Sesión doble de Bryan Forbes. Plan siniestro (Séance on a Wet Afternoon, 1964) / Las esposas de Stepford (The Stepford Wives, 1975)

El universo de Bryan Forbes como director y guionista indaga en las zonas oscuras y ambigüedades de sus personajes con una visión pesimista del ser humano, pero siempre dejando ver su capacidad de supervivencia. Forbes no se pasea por la zona de confort y sus películas se mecen en la incomodidad.

Plan siniestro (Séance on a Wet Afternoon, 1964)

Bryan Forbes y su universo oscuro e incómodo en Plan siniestro.

Plan siniestro abre y cierra con dos sesiones de espiritismo, donde la figura central es Myra (Kim Stanley), la médium. Myra es un personaje femenino complejo, pues nunca sabemos si es una fría farsante, si es una persona con graves problemas de salud mental y aires de grandeza, si es alguien marcada por un fuerte trauma, si realmente tiene ese don de comunicarse con el más allá o si se enfrenta día a día con los fantasmas y uno muy cercano domina su vida. De una sesión a otra, hay una historia, pero Myra continuará siendo un enigma.

Esta historia es brutal e inquietante (que se disfruta más si no se sabe nada de la trama), porque Myra además vive una relación de absoluta dependencia emocional con su esposo Billy (Richard Attenborough), un hombre apocado y enfermizo (con un asma que le impide trabajar), que termina siempre arrastrado por todas las decisiones de su mujer, tampoco sabemos si llevado por la debilidad o por un amor desesperado y mal entendido.

Uno de los motivos por los que Plan siniestro funciona es por la interpretación y la construcción de personajes que realizan sus protagonistas. Kim Stanley, una actriz de teatro que apenas se prodigó en la pantalla de cine, es capaz de aportar todos los matices necesarios a su enigmático personaje. Nunca deja ver realmente su naturaleza y juega hasta al final con una ambigüedad que enriquece a Myra, que tan pronto despierta la ira como la compasión. Billy es un genial Richard Attenborough, que clava a un ser humano débil y mediocre, pero consciente en todo momento de lo que están llevando a cabo. Su ambigüedad es otra: no sabemos si se deja manejar como un títere por una mujer dominante o realmente lo está haciendo por un amor mal entendido hacia su esposa.

Los dos llevan a cabo un retorcido y turbio plan para que el don de Myra sea reconocido en los medios; es deci, para obtener la fama. Según la mujer, tiene el beneplácito de una presencia muy cercana a ella con la que habla habitualmente, Arthur, y que se irá desvelando poco a poco quién es de verdad y qué le ocurrió. Myra convence de todo a Billy, porque los dos tienen que hacerlo por Arthur… El plan es secuestrar a la niña de un matrimonio con dinero. Mientras ellos la cuidan y piden un rescate por la cría, Myra se presentará ante el matrimonio y la policía para ayudarles a esclarecer el caso. Como le dice a Billy solo «han tomado prestada» a la niña.

Todo en Plan siniestro es incómodo y retorcido, pero inevitablemente desde que aparece Myra tras la llama de una vela es imposible no quedarse enganchado a este thriller psicológico. En la casa del matrimonio transcurren las sesiones de espiritismo, las conversaciones entre la pareja y es donde ocultan en una habitación impoluta y blanca, como de un hospital, a la pequeña secuestrada. En la intimidad del matrimonio se va viendo no solo su enfermiza relación, sino cómo se va complicando cada vez más el plan. Myra, en un recargado cuarto de estar donde suelen conversar, pone una y otra vez un mismo disco que según ella la concentra y esa música se convierte en un elemento perturbador más, unos coros con una melodía de Felix Mendelssohn («Hear my prayer») que llegan a inquietar en la calma y belleza que transmiten.

