Los paraguas de Cherburgo (Les parapluies de Cherbourg, 1964) de Jacques Demy

Casi nada más empezar Los paraguas de Cherburgo, un joven mecánico opina sobre el ocio de sus compañeros de trabajo: uno, el protagonista, ha dicho que va a ir al teatro a ver Carmen y otro, que no va a parar de danzar en una sala de baile. El muchacho les dice: “No me gusta la ópera, prefiero el cine” y, poco después, vuelve a insistir: “Tanta gente cantando no me gusta, prefiero el cine”. Más adelante una desolada Geneviève (Catherine Deneuve) le confiesa a su madre que quiere morirse, pues su amado va a partir a la guerra de Argelia. Y la mujer sonríe, acaricia a su hija y le susurra: “Solo en el cine se muere de amor”. Jacques Demy, su director, juega con estas citas en su película. Por una parte, todos los actores cantan, más bien recitan, contradiciendo al joven mecánico en un punto. Sin embargo, le da la razón en algo, Demy prefiere el cine entre todas las artes, porque puede conjugar todo lo que ama escribiendo con su cámara. De tal manera, que finalmente hace llegar al público de una sala de cine una tragedia romántica, como si fuese una ópera vanguardista. Por otra, demuestra a la madre de la protagonista que en el cine, en el género romántico, una enamorada desgraciada no tiene por qué morir de amor. Y que una película musical puede no tener un final feliz, a pesar de estar envuelto en colorines.

No solo eso sino que Demy también homenajea a uno de sus géneros más amados, el cine musical de Hollywood. Refina la paleta de colores y dibuja sin miedo una obra reveladora y original. El rodaje de Los paraguas de Cherburgo fue ir contra viento y marea. El director francés apostó por un proyecto cinematográfico de riesgo, y el esfuerzo mereció la pena. Es más, a punto de cumplir sesenta años, sigue siendo una propuesta fresca, que además continua como modelo de varias obras cinematográficas actuales. No hace mucho por estos lares, no tanto en el aspecto formal, pero sí en el tratamiento e idea fondo, se estrenó Cerca de tu casa, de Eduard Cortés. Ahí se contaba, con todos sus actores cantando, el drama de los desahucios, a través del desmoronamiento de una pareja.

Por si fuera poco, la película lanzó definitivamente al estrellato a una joven actriz, que todavía hoy no ha abandonado las pantallas de cine: Catherine Deneuve. Su personaje se expresa a través de su pelo rubio y los distintos peinados, según el momento que vive. O con vestidos que combinan con los fondos de los cuartos que habita o con las calles que pisa. Geneviève se transforma de una joven enamorada a una mujer que ve su vida cambiada por un revés del destino y por otras circunstancias, como las aspiraciones sociales de su madre. Catherine Deneuve ofrece su rostro perfecto y liso como el mármol para cincelar todo tipo de sentimientos. Y su personaje nunca sabrá si hubiese sido más o menos feliz al lado del primer amor. Como tampoco lo sabrá su amado, Guy (Nino Castelnuovo), el mecánico, que tuvo que partir su historia en dos por el servicio militar y una guerra, la de Argelia.

Con un fuerte sentido de la estética, amor a la paleta de pintura y a los colores, y una partitura afortunada de Michel Legrand, Jacques Demy creó una historia sobre el desamor. El cuerpo principal de Los paraguas de Cherburgo transcurre entre noviembre de 1957 y junio de 1959 y culmina con un epílogo triste en diciembre de 1963. Con el tratamiento de una película musical, cuenta una historia con ingredientes de la vida misma, lejos del artificio feliz, que suele acompañar al género. Aunque ya se sabe que el género musical siempre ha estado muy vivo, y es dado a la experimentación y el riesgo. No olvidemos que incluso en Hollywood, en plena Depresión, se realizó un musical que reflejaba la época, Vampiresas 1933, de Mervyn LeRoy, con impresionantes coreografías de Busby Berkeley. Así que Demy orquestó una pieza bella y delicada, que juega en un principio a la extrañeza de la propuesta, hasta que se entra de lleno en ella, para culminar en un final contenido y elegante, pero arrasadoramente triste. Sí, de amor uno no se muere, se desencanta.

