar hiciese sus papeles) Y también recuerdo los musicales de Démy, y allí no cantaba nadie, ni siquiera Gene Kelly (el director solo se lo permitió a Madame Darrieux) y son una maravilla. Pero valoro que los intérpretes canten y bailen y el doblaje ya no es tan asumible hoy en día. De hecho, tampoco lo era entonces, ya que se escondía que los intérpretes no cantaban ellos mismos las canciones.
Así que tenemos que la película es más políticamente correcta (en el propio y justo sentido de la expresión, tan sobada por su excesivo mal uso que ha perdido su sentido original) y con una interpretación más completa por parte de los actores. Y aún así, y solo por ello, no se convierte a la película de Spielberg, a mi juicio, en mejor que la de Wise y Robbins.
Otras críticas dicen que esta versión es más realista. Que los números musicales proponen una experiencia más inmersiva. No entiendo muy bien como se combina realismo y musical. El musical, por definición es artificio. Un maravilloso artificio que te lleva a la emoción más profunda. Pura estilización. No me parece una virtud en si misma el realismo. Y aún menos en el musical.
Tanto desprecio condescendiente hacia la versión del 61 para ensalzar la del 2021, me han hecho cogerle manía a esta última. Quizá es injusto, pero por otro lado pienso que si el futuro que le depara al musical es el remake (he leído que se preparan versiones de “My fair lady” y “Guys and dolls”) o versiones con actores de carne y hueso de los clásicos de Disney, es un futuro bastante triste y sobre todo, muy acomodaticio. “La, la, land” triunfó porque desde el homenaje enamorado y conocedor de los clásicos de la Metro y de Démy, se arriesgó con un musical concebido para el cine, con música y canciones nuevas y una sensibilidad contemporánea. Un camino que, tristemente nadie ha seguido. Tampoco este “West side story”. Por muy “woke” que sea, no tendrá la trascendencia ni supondrá la revolución de la versión del 61.
PD. Para no haberla visto, lo que me ha inspirado :O
Hola Hildy
¡Menudo abanico de emociones para abrir temporada!
Tema WestSide: Adoro a Natalie, odio su María. Por ese lado seguro que ha mejorado. Spielberg es un hombre de cine y, me da la impresión, que su aportación al tema es tan sencillo como cortar las amarras que la original tenía con el teatro. (Por otro lado ¡Qué buen año el 61!)
Tema Moretti: buenos melodramas pero… añoro cuando era mas «ligero».
Tema Campion: medalla de barro para mí; nunca he sido «campión» en nada y nunca he conectado con su cine.
Tema Bancroft: sencillamente una de las mejores actrices de la historia. Siempre tengo la impresión que en sus últimas pelis se reía, un poco, de todo.
¡Feliz año para todos y que venga lleno de bellas visiones y revisiones! Un saludo, Manuel.
¡Feliz año Hildy! Qué buena manera de envolver el fin de año, yo he hecho lo mismo, jeje. Me pasé el fin de semana de Año Nuevo frente a la pantalla (chica, en mi caso).-
West Side Story (la original) es tan especial para mí, con sus defectos y todo, que no me da ni un poquito de ganas de ver la nueva. Por más que Spielberg se encuentre tras ella. Me vino a la mente la broma que cuentan Hitchcock y Truffaut sobre las cabras que están masticando unos rollos de película y una dice «Prefiero el libro». Siento que mi cabeza explotaría de tanto comparar ambas versiones si viera la de Spielberg, aunque seguramente no soy más que una cabra mascando un viejo rollo de film.-
Las otras películas no las he visto, aunque hay varias que me tientan. Ese fotograma de la peli de Campion ¿no te parece una cita a The Searchers? Voy a buscar la de Clayton, ¿podés creer que estoy empezando a interesarme por el cine de los ’60? Jaja, todo llega.-
Te mando un abrazo enorme, Bet.-
Querido Manuel, ¡has expresado perfectamente lo que siento yo también ante las dos películas de West side story! Adoro sus canciones. Desde pequeña la escuchaba en un disco de vinilo. Me sé la película del 61 entera…, pero es cierto que Spielberg ha construido una película hermosa.
¡Me apunto tus dos recomendaciones!
Beso gigante
Hildy
Querida María Rosa, ¡cuántas historias cinéfilas vamos a contarnos este año!
Y cómo me alegra siempre leerte.
Beso con magia
Hildy
¡Querida Lilapop, cuánto tiempo sin leerte y cómo me gusta saber de ti!
Creo que la película de Jack Clayton te va a interesar mucho. Yo tenía muchas ganas de verla y ¡todavía la estoy pensando!
Yo por el cine de Nanni Moretti siento un cariño especial y esta última me emocionó en varios momentos.
Y la de Campion me gusta lo que inquieta y esa mezcla de western y cuento oscuro.