Bryan Forbes va combinando los momentos de intimidad de esta oscura pareja con la ejecución del plan: el escalofriante secuestro, el cobro del rescate, la visita de Myra a casa de los desesperados padres, la investigación de la policía, la ocultación de la niña cuando la policía va a investigar la casa del matrimonio, la estancia de la cría en el cuarto y su relación con el matrimonio… Y el plan siniestro incomoda aún más cuando todo se va torciendo y no se sabe muy bien cuál va a ser el paradero de esa niña secuestrada…

Las esposas de Stepford (The Stepford Wives, 1975)

Más incomodidad en el universo de Bryan Forbes en una de sus películas más conocidas: Las esposas de Stepford.

Un matrimonio con sus dos hijas deja Nueva York para irse a vivir a las afueras, a Stepford. De la ruidosa y dinámica ciudad de los rascacielos a la calma de una casa con jardín en una urbanización perfecta. Las esposas de Stepford lleva al extremo la conservadora filosofía del sueño americano en suburbia, las zonas residenciales que buscan construir un ideal de vida (y que tan bien ha reflejado la reciente exposición del CCCB en Barcelona), convirtiendo ese lugar paradisiaco en una auténtica pesadilla para su protagonista.

Esa es una de las lecturas de la película, la otra analiza la incomodidad que siente la esposa, Joanna (Katharine Ross), ante las demás mujeres de Stepford, mujeres perfectas, sumisas, amas de casa y totalmente entregadas a la felicidad de sus esposos. Por suerte, contacta con Bobby (Paula Prentiss), otra joven que lleva también poco tiempo en la urbanización, y que como ella se siente extraña y desubicada en Stepford. Ellas son notas discordantes entre las mujeres. Pronto conocen también a Charmaine, otra vecina recién llegada como ellas y con personalidad propia.

A Joanna la van sorprendiendo cada vez más cosas, como que su marido le diga que tiene que formar parte de una asociación en la urbanización dondo solo participan los hombres, las mujeres tienen vedada la entrada. Tanto Joanna como Bobby empiezan a detectar comportamientos extraños en sus vecinas y no comprenden muchas de las reuniones, peticiones y decisiones de los hombres. Al principio se lo toman a guasa, pero según pasa el tiempo su mirada se va transformando.

Primero, intentan relacionarse con las mujeres y crear una asociación entre ellas que fracasa (pues las vecinas no participan, no se abren ni se relacionan, solo terminan aconsejándose productos de limpieza), después empiezan a investigar qué está ocurriendo realmente y, al final, se asustan y se rebelan, no solo por algunos descubrimientos que van haciendo, sino porque de un día para otro Charmaine se vuelve como las demás mujeres de Stepford. Eso asusta a Bobby y convence a Joanne de que ambas hablen con sus maridos y les propongan irse de allí.

Bryan Forbes presenta un paraíso que se va convirtiendo en un lugar siniestro y terrorífico. Y el sueño americano lo va convirtiendo en una distopía horrible. La investigación y rebeldía final de Joanna ante los acontecimientos que sufre la lleva a hacer el descubrimiento más horrible y cuál es el secreto de las mujeres perfectas de Stepford. Va al meollo de la cuestión, pero lo terrible es que no tiene escapatoria.

Los colores pastel y la perfección de la urbanización se van transformando en una atmósfera enrarecida por aquellos que la habitan. Hay algo terrorífico en esa calma educada, equilibrada y perfecta.

Desde el principio contrasta la perfección, pulcritud y sumisión de las mujeres con unos hombres que campan a sus anchas, con la imperfección como bandera. Bajo la mirada de Joanna cada vez son más oscuros y extraños. Hay un momento realmente incómodo en el que el marido les invita a casa y la invitan a que se quede en la reunión. Ella se sienta en una silla con una copa y se siente observada, pero también que no es invitada a participar ni a intervenir. Se siente totalmente en un rol de mujer florero que la incomoda visiblemente. El más siniestro de todos los invitados es un soltero que ha trabajado en Disney, la productora que ha creado mundos de ensueño. Joanna se sorprende con las reacciones de su marido y se va convirtiendo en un extraño para ella.

