El ángel vestido de rojo (The Angel Wore Red, 1960) de Nunnally Johnson

El ángel vestido de rojo o el amor imposible entre un cura y una prostituta en la Guerra Civil española.

El ángel vestido de rojo supuso un rodaje tan sumamente conflictivo que supuso la última película como director del también guionista y productor Nunnally Johnson. Es uno de esos largometrajes que he perseguido por múltiples motivos durante años, y, por fin, ha caído en mis manos. Tengo tres motivos principales por los que quería localizar esta cinta, pero el análisis de esta película irregular es gozoso por muchas otras vertientes que iré desglosando en el texto. Es una de las más desconocidas de la filmografía de Ava Gardner, poco se escribe de ella y normalmente de pasada o proporcionando información que conduce al equívoco. Forma parte de esa colección de producciones del Hollywood clásico que trató el tema de la Guerra Civil Española desde diferentes miradas. Y tiene uno de esos rodajes infernales con un anecdotario amplio alrededor de él.

Como explicaba Javier Coma, en su libro La brigada de Hollywood. Guerra española y cine americano (Flor del Viento, 2002), no era la primera vez que en una película de Ava Gardner salía la Guerra Civil: no hay más que visitar Las nieves del Kilimanjaro (The Snows of Kilimanjaro, 1952) de Henry King o La condesa descalza (The Barefoot Contessa, 1954) de Joseph L. Mankiewicz. Para Coma la película que nos ocupa «quedó muy lejos de la valía creativa de las dos anteriores y es recordada preferentemente porque toda la acción se desarrolló en España desde los mismos comienzos de las hostilidades».

Los despropósitos vividos durante el rodaje; la poca confianza de la MGM en el proyecto y sus continuas intervenciones; la compleja coproducción con Italia; la desilusión que fue arrastrando Nunnally Johnson, al verse totalmente ninguneado y no contar nada con él durante el proceso de montaje y posproducción, que terminó contagiando también a los actores principales: Ava Gardner y Dick Bogarde… perjudicó no solo el resultado final, sino que ni siquiera se hizo el más mínimo esfuerzo en la distribución.

El ángel vestido de rojo es un largometraje que también hay que contextualizarlo en la guerra fría en Hollywood, donde coleaban todavía las listas negras y la caza de brujas, y donde muchas películas explicitaban su anticomunismo. No obstante, en un principio para Nunnally Johnson fue un proyecto ilusionante, al igual que para sus intérpretes, pues pensaba acercarse a la historia bajo los postulados neorrealistas.

Ava Gardner estaba en un momento crucial de su carrera, liberada del férreo control del estudio que la había «creado», ahora podía tomar las riendas de su carrera y elegir sus papeles. Ava quería sentirse una actriz y no ser el animal más bello del mundo, tal y como la habían promocionado en MGM. Le interesó ese personaje de una prostituta en la Guerra Civil. No la asustaba el reto de interpretarla con realismo, sin maquillajes ni vestuario glamuroso. Ya en La hora final había prescindido de todo el glamur, y se había sentido cómoda. Emprendió la aventura como un gran reto de su carrera como actriz.

Nunnally Johnson escribió el guion a partir de una novela de Bruce Marshall, The Fair Bride. Johnson había escrito guiones tan inolvidables como Las uvas de la ira, La mujer del cuadro o Las llaves del reino. En esta última, el protagonista también era un sacerdote. La novela que le sirvió como fuente de inspiración había sido escrita por Marshall, un escritor católico. Muchos de sus libros eran protagonizados por sacerdotes con crisis de fe que luchaban por recuperarla, The Fair Bride no era una excepción. El elemento más extraño de la historia está también presente en la película: la búsqueda de una reliquia de sangre de San Juan y la creencia de que quien la tenga en su poder puede ganar la guerra.

El ángel vestido de rojo comienza con un desaprovechado personaje: un corresponsal de guerra estadounidense (Joseph Cotten) al que le encargan que busque una historia humana que le ayude a contar lo que está pasando en España. Esa historia será la de un joven sacerdote católico, Arturo (Dirk Bogarde), que reniega de la Iglesia, y Soledad (Ava Gardner), una prostituta. La película transcurre en una ciudad española justo cuando empieza la guerra en 1936.

