El mayordomo (The butler, 2013) de Lee Daniels

Escribir sobre El mayordomo es todo un reto. Porque es una película que genera debate tanto para mal como para bien. Enfrentarse a ella posibilita dos miradas posibles y a la vez contrarias.

elmayordomo

Mirada políticamente correcta

Una película que reúne todos los ingredientes para hacer carrera en la ceremonia de los Oscar. Una historia dramática a lo largo de varias décadas con unos personajes que envejecen (los miembros de una familia) y que viven distintos acontecimientos históricos. Un reparto de estrellas interminable, los hermanos Weinstein en la producción, Oprah Winfrey no sólo como actriz en papel para nominación sino que también contribuirá a que no pase desapercibida…

Saber dónde poner la música en el momento adecuado para lágrima precisa o el montaje de escenas que pondrá los pelos de punta al espectador. Todo envuelto en una narración cinematográfica correcta, clásica, sin innovar o arriesgarse en exceso pero con alguna puesta en escena llamativa.

Personajes estereotipados pero con rostros identificables por los espectadores que van narrando de manera muy simplificada el paso de varios presidentes norteamericanos frente la Casa Blanca hasta terminar la narración en Obama. El presidente joven y bueno (Kennedy), el presidente espectáculo (Reagan y su esposa), el presidente con problemas de estreñimiento…

Mezclar perfectamente el drama histórico y el íntimo y personal. Centrarse en un tema del que ahora están surgiendo varias películas con distintas visiones (que dan para realizar un interesante ensayo. A la espera de que se estrene 12 años de esclavitud de Steve McQueen): la historia de los afroamericanos (centrándose en EEUU). Los problemas políticos, sociales y raciales…, la lucha por la consecución de derechos políticos, sociales y civiles… Todo reflejado a través de una familia negra donde el padre entra a trabajar como mayordomo en la Casa Blanca. Además de los problemas raciales a los que deben enfrentarse tienen los propios de cualquier familia enfrentamientos padres e hijos o una madre coraje con problemas de alcoholismo.

Todos estos asuntos pintan una película a la cual da pereza enfrentarse, políticamente correcta, sin riesgo alguno, incluso tramposa en el sentido de emplear todas las armas para emocionar y hacer llorar al espectador. También puede enfadar a otro tipo de espectadores por la simplificación de la historia y la representación estereotipada de los presidentes y sus políticas. A otros les puede parecer tópica, típica y por eso anodina y aburrida… pero…

Mirada no tan políticamente correcta

Lee Daniels ofrece pinceladas interesantes y no tan estereotipadas sobre esa otra historia de los EEUU protagonizada por los ciudadanos negros. El mayordomo tiene un punto fuerte: la relación entre padre e hijo y sus dos maneras de enfrentarse a la cuestión racial. Además el espectador entiende a los dos personajes y sus dos posturas. Dos posturas que terminan encontrándose en un momento clave de la película donde padre e hijo se unen, tras el distanciamiento de años y años, en una manifestación. Y Lee Daniels consigue una relación auténtica y creíble que refleja verdad, te la crees (no ocurrió así con Precious, película que me generó tal antipatía hacia el director que no pensé que volvería a atreverme a ver una película suya).

Hay varios matices interesantes:

-En un momento de la película Luther King habla sobre el servicio negro, donde entraría el mayordomo protagonista, y explica que ha representado una subversión invisible.

Así Forrest Whitaker en su representación del mayordomo (de la mano de Lee Daniels y la historia que quiere contar) da la vuelta al estereotipo de los tíos Tom y las Mammy (que representó, entre otras, la actriz Hattie McDaniels)… y se aleja también de los controvertidos personajes (pero a la vez ricos en matices e interesantes para el análisis) que tienen el rostro de Samuel L. Jackson o Danny Glover en Django desencadenado y Manderlay.

El personaje de Forrest Whitaker se convierte en símbolo de esa subversión invisible donde un montón de profesionales del servicio trataban de sobrevivir y de relacionarse con aquellos que les rechazaban haciendo su trabajo con profesionalidad y demostrando día a día su valía y dignidad. De esta manera estaban siempre en sus vidas, en silencio, pero mostrándose al descubierto y demostrando la debilidad y pobreza de los argumentos de aquellos para los que trabajaban para mantener un sistema basado en la injusticia y la desigualdad de oportunidades. Luchando por la igualdad de oportunidades desde dentro, desde esos que les atacaban día a día, intentando lograr derechos laborales y el reconocimiento de sus trabajos.