Las esposas de Stepford adapta una novela de Ira Levin, una sátira que reflejaba los temores de los hombres por su pérdida de rol e identidad ante la liberación de las mujeres y la fuerza del feminismo.

De hecho, en el momento de su estreno, fue una película controvertida, pues hubo reacciones encontradas entre teóricas del feminismo. Algunas vivieron la película como una burla y simplificación del movimiento y de las ideas feministas. Les causaba incluso risa. Y otras sí que vieron un buen reflejo en la película de los hombres y sus aspiraciones respecto las mujeres. Lo que sí es cierto es que tanto el novelista, como el director, como el guionista (William Goldman, que tuvo varios encontronazos con Forbes) eran hombres reflejando bajo su mirada aspectos del movimiento de liberación de las mujeres.

Las esposas de Stepford arranca de una manera perfecta, que aporta el tono necesario. Joanna sube al coche con sus hijas, antes de marcharse de la ciudad, y hay algo que capta su atención. Un chaval arrastra por la calle a una maniquí desnuda. Sale del coche y capta la imagen con su cámara, pues es fotógrafa. Joanna es muy observadora. Cuando llega su marido para subirse al coche e irse a su nuevo destino, su hija pequeña le dice que ha visto cómo un hombre llevaba a una mujer desnuda por la calle. Su padre le contesta, riéndose: «Por eso, nos vamos a Stepford». Esas palabras cambiarán totalmente de sentido al final de la historia, como toda la secuencia en sí. Bryan Forbes sabe muy bien cómo empezar su particular relato de terror.

Las esposas de Stepford es una película, de nuevo, incómoda de Bryan Forbes, que no deja indiferente y saca al espectador de la zona de confort. A través de sus fotogramas surgen un montón de temas que aún se debaten. De hecho, sigue siendo una sátira que remueve y genera ganas de hablar.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

17 comentarios en “Sesión doble de Bryan Forbes. Plan siniestro (Séance on a Wet Afternoon, 1964) / Las esposas de Stepford (The Stepford Wives, 1975)

  1. Querida Hildy, no he visto ninguna de las dos (están un poco por fuera de mi circuito temporal, jaja) pero cuánto tienta tu texto. Sobre todo la primera, de la que ya imagino el tono.-
    En cuanto a la segunda, si bien no la he visto, debo haber visto la remake de los años 2000 aunque más no sea por encima, y la fórmula se ha repetido con otras explicaciones finales (a veces, quien está detrás de ese mundo aparentemente perfecto y ordenado es una gran corporación, a veces el mismísimo Diablo).-
    Veré si me puedo hacer de alguna copia de estas películas para sumarlas a mi lista de pendientes.-
    Te mando un abrazo enorme, enorme. Espero que tu madre se encuentre mucho mejor, Bet.-

  2. Hola Hildy
    También tiene su aquél que el «plan siniestro» te llevé -sin médium ni ná- hasta «Family Plot, Hitchcock 1976» y que de Stepford a «Mujeres desesperadas» no haya ni un CentroComercial de distancia; eso sí el simbolismo made in setentas lo permutan en «los problemas del primer mundo» (creo, no he visto la serie pero con Katharine Ross y con Paula Prentiss he soñado muchas veces).
    Por cierto, la peli argentina «las viudas de los jueves» merece la pena y también bebe, en cierta forma, de las esposas de Stepford (disponible en rtveplay, fin del espacio comercial, je, je).
    Un saludo, Manuel.

