Me he escapado a la sala de cine dos días en agosto. Una, para ver la última de Robert Guédiguian, Que la fiesta continúe. Y otra, entré a esta película de Dani de la Orden, que me ha sorprendido muy gratamente. Me gustan las películas de reuniones familiares. Sí, sobre todo si son reuniones tragicómicas. En Casa en llamas hay bastante humor del negro con tragedia de fondo… La reunión va siendo cada vez más caótica para al final mostrar a cuatro personas que están muy solas. Secretos, confesiones y otros asuntos muestran la mezquindad de los personajes, pero a la vez los hace más y más humanos. Al final, sí, esa familia ha creado un entorno tóxico, que ataca y pone de los nervios, pero es el único refugio seguro, donde cada cuál conoce al otro tal y como es.
Sí, la casa en llamas, pero al final todos se aguantan juntos. Y es que el título de la película de Dani de la Orden es el nombre de un juego que propone una psicóloga de la Gestalt: les pide a los personajes que imaginen un lugar que les tranquilice, que luego piensen que se quema, que está en llamas, y ellos están atrapados. Entonces alguien surge de entre las llamas para salvarlos. La psicóloga les explica la dinámica: si han imaginado un sitio cerrado, los problemas están en el interior de uno. Si han soñado con un lugar abierto, los problemas vienen de fuera. Y la persona que surge de las llamas es la más importante de sus vidas, la que puede echarles una mano. El juego está servido. Todos han jugado… y se darán cuenta de qué es lo que han imaginado…
La premisa es sencilla: un matrimonio divorciado y sus dos hijos se reúnen un fin de semana en la casa familiar que tienen en Cadaqués. Los personajes externos a este núcleo son fundamentales, porque con su mirada se entiende mucho mejor las dinámicas tóxicas y las incomodidades del grupo: la novia del hijo, la nueva novia del padre (la psicóloga en cuestión), el marido de la hija y sus dos pequeñas.
Casa en llamas es un artefacto perfectamente construido. La madre es la que organiza todo y ni siquiera un acontecimiento trágico, del que no dice nada, hará que suspenda ese fin de semana. El motivo central por el que todos van a la casa es porque la madre quiere venderla y desea que le ayuden a vaciarla. A partir de ahí todo lo que va ocurriendo va in crescendo hasta llegar al momento catártico.
Una de las grandes bazas de la película sin duda es el reparto. Cada uno de ellos construye su personaje a la perfección (Emma Vilarasau, Enric Auquer, María Rodríguez Soto, Alberto San Juan son el núcleo familiar y las dos novias ajenas al clan, unas estupendas Macarena García y Clara Segura). Y los miembros de esa familia logran algo muy complicado: sus personajes son imperfectos, muy imperfectos y es difícil empatizar con ellos, incluso que te caigan bien, pero les terminas acompañando en todo el periplo que viven y deseas realmente que alcancen la calma y la paz.
Con Casa en llamas ríes, pero también uno se siente tremendamente incómodo con las distintas situaciones que se van desarrollando a la vez que vas entendiendo todo lo que ocurre. Porque al final la película habla de la fragilidad de los seres humanos, de las vulnerabilidades que acarreamos, de las mezquindades cotidianas y de esa soledad que finalmente todo ser humano siente ante las dificultades de la vida. Porque al final la película habla de que la familia es una entidad muy compleja, pero, a veces, está formada por las únicas personas que conocen todas tus virtudes y miserias…
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Hola Hildy
Fíjate, según te leía pensaba que estas familias «volcánicas» eran muy del cine francés, pero luego he pensado que, antes de los Torrentes, nuestra gran saga comercial ha sido: «La Gran Familia», «La Gran Familia… y uno más», «La Familia bien, Gracias» y «La Familia treinta años después» (por fechas está al caer una continuación pero no-me-preguntes-porqué creo que no la dirigirá de la Orden juas, juas).
Supongo que la comparación más próxima sería «Tres días con la familia, Mar Coll» que tampoco está mal.
Un saludo, Manuel.
Manuellllll, pues superacertado con «Tres días con la familia» de Mar Coll, otra película que disfruté bastante en su día. Las dos podrían hacer una buena sesión doble. Cambia el tono, pero hay bastantes similitudes en lo que cuentan.
La verdad es que saldría un buen tema para ensayo o reportaje sobre cómo se ha reflejado la familia en nuestro cine a lo largo de las décadas. En tu comentario has dejado varios títulos para ir tirando del hilo.
Beso
Hildy
Hola, Hildy
«Casa en flames » ha sido la película del verano en Barcelona. Diría que en toda Cataluña (en aquellos municipios que aún tienen salas de cine, claro). Críticas buenísimas, el «boca-oreja», entrevistas en muchos medios a sus protagonistas y director y la convicción de que es la película de la temporada que no te puede perder. De hecho, lleva todo el verano en varios cines y en todas las sesiones, algo que ya pasa muy poco en estos tiempos donde a lo que una película no funciona el primer fin de semana, tiene pocos números para seguir proyectándose.