-El hijo mayor muestra esa juventud que tenía más prisa por el cambio y la transformación y que va evolucionando en sus formas y maneras de lucha contra la injusticia. La primera inspiración es Gandhi. Luchar desde la resistencia pasiva. Un arma de una fuerza increíble pero con unas consecuencias durísimas para el que lucha por sus derechos. Y después cómo el desgaste, el cansancio, la muerte y humillación de otros compañeros de lucha y la suya propia condujo también a posturas más radicales de ruptura total del diálogo y de acercamiento con el otro. El odio genera más odio. Para finalmente llegar a una forma de lucha intermedia entre la resistencia pasiva y las posturas más radicales: la militancia y la consecución de los derechos y deberes asumiendo cargos de responsabilidad que permita la toma de decisiones, la transformación y el cambio. La muestra de todas estas formas de luchas y evoluciones dan como fruto una transformación real (un camino que todavía continúa).

-Con la historia del padre, el mayordomo, el espectador entiende totalmente la evolución del personaje. Refleja un episodio traumático de su infancia y cómo empieza a ser un ‘negro doméstico’ (término obviamente que sale de la boca de la propietaria de una plantación). El mayordomo viene de una familia esclava que trabaja el algodón en una plantación sureña. Él, un niño despierto y rebelde, ve cómo su padre recibe un tiro en la cabeza cuando se enfrenta al hijo blanco de la dueña de la plantación que acaba de violar a su madre (porque le apetecía). Así el niño intuye cómo si quiere sobrevivir tiene que presentar dos rostros (otra teoría de lucha muy bien reflejada en la película), una cara para el trabajo que desempeña (que le facilita poder vivir mejor que sus padres y poder dar una mejor vida a los suyos) entre aquellos que le oprimen y otra en su interior y en su intimidad, que mejor oculta incluso ante los que más quiere (familiares y amigos). Cuando se da cuenta de que en realidad está más cerca de lo que su hijo plantea y piensa… es cuando estos dos rostros se enfrentan (chocan) cuando es invitado por el presidente Reagan a una cena y se siente que forma parte de un espectáculo en el que no quiere participar sobre todo cuando ve las políticas en cuestiones raciales del presidente (y su postura frente el apartheid)… Así el protagonista quiere que salga su otro rostro, su identidad, su yo. Ya ha luchado demasiado en silencio. Quiere mostrar libremente la vena que hizo que su padre muriera de un tiro en la cabeza…

-En una de las cenas familiares más tensas donde chocan las maneras de enfrentarse al tema racial de manera más radical entre padre e hijo (arrastrando a la madre y al hijo pequeño, bonito personaje), todo estalla por el actor del momento y una discusión sobre la representación del hombre negro en el cine: Sidney Poitier. Mientras que para el padre, la madre y el hermano pequeño es un orgullo el tipo de personajes que está llevando a cabo el actor (cómo están siendo representados en pantalla) y les gusta las películas en las que sale (en concreto hablan de En el calor de la noche y Adivina quién viene esta noche) para el hermano mayor y la novia, Sidney Poitier y sus personajes refleja al negro que los blancos quieren que sean (es la representación del hombre negro según la mentalidad de los blancos)… No es más que un sometimiento más, que una realidad irreal que les priva de libertad y de identidad.

-Y por último Lee Daniels muestra esa herida abierta que dejó la esclavitud y la vida en las plantaciones. Y hace que el personaje de Forrest Whitaker vaya a visitar junto a su esposa a la plantación de su infancia y recuerde que se habla de los campos de concentración y cómo se vivía ahí (cómo quitaban a las personas no sólo la vida sino también la dignidad. Y cómo cada día era una humillación continua)… para él el paso por la esclavitud y las plantaciones es similar en daños al que se vivía en los campos de concentración. Y eso deja secuelas y heridas…

Es por esta segunda mirada llena de matices y que permite el debate y el análisis por la que El mayordomo me atrapó como espectadora.

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