  3. Conozco, pero no he visto ninguno de los dos films. Me parecen muy interesantes, especialmente “Plan siniestro” (horrible título para el muy sugerente “Seance on a wet afternoon”). “Las mujeres de Stepford” se volvió a poner en valor tras su remake, en clave cómica, protagonizada por Nicole Kidman. Nada que ver con su, aquí sí, muy siniestro precedente. Me hizo gracia que en un comentario de Youtube sobre un análisis de esta película, alguien dijo que esas “mujeres florero”, sumisas y sin personalidad, no eran para nada una autentica fantasía masculina. ¡¡¡¡¡Que el ideal de mujer (robotizada) sería una complaciente máquina sexual de grandes tetas!!!! Y pienso que quien escribió tal cosa tiene bastante razón. Está claro que Ira Levin escribió una novela de misterio/ terror con intención política, para reflejar la indignación y rechazo que en muchos hombres había provocado la revolución feminista de los 60 y el nuevo papel de la mujer. El querer introducirse en el mercado laboral, compitiendo por los mismos trabajos con los hombres y reclamando su lugar en el espacio público fuera del hogar. 60 años después, eso está bastante asumido en el mundo occidental. Creo que la complaciente máquina sexual de tetas grandes, sería la fantasía masculina del siglo XXI (y puede que también fuera la dos los 70) De hecho ya existe. Y seguramente lo mejor sería poder apagarla cuando quisieran…

  4. De Forbes he visto la bonita “La zapatilla y la rosa: la historia de Cenicienta” Con una pareja protagonista poco estimulante, aunque cante muy bien. Una película muy clásica, con bonitas canciones de los hermanos Sherman que no parece de los 70.
    También vi “Cuando el viento silba” con Hayley Mills y Alan Bates. La dieron una tarde de sábado (¡qué tiempos! ¡Pelis en blanco y negro la tarde de los sábados!) y el lunes era la película que todas las niñas de mi clase de cole de monjas comentaban. Y las monjas y las profesoras seglares (“más papistas que el Papa”) nos escuchaban, pero intervenían preocupadas porque la película no era muy canónica…
    Ganas de ver de este director “The Raging moon”( titulada aquí de manera cursilona y diría que gramaticalmente incorrecta “Amor es mi vida”) protagonizada por su esposa Nanette Newman y el siempre inquietante Malcolm McDowell. Y sobre todo “La habitación en forma de L” con la encantadora Leslie Caron…Otra actriz que en cualquier momento nos informaran que ha muerto ¿No podría substituir a la ubicua Judy Dench como actriz de referencia de la tercera edad?
    Feliz septiembre
    PD. He visto dos veces la exposición del CCCB “Suburbia”. Una a solas y otra guiada…Se notaba que el joven guía, que por otro lado, hizo una buena visita, no había visto la peli de Forbes…

  5. ¡¡¡¡Sí, mi querida Bet, yo también vi primero la protagonizada por Nicole Kidman y Matthew Broderick!!! Sí, lo que habla y plantea es muy interesante. Y cómo puede plantearse y tocarse.
    «Plan siniestro» tiene un tono superincómodo, oscuro… y, nunca mejor dicho, siniestro. Es una película que merece totalmente la pena, pero que da un mal rollo, jajajaja.
    ¡Ay, Bet, cómo crece nuestro baúl de películas pendientes, pero qué bueno!

    Beso
    Hildy
    PD: MI madre va mejorando cada vez más, lo lucha.

  6. Manuel de mi alma, no me extraña que sueñes con Katherine Ross y Paula Prentiss, qué interesantes son estas mujeres, qué estilazo tienen y qué bellas, jajaja.
    Bueno, bueno, bueno, qué sesión doble más increíble te has marcado Family Plot y Plan siniestro. Con el mundo médium y el cine nos hemos topadoooo.
    Qué buena pinta tiene la película argentina de Las viudas de los jueves. Tomo nota, por supuesto, de la recomendación.
    Beso
    Hildy

  7. Querida Lilapop, jajaja, me parto con la fantasía sexual femenina del siglo XXI. Te cuento que ahí estuvo la discusión que tuvieron Goldman y Forbes, en la forma de reflejar esa fantasía. Goldman quería mujeres explosivas, jóvenes y a lo playboy, pero Forbes cambió la apariencia más hacia amas de casa perfectas, sumisas y recatadas, por el personaje que dio a su mujer Nanette Newman. ¿Curioso, verdad?
    De Forbes me gusta mucho Cuando el viento silba. Y la película de Leslie Caron es superinteresante (aunque solo la he visto una vez y no la tengo muy fresca, la verdad), jugando en el terreno oscuro del ser humano, pero también en su naturaleza de superviviente.
    También me gustaría ver, como a ti, «The Raging moon” y aporto otra que muero de ganas por verla: la protagonista es una abuela, The Whisperers.