Me ha gustado leer tus reflexiones sobre West Side Story. Yo me quedo con la emoción y la revelación que sentí al ver la versión de 1961 (es una de las películas que han construido mi pasión por el cine), pero reconozco que Spielberg ha logrado transmitir su pasión por este musical. Y consigue algo muy bonito: construye una película clásica y que respeta absolutamente el espíritu de la del 61, pero a la vez realiza una película nueva, con momentos muy hermosos.
Creo que voy a verla otra vez y escribiré un texto más extenso sobre ella y analizando ambas versiones.
Beso con muchas risas
Hildy
Querido Manuellllll: a mí me encanta Natalie Wood… ¡hasta su María! Me gustan muchas de sus pelis. Por ejemplo ahora me viene a la cabeza Amores con un extraño.
Ayyyy, Manuel, que a mí me gustó y me sigue gustando El piano de Campion. ¡Y Brigh Star!
Qué buena es Anne Bancroft. Cada vez me gusta más. ¿La recuerdas en Siete mujeres?
Beso y ¡muchos buenos momentos!
Hildy
Querida Bet, ¡viva los 60! La de Clayton me ha parecido tan interesante, pero tan triste.
¡No recordaba la maravillosa anécdota de Truffautt y Hitchcock que nos has contado! Es buenísima.
Jajajaja, yo a pesar de mi pasión por la de West side story del 61, ¡estaba deseando ver la de Spielberg! Quizá es mi adicción por los remakes. Me encanta ver originales y remakes.
Beso feliz
Hildy
Para empezar: Demy, no lleva tilde
Te pasa lo mismo que a una amiga muy buena amiga mía. Cuando una historia le gusta, ve todas sus versiones posibles.
Aunque estoy segura que si pienso me saldrán remakes que me gustan e incluso habrá alguno que más que la versión original y sé que esto de los remakes es tan antiguo como el propio cine (en la época del mundo, se hacían versiones sin parar y sin pagar. Hace poco vi la versión del viaje a la luna de Méliès hecha por Chomón) me parece que actualmente la cosa está desmadrada con secuelas, precuelas, reboots, remakes. Y se ve tanto el plumero que todo es por la pasta. Antes seguro que también, pero además era por la dificultad de distribución o exhibición.
Como las nuevas generaciones no tiene ningún interés por películas que tienen más de 10 años, una posibilidad es rehacer la historia completa del cine, pero todo bien acorde a sensibilidades actuales. Se me ocurren remakes muy locos…
Siguiendo tu recomendación vi “Siempre estoy sola”. Me enganchó desde el primer momento. Me pareció una película muy moderna en la forma de narrar. No es extraño, es verdad, porque los 60 son la década de la llegada de la modernidad al cine, pero más allá de la historia que cuenta, es la manera cómo la cuenta lo que me pareció absolutamente actual. Esa narración no lineal, las elipsis, el final no conclusivo…Una película que te deja muchas preguntas y casi ninguna respuesta. Hay películas que quieren resultar muy modernas y rompedoras y como esa modernidad es superficial y forzada, el tiempo les pasa por encima como una aprisionadora. No me ha parecido en absoluto el caso del film de Clayton. Y su personaje protagonista (magnética Anne Bancroft) resulta a la postre, un enigma, aunque, por lo que he leído, guarda muchos paralelismos con la autora de la novela en la que se basa el film, Penelope Mortimer. Pero, más allá de ese componente biográfico de la autora, me gusta cómo se hermana esta película con otros dos filmes de Clayton. El anterior, “Suspense” (“The innocents” por favor, otro cambio de título idiota) con la importancia de la casa, una heroína hipersensible, el problema sexual, el peso ominoso del pasado. Y sobre todo el posterior “A las nueve cada noche”. De nuevo la casa como espacio para un universo propio, la importancia de los niños, el padre irresponsable pero encantador… Hasta es posible pensar que la protagonista de “Siempre estoy sola” sea la madre muerta del film posterior…O alguien que se le parecía mucho.
Un abrazo Hildy
Hola Hildy!
Espero que no me quiten este finde de cartelera «West…», a ver si no se me escapa. Comparto tu opinión sobre «»El poder del perro», me anoto las otras.
Besos;)
Querida Lilapop, qué buena Siempre estoy sola. A mí me encantó la forma de contarla de Clayton. ¡Qué bueno el posible diálogo entre las dos pelis del realizador! Que la protagonista de esta pudiera haberse convertido en la madre ausente de A las nueve cada noche (otro peliculón). Sí Anne está maravillosa y muy bien acompañada por Peter Finch y un magnífico James Mason (qué personaje más desagradable construye).
Beso
Hildy
¡Querido Fran, yo creo que West aguanta un finde semana más, ojalá!