Arturo, antes de que estalle, tiene una discusión con su superior, el obispo (Finlay Currie), cuando ve que este está más interesado en cómo entran vestidas las mujeres en la iglesia que en la falta de fe de la gente. Arturo echa en cara al obispo lo alejada que está la Iglesia, como institución, de los trabajadores y de lo que está ocurriendo en las calles. Ante la falta de respuestas, toma la decisión de abandonar los hábitos.

Justo entonces estalla la guerra, y el obispo encomienda, preocupado, al sacerdote Canon Rota (Aldo Fabrizi) que resguarde la reliquia y que no llegue a manos equivocadas. Las manos equivocadas para el obispo son las del Gobierno legítimo, la República, y las adecuadas son las de los rebeldes, el bando nacional, el de Franco. Efectivamente, los republicanos descubren la leyenda de la reliquia cuando al asaltar la catedral, el pueblo clama por encontrarla… Y pondrán todos los medios para buscar dicho objeto, incluso la tortura. Arturo y Canon Rota se convierten entonces en curas fugitivos y los republicanos no pararán hasta detenerlos…

Curiosamente, no se rodó la película de Johnson en España, porque el régimen de Franco no vio con buenos ojos esa historia de amor entre el cura y la prostituta. Y tuvieron que filmar en Roma. Así que El ángel vestido de rojo se convirtió en una coproducción italiana con la presencia de actores como Vittorio de Sica, Aldo Fabrizi (como ya hemos señalado), Enrico Maria Salerno o Nino Castelnuovo.

Johnson tuvo pesadillas con la producción italiana, incluso parece ser que lidió con la mafia (en algunos sitios eran los que controlaban todo el tema de los extras, por ejemplo). No solo fue perdiendo la ilusión, sino que además la propia MGM cuando vio lo que estaba rodando bajo aires neorrealistas, echó todo por tierra, sin miramientos. Entre otras cosas, una de las condiciones fue que Ava Gardner tenía que salir peinada, maquillada y con un vestuario especial para ella. La desilusión se adueñó del rodaje.

Como curiosidad no hay más que leer las palabras del otro implicado en cuestión Dick Bogarde: «Ava y yo hicimos una película espantosa de un cura y una prostituta en España durante la guerra civil, que, cuando se estrenó, según parece para diez esquimales en el norte de Alaska, desapareció al día siguiente y se hundió sin dejar rastro. Fue un golpe muy triste tanto para nosotros dos como para nuestro cortés, civilizado escritor-director Nunnally Johnson, que, después de batallar con la empresa de Hollywood que quería que todo fuese bonito y fascinante (“un hombre y una chica en un Madrid en llamas”, ese tipo de cosas), mandó todo al diablo y se dio por vencido; como tuvimos que hacer Ava y yo» (testimonio recogido en Ava Gardner, Fotogramas Libros, 1988).

Cuando uno se enfrenta al visionado de El ángel vestido de rojo, se encuentra con varias sorpresas. Lo más hermoso es la historia íntima entre el cura y la prostituta y las secuencias que más merecen la pena, con Giuseppe Rotunno de por medio, son las que van describiendo su historia de amor, aunque finalmente no esté bien resuelta, pues donde más tendríamos que haber sufrido, nos queda una fría impresión.

Sin embargo, no desmerecen muchos de sus encuentros íntimos: cuando se conocen durante un bombardeo; su reencuentro en el cabaret; cuando él se oculta en casa de Soledad; una vez que ya son amantes, un día al lado del mar; una vez que los dos son detenidos y van juntos con otros civiles de la ciudad como rehenes de guerra, los momentos que pasan mientras descansan de la larga caminata… Se nota que Ava y Dick se hicieron buenos amigos, y hay una química especial entre ellos.

