Diccionario cinematográfico (96)

Boxeador: luchador o luchadora. Vidas duras. Golpes fuertes. Muchos boxeadores cinematográficos salen de unas vidas de exclusión social y el boxeo se convierte en salida y también en encierro.

Boxeadores inolvidables.

Que me decís de Terry en La ley del silencio o de Rocky Graciano en Marcado por el odio. Dos bellos con rostros de Brando y Newman en potentes historias de perdedores que salen adelante. Que se caen y se vuelven a levantar.

Hay campeones míticos, que se superan en la lucha, Stallone debe mucho a un Rocky interminable que llega a hombre jubilado. O hay perdedores que te dejan lágrimas en los ojos como ese Mickey Rourke que te hace llorar en cada escena de El luchador.

Pero si queremos seguir con más lágrimas no nos olvidemos de dos películas de mismo argumento. Luchador perdedor pero buena persona con hijo que sufre y le apoya. El clásico tenía el rostro magnífico de Wallace Beery. El más moderno, el de los setenta, el rostro bello de Voight. Ellos eran protagonistas de El campeón en distintas épocas.

Clint Eastwood nos presenta a heroína en una historia sobre lucha y muerte estremecedora. Ella es Maggie y la película Million Dollar Baby. Boxeo y muerte una mezcla de donde salen mucho arte y emociones.

Aparte de las risas que provocan esos genios que son Charlot o Buster Keaton en el ring, también intentó risas fallidas la musa de la comedia de los setenta, Barbra Streisand en Combate de fondo.

El cine negro nos regala tesoros como Cuerpo y alma donde John Garfield es Charlie Davis, un joven que cae en las redes de la corrupción y el poder que rodean el mundo del boxeo. Y la maravillosa Noche en la ciudad (otra modalidad de lucha greco-roma) donde se reflejan los tejemanejes alrededor de estos combates con sus víctimas y verdugos.

Nuestro paseo nos lleva también a Daniel Day Lewis en The boxer, otra manera de entender el conflicto irlandés a través de un joven boxeador que trata de dejar atrás su pasado y de abrir un centro de entrenamiento donde los jóvenes no caigan en la violencia política.

Otro inolvidable boxeador tiene rostro de Robert de Niro en su Toro salvaje y su representación de Jake la Motta, su ascenso y caída con la mafia alrededor.

Y nos vamos con Russell Crowe y su boxeador de la Depresión en Cinderella Man. Subir al ring para poder dar de comer a los suyos.

Puñetazos directos  al espectador con imágenes inolvidables y buenas historias. El recorrido es interminable.