Me resultó superinteresante El poder del perro… y esas gotas de cuento oscuro. ¿Aunque no es uno de los temas del western… La venganza? Pero el giro de Campion o mejor dicho su mirada la convierte en inquietante y especial.
Beso
Hildy
Buenas tardes Hildy. Sobre West Side Story, ya han comentado en este foro, con bastante autoridad y argumentos tan coherentes por parte de Liliapop y tu, que no puedo argumentar nada. Sigo recordando West Story de Robert Wise y a esa adorable criatura llamada Natalie Wood, que no me puede opacar su visión la nueva protagonista Rachel Zegler que me parece correcta, el hecho de que cante las canciones es un plus, pero, insisto la presencia de Natalie era magnética, el actor que encarna a Bernardo , David Alvarez, me parece que encarna mejor el papel de puertorriqueño y con mas credibilidad que George Chakiris, ya que este era un gran coreógrafo pero al ser griego, su aspecto distaba mucho de la caracterización latinoamericana.
Por otro lado, hablando de «El Poder del Perro» me ha parecido una gran película, como dice Bet, tiene un homenaje a Ford y The Seachers en esos planos de ventanas mostrando el paisaje, que hay que tener en cuenta; la trama en si me parece una película homosexual, sincera y honesta, comienza con un joven soñador elaborando una flor de papel, llega Phil Burbank y sus cowboys y en un alarde de «machismo de bar» quema la flor, al final de la película, una vez que Phil, ha salido del armario, para congraciarse con Peter Gordon, elabora una fusta tejida con tiras de cuero, símbolo de su amor y de su reconocimiento pero tambien de poder. Sobre otros aspectos de esta interesante película merece la pena que le dediquemos algun debate entre tus amables lectores. Muchas gracias por acogerme en tu interesante blog.
Mi querida Hildy, mi conexión con la actual cartelera se reduce prácticamente a leerte a ti. Ningún proyecto me atrae, ninguna idea, mucho menos un remake. Así que me quedo con el clásico y con Anne Bancroft y Jack Clayton.
Las cosas que cartelera que veo son, en general, por accidente y porque alguna vez hay que salir de casa y socializar, pero vaya, todo muy decepcionante. Spielberg, en particular, que una vez más ha hecho una película de alumno aventajado, referencias de referencias, pero sin nada propio dentro, como casi siempre. Moretti… Pues sus emociones me parecen últimamente forzadas y acartonadas, no me traspasan, pero como no la he visto, ya habrá tiempo para confirmar o rectificar. Desde luego, no sé qué sentido tiene la de Baumbach existiendo Bergman; el único interés dentro de tanto lugar común es ver la química entre los actores, que están espléndidos (pero no tanto como los de Bergman). Y la de Campion me parece un pestiño de categoría, como la gran mayoría de lo que ha filmado.
Así, en plan telegrama y para empezar el año igual de cascarrabias que acabó el anterior.
Besos
Querido Juan, sí, a mí Natalie Wood es una actriz que siempre me ha gustado mucho y uno de sus papeles más recordados es sin duda su María de West Side Story. Es una de esas niñas prodigio que pasó con éxito a la edad adulta en el cine, al igual que Liz Taylor. Es cierto que tenía un carisma especial, era también muy bella. Además de su María, está inolvidable en Esplendor en la hierba, Amores con un extraño o Rebelde sin causa.
A mí El poder del perro me ha resultado interesante también porque se siguen viendo claves del cine de Jane Campion: la fusión de los personajes con los paisajes donde se desarrolla la historia y cómo los personajes más frágiles o aparentemente más débiles son los que tienen más de supervivientes e incluso fría cabeza. Creo que pese como digo no es absolutamente redonda (sobre todo en la construcción de alguno de sus personajes), sí me cautivó la inquietud que genera y cómo de ser un western pasa a un cuento oscuro, con la venganza de fondo.
Beso
Hildy
Jajajaja, mi querido Alfredo, pero ya sabes que tu espíritu cascarrabias ¡¡¡estimula!!!… Es una de las cosas fascinantes del cine: las distintas miradas, los diálogos y debates que se establecen a partir de las imágenes y las maneras de contar las historias.
A mí la de Moretti me emocionó un montón. Ya me dirás si tienes ocasión de verla.
En cuanto la de Clayton me pareció por muchos motivos fascinante. No me ha quedado claro si la has visto o no. Pero si no la has visto, creo que va a interesarte bastante.
Beso
Hildy
Sí, sí que la vi, pero hace muuuuucho, la tengo que refrescar. Las otras no pienso refrescarlas, grrr…
Besos
Jajajajaja.
Yo no había visto nunca la de Clayton. Y fue una sorpresa de las buenas. Llevaba tiempo detrás de ella, sobre todo porque me interesó mucho la novela cuando la leí.
Beso
Hildy