En su estructura en tres actos y un epílogo (La partida, La ausencia y El regreso) queda marcado el paso del tiempo y las estaciones. Lluvia, sol y nieve… en Cherburgo. Amor desatado, desencanto y desamor… Alrededor de Geneviève y Guy orbitan no solo el destino, sino otras personas que serán timones en sus vidas y que serán determinantes en las decisiones que tomen. Una madre a la que le importa la escala social, una tía que desfallece, una joven cuidadora, un hombre de negocios solitario… La historia empieza con ellos dos juntos en el punto álgido del enamoramiento. Luego, cuenta con el punto de vista de cada uno. Primero, Geneviève; después, Guy… Los dos asumen la situación, deciden y continúan viviendo. Para al final volver a encontrarse en un día nevado, y mostrar si se aviva un poco la llama o la nieve invade su alma.

Los paraguas de Cherburgo, y la filmografía de Jacques Demy en general, es como una isla en el cine francés y en la Nouvelle Vague. Un autor peculiar con una escritura propia, con una forma de mirar y de contar. No renuncia al colorido, a la belleza y al artificio para contar un mundo complejo.

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28 comentarios en “Los paraguas de Cherburgo (Les parapluies de Cherbourg, 1964) de Jacques Demy

  1. Ay, esta película (junto con Las Señoritas de Rochefort) está en mi lista de pendientes desde hace años. Creo (pero no estoy segura) que está en una de las plataformas de streaming disponibles en mi país, la buscaré por allí. Siempre me interesó más Las Señoritas de Rochefort porque allí sale mi querido Gene Kelly (y sé que también aparece George Chakiris) pero tengo entendido que Los Paraguas de Cherburgo es superior como película. Me reportaré por aquí si logro dar con ella 🙂
    Y qué hermosa tu frase «Demy prefiere el cine entre todas las artes, porque puede conjugar todo lo que ama escribiendo con su cámara».-
    Un beso enorme sin desencantos, Bet.-

  2. Hola Hildy:
    Desde luego es una película única; entre otras cosas porque debe ser una de las pocas que estuvo nominada a los Oscar ¡Dos años seguidos! (creo recordar que ya sabemos que la memoria también «canta»).
    Por si fuese poco «frío» que los personajes canten sus diálogos también me choca que, en cierto modo, es una película muy teatral; la cámara casi no se mueve y, prácticamente, estamos en dos «escenarios» principales la casa y la tienda que, creo recordar, estaban unidas.
    Pero desde luego esta llena de aciertos… ¡y esa fantástica música!
    Un saludo, Manuel.

  3. A mí me gustan mucho las dos, Bet querida. Sí, en «Las Señoritas de Rochefort» están Gene Kelly y George Chakiris, y las señoritas son dos hermanas (Catherine Deneuve y Françoise Dorléac, hermanas también en la vida real), y todos nos hacen pasar dos horas deliciosas.
    Estoy segura de que las dos te van encantar.
    «Los paraguas de Cherburgo» es un drama en forma de musical y «Las señoritas de Rochefort», una comedia romántica y todo un homenaje al género musical de Hollywood.
    Me encantará saber tu opinión cuando las veas.

    Beso
    Hildy

  4. Querido Manuel, en Los paraguas de Cherburgo sus localizaciones son muy cuidadas. Los papeles de la pared, la ropa de los personajes…, los colores que están presentes.
    Son muchas las localizaciones (jajaja, la acabo de ver otra vez y, claro, la tengo reciente). Efectivamente una importante, y donde transcurren muchos momentos importantes de la película, es la tienda de paraguas de la madre de Geneviève y la casa donde viven ambas, que están unidas. Pero también están las calles de Cherburgo, el taller mecánico de Guy, la casa de su tía, la joyería, el sitio donde van a bailar, la estación de tren, la gasolinera final…
    Totalmente de acuerdo contigo de que es un acierto y que además la música de Legrand deja huella.
    Por cierto, me ha llamado mucho la atención lo que has escrito de que estuviese nominada dos años seguidos en los Oscar. No lo sabía.

