Crítica Diario de un escándalo

Si os confieso la verdad y nada más que la verdad, Diario de un escándalo me pareció casi una película de Antena 3 al mediodía. Un telefilm para echar una buena siesta. Pero he puesto el casi. Y ese casi se debe a que la película se salva por las dos intérpretes protagonistas: Judi Dench y Cate Blanchett. 

Y es una pena porque me apetecía verla. No me aburrí y disfruté de los dos personajes femeninos pero se merecían otro tratamiento de la historia. Es una película de momentos, de interpretaciones. Pero el conjunto no funciona. Irá bien en sus pases televisivos después de comer pero no creo que pase a la historia del cine ni de sus dos divas. 

El argumento era jugoso. Un colegio de muchachos díscolos, una comunidad de profesores cansada y desencantada, una mujer mayor solitaria con un peculiar mundo interior que espera mucho de sus amistades femeninas y una nueva y hermosa profesora con una vida familiar difícil –pero no infeliz– que se deja seducir por la belleza y juventud adolescente.  

La mujer mayor elabora día a día un diario ácido, con mucho humor negro y muchas dosis de soledad. Y ve en la nueva profesora una vía de escape. Sólo sabe relacionarse desde la amistad absorbente rozando el lesbianismo. En realidad pide a gritos, un poco de contacto físico, compañía. La profesora nueva se encuentra en un momento crítico de su vida y se deja seducir por la juventud y el sexo por el sexo. Se mete casi sin quererlo en una relación prohibida con un muchacho de quince años. Por el disfrute. Cuando, Barbara, la vieja profesora gruñona descubre el secreto de su amiga…, empiezan los problemas. ¿Quién pide más? Sinceramente, yo. El desarrollo de la historia no me atrapa. Es una película correcta y punto. Con muchos momentos de frialdad y unos pocos personajes secundarios que piden a gritos más desarrollo. Película apta para disfrutar de las interpretaciones de dos divas del cine, Dench y Blanchett. 

Lo lamento porque la anterior obra del director Richard Eyre me encantó. Belleza prohibida me trajo una visión particular del teatro británico en el siglo XVII. La pareja protagonista tenía mucha química: Billy Crudup y Claire Danes. La historia era muy interesante y bien desarrollada. Los secundarios ayudaban a la trama. Buena ambientación y dirección…, pero no funcionó en España porque se hizo una publicidad absurda comparándola con Shakespeare in love. Y no tenía nada que ver (sólo el periodo histórico y el teatro isabelino). Por eso me adentraba con ganas en Diario de un escándalo, que por cierto, no me escandalizó nada.