La visión de la contienda no deja de estar de fondo, como una especie de pesadilla irreal e incomprensible, con lo místico y trascendental alrededor de la historia. Si bien es cierto que los republicanos no salen muy bien parados (además de mezclar todo tipo de símbolos y términos); por ejemplo, el capitán con rostro de Enrico Maria Salerno es un personaje oscuro y el general interpretado por Vittorio de Sica parece salido de otro planeta, y siempre quejándose porque las guerras han cambiado demasiado; tampoco es que el bando nacionalista salga mucho mejor parado. Y se puede ver cuando se encuentran con todos los rehenes en la iglesia, no son dibujados como salvadores, sino que deciden que lo mejor para dejarse de problemas es fusilarlos a todos, sin hacer muchas preguntas.

Curiosamente sí que quedan algunos ecos de un cierto neorrealismo en el personaje del sacerdote Canon Rota y cómo cuenta su odisea. Si Aldo Fabrizi sufrió lo indecible en la impactante Roma, ciudad abierta en manos de los nazis; aquí en El ángel vestido de rojo quienes le hacen la vida imposible son los republicanos que le detienen. El tratamiento de su personaje y cómo se cuenta su historia es lo más cercano a una influencia del neorrealismo italiano.

El ángel vestido de rojo es de esas películas imperfectas y extrañas que precisamente por eso tienen un halo especial, distinto. Son rarezas que por muchos motivos merece la pena indagar en ellas. Sí, a pesar de la desidia y dejadez final, de un montaje que se hizo sin ningún cuidado ni respeto, del desencanto de todos los implicados…, hay ciertos momentos bellos que se pueden atrapar durante su visionado en esa historia de amor imposible entre una prostituta que arriesga todo por amor y un sacerdote que se enamora perdidamente, pero recupera también su fe.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

14 comentarios en “El ángel vestido de rojo (The Angel Wore Red, 1960) de Nunnally Johnson

  1. Eres una buscadora incansable de películas olvidadas como si fueran perlas escondidas. Esta de «el ángel vestido de rojo»:es de las que apetece ver tranquilamente. Gracias por recuperarla.

  2. Querida Hildy, siempre resulta curioso mirarse en ese espejo desformante del Hollywood clásico reflejando la historia y la cultura de uno. En este caso por lo visto, sin dejar a nadie satisfecho.-
    Me gusta que siempre destaques puntos de interés aun en las películas más fallidas, dan ganas de ver cada fotograma.-
    Un beso grande, Bet.-

  3. Queridísima Maria Rosa, jajajaja, me gusta ese tipo de superheroína que me has puesto: la buscadora incansable de películas olvidadas. ¡Yo conozco a unos cuantos superhéroes así! Esta película tenía mucha curiosidad por verla. El otro día en una tienda de dvd ¡la viiiiii! Y dije: Esta es la mía. Y me he alegrado una barbaridad de poder verla, pues es de esos largometrajes de los que lees bastantes cosas, pero por unas cosas o por otras no logras nunca ver.

    Beso
    Hildy

  4. Maravillosa, adorada Bet, la metáfora empleada: mirarse en el espejo deformante del Hollywood clásico. Es como dices bastante curioso. Sí, la mirada que dan en este caso de la guerra civil, y que parece ser también es similar a la del libro, con todos en busca de una reliquia de un santo, es cuanto menos estrafalaria…
    Pues sí, a pesar de la desidia de todos, lo que son las cosas, tiene momentos íntimos entre los dos amantes imposibles para mí bellísimamente rodados.

    Beso
    Hildy

  5. Hola Hildy
    Por lo pronto yo veo un problema de definición; pretenden que veamos a Ava sin maquillaje y nos presentan su oficio como «ángel vestido de rojo» -sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate-. Eso sí, ver a Lavinia con la cara lavada era un privilegio reservado para Sinatra, el Fary y otras privilegiadas gargan… , perdón, pupilas, quería escribir pupilas.
    Ava por aquellas fechas era la madrileña más libre y tampoco cuesta mucho imaginarnos a Dirk pasear por el Callejón del Gato y, en uno de aquellos espejos, ver su reflejo con uniforme de las SS, perdón otravez, con el uniforme de portero de noche. Bogarde ese hombre ideal para representar papeles de «moral fluida».
    Situada en España, con argumento pájaro-espinesco digno de Moravia, reparto italiano y una «major» metiendo cuchara… normal que el director gritase !Yo me bajo en esta!
    Un saludo, Manuel.