    Beso
    Hildy

  5. Yo lo admito, eso de que canturreen los diálogos sin llegar a cantar me termina crispando los nervios. Muy bien combinada Deneuve con el papel de las paredes, eso hay que admitirlo, efectivamente.

  6. Jajaja, querídisimo crítico abúlico, combinan todos que da gusto con las paredes de fondo. También Madeleine o la madre de Catherine. Todos tienen un gusto maravilloso, de eso no hay duda.
    Yo soy muy de Demy. Y me meto tanto en la historia que me parece muy normal que me la canten. Encantada total de la vida. Jajaja.
    A mí me encanta, así te lo confieso.
    Beso
    Hildy

  7. Hola Hildy, otravez. He dudado sobre las nominaciones consecutivas y, sí, un año estuvo nominada en esa «bonita» categoría de «mejor película en habla no inglesa» y al año siguiente (alomojó después de verla) la pusieron en cuatro nominaciones más cinematográficas.
    Por supuesto que tiene más localizaciones yo recuerdo otras dos: la pareja hablando en una esquina con la tienda-vivienda enfrente y el portal desconchado de la vivienda de la tía con una bicicleta ¿semiabandonada? Pero, creo recordar, la mayor parte de la acción es en ese peculiar espacio público-privado. También inolvidable es el frío de la Estación de Servicio porsupuesto.
    Un saludo.

  8. Querida Hildy, gracias por recordarme este oasis de color y emoción al que he dedicado la tarde. Mi corazón sigue encogido.

    ¡Un saludo a mi desmemoriado tocayo! Pues pocas pelis habrá con tantos y tan pertinentes movimientos de cámara, que no para quieta, aunque es cierto que casi todos los escenarios sin angostos y de tan colores tan fuertes y artificiales que pueden dejar aroma teatral en la memoria.

    «¿Por qué será la ausencia tan difícil de soportar?»

    Gracias y besos.

  9. Completamente de acuerdo con «el crítico abúlico.» Aunque he de decir que «Las señoritas de Rochefort» sí que me gusta bastante más. Creo que respira mejor, y, además, la presencia de Gene Kelly y Chakiris le da personalidad y empaque a la apuesta. Será que soy un sentimental….

    Besos.

  10. Querido Manuel, jo, muchas gracias por la información sobre las nominaciones consecutivas curiosísimoooo.
    Mil disculpas porque te leí mal y no tuve en cuenta el «prácticamente», así que pensé que solo recordabas la localización de la tienda y la casa del personaje de Catherine y su madre.
    Ay, sí, la secuencia del epílogo en la estación de servicio es tan, tan triste.
    Pero la secuencia que recuerdas de ellos dos paseando (más bien deslizándose) con la bicicleta hasta la casa de la tía… es preciosísima.

    Beso
    Hildy

  11. Querido, querido Manuel, no sabes lo que disfruto con tu tren de sombras. Me monto en él y hago viajes flipantes.
    Me encantan ciertas frases de la película como la que señalas.
    ¡Qué bueno que la hayas disfrutado de nuevo! Para mí fue un gozo volver a meterme en ella.
    Es una película para deleitarse todo el rato con los detalles de la dirección artística, ¿verdad?
    Eso es lo que me gusta de ella, en un mundo de luz, color y artificialidad, cuenta una historia triste, y emana unos sentimientos que reconoces como reales.

