Un corazón invencible

23 de enero de 2002: el periodista Daniel Pearl del Wall Street Journal es secuestrado en Karachi (Pakistán) por unos extremistas islámicos.Comienza la cuenta atrás. Desde ese día, su mujer, Marianne Pearl, su amiga Asra Romani, hombres del servicio secreto pakistaní al mando del Capitán, un agente de seguridad de la Embajada estadounidense, dos compañeros del Wall Street Journal y miembros del FBI inician su búsqueda. 

El británico Michael Winterbottom, como nos tiene acostumbrados, cambia de tercio y se encarga de llevar a la pantalla un hecho verídico. Y logra su objetivo aunando objetividad y frialdad con un vómito de sentimientos. Según iba viéndola a mi cabeza regresaban imágenes de una película de principios de los años ochenta, Missing. Allí también un honesto e idealista periodista norteamericano desaparecía en plena dictadura chilena. Su esposa y su padre emprendían una búsqueda…, estaba basada en un hecho real. 

Sin embargo, Costa Gavras es un director que realiza un drama político. Se inmiscuye y profundiza hasta el final. Te mantiene en vilo toda la historia. Y el viaje de los protagonistas es a un infierno profundo. El padre y la joven esposa luchan solos ante la indiferencia de distintos estamentos. Nadie les facilita información. Al tema político, a la búsqueda y a más asuntos se unen los problemas de toda familia y de toda relación. La recuerdo como una película rica en puntos de vista y matices.

 El británico apuesta por un relato más periodístico, más objetivo, tomando como punto de vista el de una mujer embarazada que pone todos los medios posibles para que encuentren a su esposo. Y, dentro de ese objetivismo, logra emocionar y que los personajes lleguen al espectador. (Ahhh, Angelina ese grito desgarrador, esa vía de escape, te mete de lleno en la memoria cinéfila del dolor). La tesis de Wintterbottom se une, quizá, a la de Marianne y a la de Angelina Jolie…, no hay que devolver odio al odio sino tratar de crear un mundo donde las culturas se conozcan, se respeten y se acerquen. No devolver el horror infringido. Quizá, Marianne piensa que su marido Daniel, pacífico y honesto, no le hubiera gustado el odio por respuesta. 

Sin embargo, reconozco y no sé explicar por qué la película me dejó algo fría –aunque en algunas escenas no pude reprimir ganas de gritar o llorar–. De nuevo, el recuerdo de Missing. Me llegó muy adentro. Quizá, sus personajes eran tan humanos que hacían más horrible la situación. En Un corazón invencible sólo hay un personaje que me llena totalmente en toda su complejidad. Un personaje difícil de entender y recreado magníficamente por Irrfan Khan: el Capitán. Cuando aparecía en pantalla, algo se removía en mí. 

En resumen, Un corazón invencible forma parte de un cine, para mí, necesario para conocer y empezar a investigar o entender el mundo en el que vivimos. Pero hay algo, que no puedo expresar, que no hizo (a pesar de su dureza) que me metiera del todo. Recuerdo más rica en contradicciones, matices y explicaciones a Missing (y eso que hace años que no la he visto de nuevo), Gavras no pierde de vista que sus personajes son profundamente heroicos y buenas personas pero también con sus fallos y contradicciones, con sus complejidades…, ¿quizá es lo que echo en falta en Un corazón invencible para que alcance una mayor credibilidad?¿Quizá, aunque lo importante del relato es su búsqueda, hubiera necesitado alguna pincelada más sobre Daniel –aunque nos dan bastantes motivos para pensar que era un buen tipo–… otro punto de vista que no fuera el de su mujer?