  6. Sí, querido, querido Manuel, pero para que nos entendamos lo que Ava quería era una prostituta más real, de la calle, tipo Anna Magnani en «Mamma Roma» o Giulietta Massina en «Las noches de Cabiria».
    ¡Al final Ava y Dick volaron a Roma para rodarla, por eso, tanta presencia de reparto italiano! Yo creo que pasaron más tiempo juntos durante el rodaje allá que en los callejones de Madrid.
    Sí, Dick Bogarde tiene toda una colección de personajes con parte oscura muy acusada. Mira que tiene una filmografía de lo más interesante.
    Jajajaja, sí, pobre mío, literalmente Nunnally Johnson se bajó del carro y no volvió a dirigir ni una sola película.
    Beso
    Hildy

  7. Vista con el tiempo, tenía todos los ingredientes necesarios para pegarse un buen trompazo. Tema que no dominaban, rodada en el país que no tocaba, con un nudo central folletinesco a más no poder, un director pelele por las circunstancias, y muchos gallos (como Fabrizi, que se las traía) en un corral pequeño y caótico. Resultado, un desastre con encanto. Pero no como película, que es horrorosa, ni como retrato histórico, que es aún peor, sino como anatomía del desastre propiamente dicho. La fascinación, la destrucción como acto de creación. Una pena reconfortante.

    A mí me cuesta ver química entre Bogarde y cualquier actriz (química de esa, tú ya me entiendes…). En este caso no es una excepción, y hablamos de Ava Gardner. Con ella, siguiendo a Dumas, se trata de amor, y el amor es física, no química. La química queda para el matrimonio.

    Besos

  8. Mi querido Alfredo, la has definido perfectamente, un desastre con encanto. Merece la pena verla y analizarla. Es todo un disfrute, la verdad.
    Jajajaja, tienes razón que no se suele hablar de física o química de Bogarde con sus compañeras de reparto, pero te lo juro que esa «química» de la que hablamos se da en esta película entre Ava y Dick.

    Beso
    Hildy

  9. ¡Ni me sonaba esta película! Pero ya solo por las anécdotas del rodaje ha valido la pena descubrirla. Viendo lo difícil que era compaginar las ansias creativas de los cineastas con los ambiciones meramente económicas de los estudios, a veces me pregunto no cómo salieron mal filmes como éste, sino como salieron tantas obras maestras en el Hollywood clásico bajo esas circunstancias.
    No obstante a veces estas películas raras, imperfectas y desiguales tienen su belleza propia.
    Un saludo.

  10. Querido doctor Mabuse, a veces me da por un actor concreto y trato de ver lo más posible. Tuve una época con Ava, y esta peli nunca pude verla hasta ahora. Es cierto es increíble la cantidad de películas maravillosas que nacieron del sistema de estudios. Y si esta película tiene mucho de rara, imperfecta y desigual, además de una historia de rodaje fascinante…, pero, sí, tiene secuencias entre Ava y Dick a mi parecer muy bellas
    Beso
    Hildy

  11. Esta película se emitió en un ciclo que TVE dedicó a Ava Gardner, en la época en la que la televisión pública era una estupenda filmoteca. Yo conocí el film por “Mis inmortales de cine” de Terenci Moix, ese catalogo que dedicó a las grandes estrellas y que aparecía en la Vanguardia. Ya en la reseña dedicada a la película, se hablaba de la decepción que supuso para sus protagonistas (buenísima la referencia irónica que le dedica Bogarde) Sin duda es una rareza porque Hollywood no se prodigó mucho (más bien nada) en historias que transcurrieran en nuestra guerra civil.
    Me dejas con la curiosidad de ver esta película tan fallida, aunque reconozco que la pareja Gardner-Bogarde se me antoja extraña. Él es una de esos actores que cuesta creerse enamorado pasionalmente de una mujer (más aún de “LA MUJER” así en mayúscula que era Ava), No sé si llega a los niveles de galanes imposibles como John Gielgud (¿cómo pudieron verle como protagonista romántico? La cosa no duró mucho, claro) o Dennis Price, pero en mi caso por ahí va. Y esto no tiene que ver (o no del todo) con su orientación sexual porque me creo siempre y del todo a Rock Hudson, Montgomery Clift e incluso a Anthony Perkins enamorado de Audrey, Sofia o Ingrid. Pero Bogarde me cuesta. Tiene, como los otros dos intérpretes británicos citados, una distancia, una frialdad, un amaneramiento que no convence. No te lo crees en lides amorosas con mujeres. De hecho, su film más famoso sobre una relación amorosa es “Portero de noche”. Decadente, sórdido, efectista y que a la vez provoca un raro e incómodo, casi fascinado interés. Pero ahí Bogarde está muy lejos de interpretar a un héroe romántico. Yo creo que él se dio cuenta que el romance no era lo suyo y se dedicó a interpretar a personajes ambiguos, moralmente complejos y les dejó los romances a otros. Seguramente fue lo mejor y más inteligente que pudo hacer
    A ver si yo también me encuentro con la película algún día y te comento mi parecer.
    ¡Pobre Nunnaly Johnson!