    Beso
    Hildy

  12. Jajaja, el influjo de Los paraguas de Cherburgo no llega a todos…, comprobado. Jo, Deckard, entre gorgoritos te digo, sin embargo, que algo que me fascina de esta película es que Demy logra el equilibrio total tanto en esta como en Las señoritas de Rochefort como en Piel de asno como para mostrar su sensibilidad y mirada del mundo con un exquisito buen gusto, jamás rozando, a mi parecer, lo cursi o pasteloso. No sé, yo me meto en ese mundo y no salgo de él hasta el final.

    Beso
    Hildy

  13. Hola Hildy!
    Pues me la voy a apuntar, es uno de esos títulos conocidos que todavía no he visto. Por cierto, contestando a Bet, según «JustWatch» (una buena herramienta para localizar películas y donde se emiten) esta disponible en «Amazon Prime Video» y «Filmin».
    Siempre agradecido de tus reseñas y recomendaciones.
    Besos y feliz semana!

  14. ¡Genial, gracias Fran! Soy de Argentina por lo que no tengo acceso a Filmin, pero desconocía la existencia de Just Watch (que tiene una opción local). Es justo lo que imaginaba que debía existir para evitar recorrer las plataformas una por una. ¡Muchísimas gracias por la recomendación!
    Bet.-
    PD: Los paraguas de Cherburgo no está disponible aquí 🙁

  15. Mi querida Hildy, me uno al coro de cenizos. La estética, muy bien. El guion, para mí, blandorro, pero tiene un pase. Pero eso del canturreo con los diálogos me saca de quicio. No soy mucho de musical, ya lo sabes, pero al menos creo que al musical se le pueden/deben pedir dos cosas: que haya algo parecido a canciones y a letra de canciones y que haya algo parecido a cantantes o alguien que sepa entonar o cantar, aunque lo haga mal. Pero este «ni chicha ni limoná» me provoca unas harturas tan indigeribles que la última vez que la vi quité el sonido, no te digo más.

    Besos

  16. Querido, querido Frank, ya me contarás, por favor, qué te parece Los paraguas de Cherburgo. Es una propuesta cinematográfica, en la que como verás, se entra de lleno o no se entra.
    Miles de gracias por pasarte, siempre.

    Beso
    Hildy

  17. Qué mundo el de las plataformas, querida Bet.
    Gracias, Fran, por descontado por compartir información.
    … pero como dije, en su día, quedan esos duendes, entre los que me incluyo, que seguimos alimentando nuestras deuvetecas con dvd y blu rays, y que nos da acceso también a títulos que todavía no aparecen en ninguna plataforma. Por suerte, Los paraguas tiene buenas ediciones tanto en dvd como en blu.
    ¡¡¡Nunca se habían reunido tantas posibilidades de poder acceder a aquellas películas que queremos ver!!!

    Beso enorme
    Hildy

  18. Mi querido Alfredo, me parto de risa… Ayyyy, ese guion blandorro.
    Ay, ese canturreo… ni chicha ni limoná.
    … ay, me ha llegado al corazón lo del coro de cenizos, jajajaja.
    Pero, bueno, ya te digo… Yo es que me ponen un canturreo, un gorgorito y, sobre todo, una historia y nos personajes que me llenan… y no hay manera, que me meto, me meto sin remedio.

    Beso
    Hildy

  19. Hola Bet,
    en zoowoman puedes ver y descargar las dos pelis, ya que en Argentina no tienes modo de verla pagando, el Dios de los musicales te perdonará que te la traigan en un bajel pirata.

