El director Santiago Mitre parte de una película ya realizada, es decir, Paulina es un remake de La patota de Daniel Tinayre en el año 1960. Pero lo que hace el director argentino es cambiar el posicionamiento desde el que la protagonista, llamada Paulina, decide actuar ante un acto violento que da un giro a su vida. La Paulina (Mirtha Legrand) de Tinayre se mueve por motivos distintos que la Paulina (Dolores Fonzi) de Mitre. La patota (que así se llama el original y también el remake pero aquí se ha preferido emplear el nombre de la protagonista como título) es un término lunfardo que se refiere a una pandilla de muchachos marginales o que realizan actos vandálicos y estos muchachos son los que motivan el dilema moral, el conflicto. Paulina no es una película cómoda en su planteamiento porque para el espectador no es fácil posicionarse con ninguno de los protagonistas de esta historia.
La Paulina de Tinayre es una joven profesora recién licenciada de filosofía y también con creencias religiosas, católica. Pertenece a una familia de clase alta, su padre es un juez conservador y jubilado. Y su novio es de su misma clase y está terminando su formación como médico. Esta joven decide optar a su plaza de profesora de filosofía en un colegio público en una zona marginal. Cuando sufre la agresión violenta por parte de una patota formada por sus futuros alumnos (por una confusión… pero ahí está también el quid de la cuestión y es que esos jóvenes iban a ejercer, de todos modos, la violencia sobre una mujer), Paulina toma como camino el de la comprensión y el perdón a sus agresores. La Paulina de Mitre está terminando su formación como abogada pero está involucrada en proyectos sociales para conseguir un cambio en las sociedades más deprimidas. Así cuando se pone en marcha uno de los proyectos decide entregarse a él como profesora de derechos cívicos. Su padre es un reputado juez progresista y su novio es un empresario de su misma clase social. Cuando sufre la agresión violenta por parte de sus alumnos (y también por tomarla por la mujer equivocada, y pienso que este matiz es muy importante), esta Paulina toma el camino de la militancia. Ella entiende que sus agresores son también víctimas y que lo ocurrido es por el sistema injusto en el que se vive, ese sistema que ella quiere cambiar. Ella cree a pies juntillas que no es igual la justicia que se aplica para los más pobres que para los que más tienen y que no se juzga igual. Los dos planteamientos, las decisiones y las acciones de las dos Paulinas no son fáciles, ni cómodas. Ni tampoco el posicionamiento. De hecho no encuentran el apoyo ni la comprensión de nadie…, terminan caminando solas. Aunque la Paulina de Tinayre termina “acompañada” por todos los que la rodean (padre y novio) y logra la “redención” de sus alumnos, la de Mitre acaba absolutamente sola pero fiel a su militancia, sigue caminando hacia delante.
Pero Santiago Mitre además toma unas decisiones cinematográficas a la hora de contar que vuelve más compleja la propuesta y su análisis. Cambia continuamente el punto de vista y la sucesión de los hechos va hacia delante y hacia atrás viendo una misma acción desde diferentes miradas. Así a veces contamos con la mirada de Paulina (la mirada más dominante), otras con la del padre o con la de los agresores. De tal manera que podemos ver la “verdad” de todos y entenderlos (que no es lo mismo que comprenderlos)… Lo incómodo es cuando el espectador siente que es difícil, muy difícil, posicionarse al lado de uno o de otro.