A mí me pasa una cosa. No dudo que pueda ser un defecto. Cuando me intentan convencer desde muchos ámbitos que no me puedo perder una película, le acabo cogiendo manía y no voy. Por lo general, la gente que va poco o nada al cine es la que más te convence de lo imprescindible de ir a ver ciertos films. Debe ser que como para ellos, ir a las salas a ver una película es un acontecimiento, eso ya convierte al film en extraordinario. Seguro que algunas veces me he equivocado con esta actitud, pero por lo general, cuando más adelante me he encontrado con el film en cuestión, esa “obra imprescindible”, advierto que, efectivamente, no era para tanto.
Con «Casa en flames” me pasa eso. Quizá esta película sea el trampolín definitivo para que Emma Vilarasau pueda volver a tener una segunda oportunidad en el cine. Protagonizó “Los sin nombre” de Balagueró e intervino en películas de inicios del 2000 como “Para que no me olvides” o “Mujeres en el parque”. Después esta carrera no continuó, quizá porque la industria del cine está básicamente en Madrid y ella prefirió quedarse en Cataluña, donde en estas últimas dos décadas se ha convertido en la reina indiscutible de la escena catalana, y durante mucho tiempo, también fue la reina de los culebrones de TV3.
Hoy por hoy no tengo el cuerpo para dramas/comedias de familias “pijas” catalanas (lo que ante llamábamos burguesía) Por lo que he visto, leído y “me huelo”, sospecho que será el típico (y cansino) retrato de mujeres agotadas y decepcionadas por la vida familiar y los sacrificios hechos por su causa y hombres inmaduros y egoístas. Y con catarsis final (no en sentido griego clásico, claro) Pues muy bien, esta historia ya la he visto. Varias veces. Solo que esta ocasión pasa en Cadaqués.
Feliz septiembre, Hildy
P.D. “Tres días con la familia” me pareció muy buena. Así como la siguiente obra de su directora Mar Coll, “Todos queremos lo mejor para ella”. Muy buen retrato de personajes y relaciones, sin caer en estereotipos.
¡¡¡Lilapop, a mí me sorprendió muy gratamente!!! Si te digo la verdad lo pasé muy bien. Me gustó ir al cine a verla. Y dentro de que está enmarcada dentro de esas películas de reuniones familiares, está muy bien construida, bien interpretada y pasas un rato bueno. Jajaja, fíjate que yo, raro en mí, no sabía na de na sobre la película. Y te vas a reír, una de las cosas que me animó a verla fue que entre sus intérpretes estaba Enric Auquer, uno de mis nuevos consentidos.
Por cierto, también vi hace unos días a Auquer con María Rodríguez Soto en «Mamífera», y qué bien están de nuevo los dos en otra película que me resultó interesante tanto por lo que cuenta como por cómo lo cuenta.
Beso
Hildy
Bueno, pues me la apunto por ser vos quien sois, como suele decirse, porque esta cosecha reciente de películas «necesarias» no me convence demasiado con sus insustanciales conflictos pequeñoburgueses elevados a crisis vitales monumentales que, por lo visto, tienen que importarnos mucho, pero que, puestos a hacer realismo social, nunca responden a los auténticos problemas de la gente. «Mamífera», por ejemplo, ya que la citas. Vaya par. No me resulta creíble ni verosímil nada de lo que pasa, pero es que además me parece profundamente hipócrita en el enfoque que utiliza. Pero es que, además, es ver que Dani de la Orden dirige algo y, vista su trayectoria, tacharlo de inmediato de la lista. Insisto, sin embargo: esta me la apunto por ser vos quien sois.
Hala, empiezo el curso en forma, jajaja…
Besos
Jajajaja, menuda responsabilidad, mi querido Alfredo. A mí «Casa en llamas» sí que me tocó la fibra y lo pasé bien viéndola por todos los motivos que describo. Su tono tragicómico con gotas de humor negro y mala leche me gustó.
«Mamífera» me resultó interesante y me gustaron los dos. Me gustó cómo enfoca el tema de mujeres que no tienen ninguna necesidad de ser madres, simplemente el conflicto es cuando esa mujer que tiene claro que no quiere ser madre se queda embarazada. La película plantea solamente que aún hoy la decisión no es tan fácil ni se comprende del todo. Y creo que lo hace bien, y decide hacerlo con un tono dramático. A mí sí me gustó, porque genera ganas de hablar del tema. Incluso me interesó esa decisión de contar los sueños de la protagonista desde su vertiente artística, con collages.
Beso
Hildy