    Hace unos años también creo que hubiera sido del simpático coro cenizo, pero lo que es la vida, mientras más cano y cascarrabioso me vuelvo por fuera, más tiernecito soy por dentro. Y Los paraguas de Cherburgo es tan tiernecita…
    Ay Hildy dices de la bicicleta deslizante… ¡Qué preciosidad de bic! ¿sabes?, mi otra afición es el ciclismo, y hago unas pruebas que hay de larga distancia en las que hay quien usa bicicletas así, de acero y aspecto antiguo. Cada vez que voy a Francia he de hacer mucha fuerza de voluntad para no traerme alguna de esas bellezas que, lamentablemente, no necesito. De hecho el único día que he pasado en Burdeos, lo dediqué a ver tiendas de bicis viejas, jaja. De la ciudad solo recuerdo que tiene un río, pero de una Bianchi del 73 que estuve tentado de traerme.. sniff sniff

    Besos

  20. Querido Manuel, me acabas de recordar otra de las cosas que me sorprendió del documental de Robin Williams… ¡su pasión por el ciclismo!
    Y ahora me dices que tú también… Jo, qué bicicletas más bonitas hay en el cine, ¿verdad? Y es cierto… la de Los paraguas de Cherburgo es preciosa…
    Yo la verdad es que tengo recuerdos preciosos de niña con mi bicicleta… Luego no sé muy bien por qué abandoné totalmente a las bicis. Hace años que no monto en una. Y reconozco que me da miedo montar por la ciudad… En fin, hay cosas que se dejan y no se entiende muy bien por qué…
    Hay un película de animación con un ciclista que me parece tan bonita… Te la digo por si no la has visto: Bienvenidos a Belleville, de Sylvain Chomet.
    Te espero en la bici, mientras la ves.
    … Jajaja, el coro cenizo es más lindo… (como diría Piolín)
    Beso
    Hildy

    PD: ¡¡¡Mi adorada Bet…, que consigues ver Los paraguas de Cherburgo, seguro!!! Jajajaja. Nos morimos de ganas todos por que la veas.

  21. ¡Muchas gracias a todos por sus sugerencias! Yo también soy un duende de los DVDs y BluRays, Hildy querida, pero tiempos difíciles requieren de medidas desesperadas, jaja. Si no puedes acceder a lo que quieres ver, leer, escuchar, etc ni aún pagando, eso es una invitación a frecuentar universos paralelos como sugiere Manuel, shhh, no lo escucharon de mí.-
    Un abrazo a todos, Bet.-

  22. Enhorabuena por tu texto. Tengo que decir que es una película que he visto muchas veces y me parece, igual me estoy pasando, una verdadera OBRA MAESTRA del cine. Este título igual se aparta de los postulados de aquellas primeras películas de la Nouvelle Vague que, en el caso de Demy, si serían «Lola» (1960) o «La bahía de los ángeles» (1962) pero es una maravilla. La saturación de color le aporta una sensibilidad y una emoción muy especiales, se mezcla la alegría de vivir y la tristeza por la pérdida trufada por un amor al cine muy intenso, como muy pocas veces se ha hecho. Y algo muy importante: alrededor de este envoltorio de pastel de colores azucarado que aparenta ser trivial o incluso excéntrico , hay un mensaje con claros y sólidos elementos políticos y sociales (desde toda la consideración de confrontar el universo de clases sociales diversas en especial la clase trabajadora hasta todo lo que supone, aunque sea cantando, la Guerra de Argelia, auténtico tabú del periodo).
    Para seguidores de Demy recomiendo «Jacquot de Nantes» (1991) de la que fue su esposa Agnés Vardá. Un auténtica declaración de amor al cine y un homenaje a un cineasta absolutamente esencial.

  23. Querido José, qué bueno leerte. Me ha gustado mucho tu comentario y los matices que aportas sobre la película. Efectivamente, no renuncia al colorido, a la belleza y al artificio para contar un mundo complejo con los temas que apuntas.
    Me apunto la película de Agnés Vardá que no he visto y me apetece muchísimo. Mil gracias.