    Un abrazo y feliz Pascua
    Lilapop

  12. Síiiiii, querida Lilapop, qué ciclos más buenos. Y el de Ava lo estuve viendo, pero ¡esta película se me escapó! Me encanta esa serie de artículos que escribió Terenci Moix, yo los coleccionaba con deleite y pasión.
    Es muy curioso el tema de las películas de Hollywood que trataron la Guerra Civil española, que efectivamente no abundan. El libro de Javier Comas, «La brigada de Hollywood. Guerra española y cine americano», es una gozada porque las rescata y analiza.
    Sí, si tienes razón con lo de Dick Bogarde, pero ¡jajajaja, aquí te juro que hay una química bonita entre los dos!, quizá es la química de dos personas que conectan, de dos buenos amigos…, y mi cabecilla le pone el enamoramiento… (Me ha encantado y divertido tu explicación de cómo es difícil verlo en el rol de enamorado apasionado…).
    Es una peli muy curiosa para ver y analizar. Yo me lo pasé de miedo.

    Beso enorme
    Hildy

  13. Esta exposición, como bien dices, pudo verse en Barcelona en el CCB. Se me escapó.
    Me paso algo raro con Kubrick. Sin duda es “el director de directores”. A todos lo que hacen cine de los 70 en adelante les gustaría tener el control absoluto sobre sus films que tuvo (casi) siempre. Es la gran referencia de los cineastas contemporáneos. Valoro de su trayectoria el hecho de querer innovar. La ambición de realizar la obra definitiva en cada género. De nunca repetirse. Pero nunca me viene a la cabeza cuando pienso en mis directores favoritos. Me pasa algo parecido con Katherine Hepburn otra referencia incontestable, esta vez en el campo de la interpretación: cuando veo sus películas reconozco (casi siempre) que es buenísima, pero no la tengo en mi lista de preferidas.
    Pero como siempre, gracias por el detalle y el entusiamo con la que describes la exposición. Lamento no haberla visitado.
    Lilapop

  14. Querida Lilapop, yo a Kubrick, después de haber estado en su «compañía» durante un largoooo periodo de tiempo con motivo de trabajar en la exposición, le he cogido un cariño inmenso a sus 13 películas. Curiosamente, yo disfruto más con el Kubrick anterior a 1968, es decir, con su periodo de cine clásico con Atraco Perfecto, Senderos de Gloria, Espartaco o Lolita. Aunque reconozco que las películas de su segundo periodo dejaron huella cuando las vi sobre todo 2001 y El resplandor. Y ahora se está convirtiendo en una de mis favoritas Eyes Wide Shut después de haberla visto un montón de veces, pero cuando la vi en el estreno me dejó bastante fría.
    Entiendo perfectamente lo que dices tanto de Kubrick como de Hepburn. Hay con artistas u obras que aunque sabes su valía conectas o no conectas. A mí me ocurre igual. Por ejemplo, voy a aprovechar las celebraciones de Pasolini para intentar de nuevo ver sus películas y conectar o entenderlo mejor. De momento solo conecto con tres de sus películas, no logro llegar a las demás y me queda todavía alguna por ver.
    Ayyyyy, espero que puedas leer el mensaje, lo digo porque está en la entrada de Ava.
    Beso enormeeee
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.