Apariciones inolvidables de hombres fatales

Stanley Kowalski aparece por primera vez en la bolera. Lo ven de lejos una Stella enamorada y una Blanche al borde de un ataque de nervios. Kowalski se muestra macho, arremete contra su grupo de amigos y pelea. Todo músculo, todo brutalidad, todo sexo…

A Devlin que encadena de manera fría a Alicia, condenada por un padre nazi a una vida disoluta para olvidar, le hace aparecer el maestro del suspense de manera magistral. Durante una fiesta donde Alicia bebe litros de alcohol no deja de fijarse en un atractivo y desconocido invitado. Nosotros tan sólo le vemos el cogote y ya estamos seguros de que este hombre va a ser fundamental en la historia y en el corazón de Alicia.

El siniestro predicador de la noche del cazador sólo tiene una manera de aparecer en escena. Un primer plano de sus manos y dos tatuajes en sus dedos hate y love. Después un tipo de negro, de ceño fruncido, y sombrero sobre los ojos que ocultan mirada oscura.

Una de las apariciones más inquietantes y que siempre disfruto es con Harry Lime, ya saben el tercer hombre, su amigo de infancia está inquieto solitario en una Viena oscura, oye un ruido, quizá el maullido de un gato que va hacia una puerta. Hay alguien. Va saliendo de las sombras y se queda bajo el foco de una farola. Es Harry.

Alex, el ultraviolento de la naranja mecánica que ama a Beethoven, aparece con bombín negro, mirada desafiante con ojos de largas pestañas y la cara de un hijo puta que se deleita con la brutalidad…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.