    Beso
    Hildy

  24. Querida Hildy
    esta cinta es una de mis preferidas y la considero una auténtica obra maestra.
    Se han dicho muchas razones para considerarla de este modo y sin lugar a dudas una de las fundamentales es la maravillosa música de Michel Legrand.
    Al respecto solo quiero contar un recuerdo personal, el haber asistido a un concierto del maestro con su trío de jazz en Santiago de Chile cinco años de su murte y en el que a sus robustos 81 años tocó y cantó lo mejor de su producción incluyendo el tema de amor de LOS PARAGUAS DE CHERBURGO.
    Para mí fue un absoluto placer y una experiencia inolvidable.
    Besos,IVÁN

  25. Jo, querido Iván, que suerte haber asistido a ese concierto de Michel Legrand. Tuvo que ser precioso escucharle cantar el tema de Los paraguas de Cherburgo.
    Sí, pienso que hay muchas razones para quedarse prendado de esta película y no olvidarla una vez que la vez.
    La música, los colores, la forma de contar la historia, los actores, la lluvia, la nieve, el desamor, el desencanto, las segundas oportunidades, las equivocaciones, el primer amor…

    Beso
    Hildy

  26. Me gustan y me emocionan mucho los musicales de Demy. Además de “Los paraguas de Cherburgo” ese maravilloso homenaje a la comedia musical americana (llevándosela completamente a su terreno) que es “Las señoritas de Rochefort” (una experiencia gozosísima, cuando la vi en la filmoteca. Sali de la sala flotando. Hace tanto que no me pasa….). El cuento de hadas genuino y a la vez ligeramente irónico que es “Piel de asno”. El romanticismo febril y trágico con huelga obrera de fondo de “Une chambre en ville”. Y también tiene sus buenos momentos ese “Trois places pour la 26” que recrea la vida de Yves Montand…Mientras él prepara un espectáculo dónde se recrea su vida.
    Pero “Los paraguas de Cherburrgo” fue el primero de sus musicales (aunque la anterior “Lola” ya participaba de elementos del género) y sigue siendo una obra absolutamente singular y una apuesta estética y estilística rompedora. Siempre me sorprende que haya gente que solo se quede con los colores y la consideren simple o superficial. Es un melodrama puro y como tal, a través del artífico y la música se pretende llevar al espectador a un estado emocional determinado y se nos invita a que transitemos por el devenir sentimental de los personajes.
    En otra entrada sobre primeros amores que escribiste comparé el film de Demy con “West side story” y “Esplendor en la hierba”. Recojo esas palabras: El final de “Los paraguas de Cherburgo” es mucho más desolador. Guy (Nino Castelnuovo) y Geneviève (Catherine Denueve) se reencuentran y no tienen nada que decirse. Son dos extraños. Ambos se sienten incómodos y se percibe cierto resentimiento por parte de él y cierta vergüenza por parte de ella. Suena la música de Michel Legrand (¡Cuántos grandes momentos de cine le debemos!). La nieve que cae en la pantalla empieza a congelar el corazón del espectador mientras Geneviève arranca el coche para volver a su vida de señora burguesa, y Guy sonríe radiante de felicidad a su esposa (Madeleine, la chica que siempre le quiso y siempre le esperó) y a su hijo.
    Del gran amor que se tuvieron Guy y Geneviève no queda nada. Fin.
    Que viva Jacques Demy y su romanticismo tan a contracorriente y que viva el musical.
    Lilapop
    PD. Advierto ahora que mi alias podria estar inspirado por el cine de Demy

  27. ¡Cuántas cosas rescataría de tu mensaje, querida Lilapop! Lo primero: efectivamente, Los paraguas de Cherburgo es ”una obra absolutamente singular y una apuesta estética y estilística rompedora»… Qué placer es enfrentarse a cada nuevo visionado. Lo segundo: «Que viva Jacques Demy y su romanticismo tan a contracorriente y que viva el musical». Cómo me ha gustado hasta ahora lo que he visto de Demy (y qué ganas de ver toda su filmo completa)… Y el cine musical ya sabes que lo adoro. Además qué género más versátil, cuántos tesoros abarca.
    Tercero, cómo me ha gustado recordar leyéndote el final de Los paraguas.
    … Cuarta, qué hermoso un alias inspirado en el cine de Demy…
    Beso
    Hildy

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