La escandalosa señorita Pilgrim de Frederica Sagor Maas (Seix Barral, 2013)

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George Seaton dirigió en el año 1947 un musical que contaba con el beneplácito del productor todo poderoso de la 20th Century Fox, Darryl Zanuck, deseoso de proporcionar vehículos a su nueva mimada estrella y mina para las taquillas, Betty Grable, una rubia pizpireta y nueva reina de los musicales. Entre los argumentos originales que pululaban por sus archivos acumulaba polvo uno de los “Peces Globos” (“obras creativas que nunca vieron la luz del día”) del matrimonio formado por los guionistas Frederica Sagor Maas y Ernest Maas. Una historia que habían trabajado y mimado sobre una mujer que entra en el mundo de los negocios, un terreno dominado por los hombres, una tragicomedia como la vida misma. El argumento nació en 1941 y vio la luz años después en una sala de cine donde el matrimonio comprobó desolado lo que era una práctica habitual de Zanuck: tomaba un argumento original de los archivos y lo ‘reescribía’ a su gusto. Lo que quedaba era otra cosa que nada tenía que ver con la idea original. Un musical con una historia poco original y sí muy convencional para exclusivo lucimiento de la estrella. Una nueva desilusión para el matrimonio Maas. Sí, aparecían en los créditos de La escandalosa señorita Pilgrim (The Shocking Miss Pilgrim, 1947) “basada  en una historia de Ernest y Frederica Maas” pero no reconocían nada de su idea original…

El título de esta película es también el título de las memorias de Frederica Sagor Maas (1900-2012). Ya anciana contó sus vivencias en Hollywood desde el periodo mudo hasta el final de los años cuarenta cuando su esposo Ernest y ella (sobre todo ella) abandonan de manera desoladora y dramática el mundo del cine totalmente arruinados (también mentalmente). Y son unas memorias que presentan una mirada desencantada, cínica y sagaz de una mujer que conoce bien las entrañas de la industria de las estrellas y cómo devora un montón de personas y sueños sin compasión alguna.

Con un estilo directo Frederica repasa su vida en Hollywood y deja una radiografía apasionante pero desoladora. Cuando cierras el libro, al lector le queda un poso de melancolía porque Sagor Maas no escatima información valiosísima que muestra el otro Hollywood, un Hollywood cruel y devorador que condena al olvido a aquel que fracasa o bajan del carro sin miramientos porque no sigue ciertas premisas. Un Hollywood lleno de sacos rotos de sueños que se desprenden. Pero el valor además es que en sus páginas no hay lamento o victimismo sino un relato perfectamente objetivo y periodístico (deja entre sus páginas un maravilloso argumento para una buena película, un guion maravilloso, para dar otra vida a un ‘argumento robado’, La escandalosa señorita Pilgrim). Un relato a ratos divertido, chispeante, en otros cruel y dramático y entre líneas la historia de un desencanto continuo y la narración de una historia de amor entre Frederica y su esposo, con sus altos y bajos. Un hombre y una mujer que se convirtieron en cómplices, en compañeros de trabajo y que lucharon ambos toda la vida por hacerse valer en un mundo laboral que les tendía continuas trampas, pero era el trabajo que amaban… una declaración de amor con sus luces y oscuridades. Es imposible que no toque la fibra sensible del lector apasionado por el cine.

Por las páginas de La escandalosa señorita Pilgrim, Sagor Maas nos habla de cómo se construían las carreras de Clara Bow y Norma Shearer. De la transformación de una chica vulgar en Joan Crawford. De los inicios de directores como William Wyler o Josef von Sternberg. De las dificultades de Erich von Stroheim. De estrellas que cayeron en olvido y miseria como Mae Murray. En las encarnizadas luchas entre estudios y también en la escala de poder de algunos productores y su caída al vacío. De las rencillas, envidias y zancadillas en un competitivo ambiente laboral. De las adicciones al alcohol y las drogas. De las fiestas que terminaban en orgías. De las promesas rotas. De los proyectos que no llegaban nunca a ver la luz. De cómo un Hollywood intelectual y comprometido con distintas causas terminó en una lista negra… Y de fondo su historia íntima y familiar pasando por acontecimientos históricos como el crack del 29 y los años de la Depresión, la muerte de Rooselvet o cómo afectó la Segunda Guerra Mundial.

Las memorias de Frederica Sagor Maas se convierten en una lectura apasionante. Son la crónica oscura de un Hollywood que fabrica sueños pero que devora muchas vidas para ello… Así en ese musical en que se convirtió La escandalosa señorita Pilgrim se esconden las luces y las sombras de ese Hollywood. La estrella mimada Betty Grable cedería pocos años después su trono de rubia sexi a Marilyn Monroe en Cómo casarse con un millonario en el año 1953. Grable no tuvo precisamente una vida de color de rosa ni fue un paraíso su paso por la 20th Century Fox como tampoco lo fue el de su sucesora. Nada de esto sabían ambas cuando una era la primera estrella de La escandalosa señorita Pilgrim y la otra, sin acreditar, aparecía en un pequeño rol en dicha película.

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