    Beso
    Hildy

    PD: ¡¡¡Me encantó la exposición de Suburbia del CCCB!!! ¡La disfruté muchísimo!

  8. Muy interesante “Suburbia: la construcción del sueño americano” en el CCCB.
    Respecto a “Las mujeres de Stepford” estoy con Goldman en cuanto a “fantasía masculina”. Cuando yo me refería a “complacientes máquinas sexuales” por supuesto siempre que estas tuvieran forma de mujeres espectaculares. Si que es cierto, que creo que resulta más siniestro para nosotras que nos conviertan en “mujeres florero” sumisas con encefalograma plano.
    También tengo ganas de ver “The Whisperers” y es curioso, su protagonista Edith Evans a la que soy incapaz de imaginar joven, tenía 79 años cuando hizo la película. La vemos como una abuelita y tenía la misma edad que Helen Mirren. Meryl Streep tiene 75, Glenn Close 77, Diane Keaton 78. A ninguna de ellas las catalogamos como ancianas. Seguramente si se hiciera un remake lo protagonizaría Judy Dench que tiene 90 ¡Como ha cambiado la percepción de la edad!

  9. Anda que no le han copiado veces la jugada de «Las esposas de Stepford»… Qué peculiar Bryan Forbes, pero cuánto ha inspirado a otros. Me encanta que hayas mencionado el retrato del tipo de Disney; como te puedes imaginar, me gusta especialmente cómo se le trata en la película (yo también he conocido a uno, y tuve exactamente la misma sensación).

    «Plan siniestro» no he podido verla aún, pero me interesa muchísimo esa atmósfera cotidiana que se convierte en escenario inquietante y enrarecido… Parece mis reuniones de vecinos…

    Besos

  10. Sí, yo las películas que he visto hasta ahora de él, mi querido Alfredo, me han gustado bastante. Sus película como bien dices son bastante peculiares. Hay una mirada incómoda, oscura y pesimista, pero a la vez hay un espíritu de supervivencia, una ternura hacia el ser humano imperfecto. Sus historias dan para hablar mucho. «Plan siniestro» es una película que atrapa en su incomodidad.

    Beso
    Hildy

  11. Hola Hildy. No conozco estas peliculas ni a este cineasta. Si alguna de ellas la he visto sera en un pasado remoto y no la recuerdo.
    Al seguir tu blog me doy cuenta que hay una gran parte de la historia del cine que va quedando en el olvido y que es interesante rescatar. Es curioso que mientras hay clasicos como El apartamento, Tiburon, El hombre tranquilo, Blade runner, Doctor Zhivago, etc. Que podemos haber visto muchisimas veces, o que decir de muchas peliculas de Clint Easwood, emitidas por television hasta el agotamiento, hay peliculas que mereciendo muchisimo la pena nos son desconocidas.
    Claro que se puede bucear ahora en las plataformas o en internet, y siempre quedan personas como tu, Hildy, que nos descubren joyas ocultas. Bueno, tambien estan las bibliotecas con sus colecciones de DVD, que ya cada vez parecen algo del pasado, casi mas que del presente-futuro.
    Supongo que siempre habra gente con la voluntad arqueologica de redescubrir lo mas antiguo, como por ejemplo las obras del cine mudo; o tambien investigar en cinematografias mas exoticas como las orientales por ejemplo.
    Es lo que me gusta de leer tu blog. Aunque muchas veces no veo las peliculas inmediatamente, o simplemente no las veo, me gusta saber que estan hay esperando ser rescatadas del olvido.
    Yo ahora he perdido la ansiedad o la urgencia de verlo todo que tenia cuando era joven, en estos momentos soy mas calmado, menos obsesivo. Al darme cuenta que es imposible abarcarlo todo me he tranquilizado. Pasa igual con la musica o con la literatura. ¡Son tantos los libros que nunca leeremos!
    Ademas, cuanto mas pasa el tiempo tambien sentimos la necesidad de releer o de revisar peliculas que nos gustan. Es paradogico que cuanto mas vemos, mas escuchamos, mas leemos, mas se abre el campo de estudio. En vez de disminuir, el abanico de posibilidades aumenta. Necesitariamos muchas vidas humanas para continuar indagando, y nunca terminariamos. Asi que sigamos manteniendo la curiosidad pero sin agobiarnos por aquello que no alcanzamos o no tenemos tiempo de apreciar.
    Intentare conseguir alguna de las peliculas que nos traes hoy aqui.