Santiago Mitre comienza la historia con un largo plano secuencia de una discusión entre padre e hija (en la de Tinayre no hay nunca posibilidad de diálogo entre padre e hija hasta el final de la historia) cuando esta le expone su decisión de entregarse al proyecto como profesora rural. Los dos exponen sus puntos de vista sobre desde dónde cambiar una sociedad injusta y sobre la militancia política. Pero hay un momento clave y es cuando el padre le pide a su hija que argumente. Y es que toda la película de Mitre es una argumentación que rebate tanto las palabras de Paulina como las de su padre pero a la vez trata de entender a ambos. Y como tal la película es compleja pero apasionante (así es una pena que no estén del todo desarrollados unos personajes tan importantes como la amiga o el novio de la protagonista). Cuando Paulina va con todo su idealismo a enseñar derecho cívico, se choca con toda la realidad de unas clases duras, donde ella ni siquiera logra entender o comunicarse con sus alumnos. Su idealismo le ha hecho ir sin tener conocimiento alguno de la esa realidad que quiere transformar. Y el padre toma decisiones que dan la razón a su hija en cuanto a la brecha de la lucha de clases pero que como ser humano ante una situación de dolor hacia la agresión sufrida al ser amado se le puede llegar a entender. Paulina a su vez toma decisiones que llevan hasta la última consecuencias su militancia, sin querer romper su coherencia y queriendo mostrar a su padre y a su novio su decisión y pensamiento político, su libertad individual… sin tener en cuenta que lo que ha sufrido, esa violencia, objetivamente no es en absoluto justificable. Ella ha sido una víctima de un acto que bajo ningún concepto tendría que haber sufrido (ni ella ni la mujer a la que iba dirigida la agresión).
Paulina por todo lo que plantea y cómo lo plantea se convierte en película de análisis y debate intenso. Y es toda una experiencia interesante el disfrutar de una sesión doble tanto de La patota de Daniel Tinayre (que también toma decisiones cinematográficas muy inteligentes a la hora de contar su historia) como de la Paulina de Santiago Mitre. El diálogo hasta altas horas de la noche está asegurado.
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Ufff la tengo pendiente pero menos, quiero decir: que no tengo muy claro que quiera verla. Me resulta muy complicado poder llegar a entender a la protagonista (a las dos, sean motivaciones religiosas o políticas… o tan cerca unas de otras?) y si no consigo empatizar con ellas lo voy a pasar fatal y me voy a cabrear cantidad y… jajaja. Pues eso, que no lo sé, ya veré. Debe haber algo profundamente irracional en esos argumentos, en esas motivaciones que me van a echar hacia atrás, seguro. Aunque me da lástima perderme la ocasión del debate… jeje.
Eso, ya veremos.
Besos!
Ya me contarás, mi querida Marga, si decides entrar a verla. Pero creo que te apasionaría debatir sobre ella. «Paulina» es de esas películas que no te dejan en absoluto indiferente. El director argumenta las decisiones de los personajes principales (sobre todo Paulina y su padre)… pero lo complejo es cómo posicionarte. Es una película para debatir y argumentar. Vamos, para sentarse con un café y no parar…
Beso
Hildy
Buf, Hildy, ésta es de las que, sin ningún género de dudas, me va a gustar y mucho; las pelis de este corte, que te inducen a la reflexión y que no puedes abandonar (mentalmente) a los diez minutos de haber abandonado (físicamente) la sala, me ponen y mucho (aunque, bien es cierto, también es importante ‘pillarlas’ en un momento idóneo: no siempre está el coco para estas ‘fiestas’…). Por lo demás, felicitarte, una vez más, por el entusiasmo que transmites con tus hermosos textos y elogiarte esa inmensa capacidad que tienes para empujar al lector, o lectora, al visionado de la peli que glosas. Fantástico… Un fuerte abrazo y hasta pronto.
El otro día vi el tráiler en alguna parte, no sé dónde, y no me llamó. Tus líneas me obligan a replanteármelo.
Por otro lado, por una vez considero un acierto que el título se haya cambiado en España, aunque venga de un país hispanohablante (o casi, menos cuando habla Messi…). El original generaría probablemente confusión argumental y de punto de vista, cuando no hilaridad.
Ya te contaré qué tal. Besos
Querido Manuel, muchísimas gracias por tus bonitas palabras. Y no tengo duda de que Paulina te va a resultar muy pero que muy interesante. La vas a pensar muchos días. Yo todavía la sigo pensando. Ya me contarás o te leeré con gusto
Beso
Hildy
Mi querido Alfredo, de verdad, que merece la pena y a ser posible ver las dos versiones. Además ambas también son interesantes de análisis en el aspecto formal. En las decisiones que toman los directores para contar esta historia. Ay, yo no entendía el título original hasta que busqué la información…
Beso
Hildy
En efecto… para dialogar sobre ella, que todo tipo de reacciones ha desatado. Y eso que a mí me parece que la de Mitre hace una apuesta evidente por la irreductibilidad y la necesidad del idealismo para comprender todo el conjunto y tratar de mejorar la sociedad.