    Un beso.

  12. Queridísimo Luis, ¡lo de las colecciones de DVDs en las bibliotecas tienes razón! Son muy buenas.
    ¡Yo sigo teniendo y adquiriendo DVDs además de las plataformas! Y en las bibliotecas he encontrado tesoros.
    Sí, nos quedan un montón de películas, libros, cuadros, canciones, esculturas, obras de teatro… por conocer, pero ahí están. Nos esperan. Y disfrutemos con calma de lo que podamos.
    Lo importante es lo que has dicho mantener la curiosidad.
    Beso
    Hildy

  13. De Bryan Forbes he visto varias, incluida ese «Plan siniestro» («La habitación en forma de L», «The Wrong Box» , «La loca de Chaillot»), que debería volver a verlo, pues me acuerdo ligeramente de la película. «Las esposas de stepford» aún no la he visto, pero la tengo a tiro, forma parte de mi colección, así que, tarde o temprano la veré.
    Abrazos!

  14. Querido Ethan, ¿y qué te parece Forbes? A mí me resulta interesante porque tiene una mirada especial sobre el mundo y el ser humano. Y me gusta cómo cuenta y cómo plantea sus historias. ¡A mí Las esposas de Stepford me parece una película superinteresante de analizar!
    Beso
    Hildy

  15. Sí, me gusta el cine de Forbes, tiene una visión algo retorcida del ser humano, con cierto humor negro en sus películas que las hacen muy atractivas.
    Más abrazos!

  16. Hola Hildy. Ya he visto Plan siniestro de Bryan Forbes. Es una historia de intriga y suspense muy bien contada y que nos mantiene atentos a lo que sucede en pantalla. La pelicula es visualmente atractiva cuando sale del ambito mas claustrofobico de la casa, en las escenas del metro o de la naturaleza.
    Al final no sabemos realmente si hay un poder paranormal en la mujer o es todo fruto de su imaginacion.
    Me ha resultado curioso ver en el reparto al actor que era atacado en su casa en la Naranja mecanica de Kubrick, pero claro al ser una produccion Britanica es normal.
    De ahora en adelante tendre en cuenta a Bryan Forbes. Ya no es un desconocido para mi.

    Un beso.

  17. Queridooooo Luis, pero qué bueno que la hayas visto y que además te haya gustado. Sí, la secuencia del secuestro o la del metro y el dinero del rescate son muy buenas. Es precisamente también ese mal rollo en la casa y esa ambigüedad con el personaje de Kim Stanley lo que da más puntos para que la película atrape totalmente e incomode un montón.
    Sí, a mí las películas que he podido ver de Forbes me han sorprendido un montón.
    Ostras, qué bueno que te hayas dado cuenta. ¡Yo no había caído! Me encantan esas cosas. No había caído que el inspector jefe de la policía (con esa secuencia genial del final) es el escritor intelectual al que atracan en La Naranja Mecánica. Qué fuerte. Jo, tiene una buena filmografía Patrick Magee.
    Beso
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.