Querido crítico abúlico, sí, es buenísima para el diálogo y provoca reacciones encontradas.
Por cierto, entonces ¿tú crees que Mitre se posiciona y comparte las decisiones de su protagonista Paulina? Yo creo que expone y trata de entender a su personaje (como muestra la mirada del padre o de la pandilla) pero el posicionamiento lo deja en manos del espectador. Creo que es de esas películas que vas descubriendo más matices si la ves una, dos o tres veces más.
Beso
Hildy
Querida Hildy, intenté conseguir la versión original de «La patota» para empezar por algún lado pero parecería que no está editada en DVD… Leyéndote me dio un poco de miedo de que la película termine siendo una pieza de propaganda, como suelen ser muchas películas del cine argentino. Espero que no sea así y tu entusiasmo me ayuda a verla con más simpatía.
Agrego un dato más al intercambio lingüístico: del sustantivo «patota», en tanto que pequeño grupo de gente violenta deriva el verbo «patotear», o sea proceder con violencia y atropello, y últimamente se ha comenzado a utilizar el adjetivo «patoteril» generalmente para calificar una conducta o una actitud, pero hasta allí no sigo, jajaja. Si la RAE lo llega a aceptar sería el colmo…
Un beso grande, Bet.-
Mi querida Bet, ¡mil gracias por el intercambio lingüístico, qué interesante! La patota de 1961 está en youtube, desgraciadamente con mala calidad. Pero por lo menos ha sido una oportunidad poder verla y sería un lujazo una buena edición en dvd o blu ray de calidad.
Me encantará si ves la Paulina actual que me cuentes si te parece que es cine propagandístico y que me explicaras un poco más. Se me escapa. A mí me ha parecido una película interesante y compleja.
Me encantaría que me contaras de cine argentino. Yo he disfrutado mucho con películas argentinas y me encantaría saber y conocer más.
Un beso enorme
Hildy
Hola Hildy…..muy interesante tu texto. La pelicula, te serè muy franco, me parece que va mas alla de la dicotomìa para entrar decididamente en la aberraciòn. No se trata ya de que una profesora que va a enseñar derechos civiles imponga por encima derechos sociales en una pirueta determinista que culpa al entorno social y convierte en victimas a los atacantes en una nueva reinterpretaciòn del darwinismo social pero con una lectura a la inversa.
Si solo fuese eso seria discutible. El problema es que va mas alla, mucho mas alla. Hasta el punto de que esta chica se convierte en una reformulaciòn a la inversa de peliculas como yo soy la justicia y similares de Charles Bronson.
Esa supuesta militancia me llevò a pensar continuamente mientras la veia en peliculas como la extraña que hay en ti o una de Sally Field en la que decide entrenarse y acabar con Kiefer Sutherland, el violador de su hija.
Paulina tb aplica su particular codigo de justicia, luego en mi opiniòn x mucho determinismo social y militancia, su omision no està tan lejos de la del coronel Kurtz…..abandonando toda norma y erigiendose en suma sacerdotisa que se endiosa en su delirio ètico y se considera capaz de administrar justicia perdonando hoy, quien sabe mañana.
Olvidando ademas que se trata de un delito publico….en nuestro pais el perdon de la ofendida no exime el delito….
En una cosa si me parece muy sutil el director…..es mas facil todo cuando tienes siempre el refugio de papa que te paga los masters y te permite actuar segun tu particular etica intocable .
Juega con fuego esta pelicula y en mi opinion se le va de las manos…..de todos modos, un placer leerte….fuerte abrazo
Mi querido Víctor, qué bueno leerte. Y tu mirada sobre Paulina me hace pensarla todavía más. Me parece una película imteresantísima por los posicionamientos tan diferentes que genera. Tu visión me ha provocado ganas de verla de nuevo. El personaje de Paulina, visto desde esa óptica, se convierte en totalmente tóxico. Yo pienso que su «interpretación» de la realidad la lleva a decisiones controvertidas.
Un placer saber de ti, leerte y debatir.
Besos
Hildy