Perlas desconocidas (2). Hechizo (Enchantment, 1948) de Irving Reis

Roland y Lark, los rostros del pasado en Hechizo.

Las habitaciones, los pasillos, los rincones, las paredes, las escaleras, las lámparas, las cortinas, las ventanas, las camas, los espejos, los armarios, las estanterías, los libros, las puertas de una casa esconden historias. Las casas están vivas. En su interior laten un montón de corazones. No es de extrañar que una habitación vacía provoque una extraña sensación: alguien vivió en esas cuatro paredes. Si las casas hablasen… Y eso es lo que ocurre en Hechizo. Una casa de una calle de Londres empieza a contar una historia. Tiene una voz. La cámara entra por su puerta, el número 99, y nos hace recorrer los aposentos. Así conocemos a uno de los protagonistas: un general anciano y desencantado, Roland Dane (David Niven), que ha regresado al hogar de su infancia. Y allí quiere permanecer hasta su muerte, junto al fiel mayordomo de la familia (Leo G. Carroll). Aunque son tiempos volubles, tiempos de guerra, la Segunda Guerra Mundial no deja tregua. Corre el peligro de perder la casa, los dueños del terreno quieren demolerla. Roland está solo, como un fantasma permanece en su cuarto, a oscuras, y entre sueños llama a Lark, una mujer a la que ama, y esta le responde. No quiere más problemas, solo tranquilidad. Vivir entre voces del pasado.

Irving Reis arrastra al espectador por una elegante y romántica historia de amor doble en Hechizo donde se une el pasado con el presente. La soledad de Roland se romperá con una visita inesperada: su sobrina Grizel Dane (Evelyn Keyes). Esta viene de EEUU donde la rompieron el corazón, conduce ambulancias para el ejército y le pide a su tío una habitación para vivir mientras trabaja en Londres. Otra llegada inesperada cambia el rumbo de la historia y activa la memoria del pasado. Grizel conoce casualmente a un joven piloto, Pax (Farley Granger), que ha sufrido quemaduras en las manos al que traslada al hospital en su ambulancia. Poco despuésdicho joven visita la casa del general, pues hizo una promesa a Lark, su tía. Esta le hizo prometer que si se pasaba por Londres visitara la casa de sus recuerdos infantiles y juveniles.

Ambos se enamoran desde el primer momento, pero Grizel tiene miedo. El general Roland es testigo de ese enamoramiento y no quiere de ningún modo que su sobrina cometa el error de no vivir el presente, de no lanzarse al amor, quiere que termine en los brazos de Pax. Desea una historia de amor feliz, y no una imposible como la que él vivió con la mujer de su vida, Lark (Teresa Wright).

Cómo se construye una bella historia

Con un guion bellamente construido, y partiendo de una novela de Rumer Godden, Reis va entrelazando con hermosas transiciones presente y pasado. Los flashback cuentan las historia de la casa de los Done. Y el presente va narrando el amor entre Grizel y Pax, unidos por sus antepasados. Con un director de fotografía como Gregg Toland (en su último trabajo), experto en dar vida a las casas familiares (véase Ciudadano Kane o La loba), Reis crea en Hechizo momentos delicados y hermosos para pasar casi sin que nos demos cuenta de un tiempo a otro. Así mientras Pax va recorriendo la casa a través de los recuerdos de su tía Lark, que le describía la casa de su infancia, llega al piano. Y le muestra a Grizel cómo tocando una de sus teclas, se mueve ligeramente una de las piezas de cristal de una delicada lámpara del techo. Los dos se quedan mirando la lámpara y cuando la cámara vuelve a descender quien está en el piano es una joven Lark.

Y, efectivamente, toda la historia tiene un aire de hechizo o de encantamiento. De presencia del amor inevitable. Hay una poesía delicada y trágica entre sus fotogramas y en esa manera de rememorar el pasado. Quizá también presente en la novela de la autora Rumer Godden, Take three tenses. Las páginas de Godden no serán la única vez que vean la pantalla y siempre serán en películas que unen en sus imágenes el recuerdo, el pasado, el ensueño, lo extraño, el amor y la sensualidad… como en El río de Jean Renoir o Narciso negro de Michael Powell y Emeric Pressburger. Por otra parte, Hechizo se une a una serie de películas que surgieron durante y poco después de la Segunda Guerra Mundial que construían historias de amor con un toque de fantasía, de amor más allá de la muerte (como Su milagro de amor, Dos en el cielo o A vida o muerte), o con un poco de poesía y unas gotas de melancolía (El reloj).

Los Done, un cuento sin hadas

Grizel y Pax, los rostros del presente en Hechizo.

La historia de los Done empieza una noche de tormenta. Son tres hermanos: una chica, Selina, y dos hermanos, Pelham y Roland. Su padre, viudo, les reúne de improviso y les presenta a una niña que se acaba de quedar huérfana, Lark. Él se ha convertido en su protector y les dice que a partir de ahora será como su hermana. Los dos hermanos siempre la tratarán como tal mientras son niños, y según van creciendo, transformarán el cariño que sienten hacia ella en amor. Solo que Lark amará como hermano a Pelham, pero se enamorará perdidamente de Roland, que por su carrera militar casi siempre estará ausente de la casa. Selina tratará a Lark como una intrusa y como una enemiga a batir. Desde el primer momento, siente amenazada su posición en la casa y rivalizará con ella por el cariño y el respeto de sus hermanos. No hace más que recordarla continuamente que no pertenece a su misma clase social y pone todas las trabas posibles al amor entre Roland y Lark. La historia tiene toques de cuento de hadas, de una Cenicienta con una hermanastra a cuestas. Y un príncipe en el propio hogar que no sabrá romper el encantamiento para terminar juntos comiendo perdices.

Sin embargo, las voces del pasado encerradas en la casa y el general Roland, un muerto en vida aferrado a un amor imposible, convertirán en realidad la historia entre los jóvenes enamorados, entre los descendientes de aquellos que no pudieron ser felices y se condenaron a la soledad. Los alejarán de las cuatro paredes del hogar familiar, aunque sea esta la que en un principio los ha unido, para que se atrevan a vivir el presente y entregarse al amor. Así ellos son protagonistas de una bella secuencia final, en un Londres nocturno, solo iluminado por las bombas, mientras corren desesperados para encontrarse entre la vida y la muerte.

Un poema

Hechizo es una película con poema. Como sabéis este blog los colecciona siempre que es posible. Pax le dice a Grizel que su tía siempre le hablaba de una estantería de libros y de uno en concreto de poemas de Matthew Arnold. Él sabe exactamente dónde está situado. Grizel lo alcanza. Y Pax le dice que se abrirá por defecto en el poema Dover Beach. Así es. El poema tiene dos versos subrayados y hay una rosa seca. Grizel lee el poema, con desencanto, ante un Pax enamorado, y que solo quiere escuchar la parte más bella: “Oh, amor, dejanos ser fieles el uno al otro. El mundo, desplegado ante nosotros como una tierra de sueños, tan variado, tan hermoso, tan nuevo, no posee realmente gozo, ni amor, ni luz, ni certeza, ni paz, ni cura para el dolor”.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

14 comentarios en “Perlas desconocidas (2). Hechizo (Enchantment, 1948) de Irving Reis

  1. Hola Hildy!
    Me anoto el titulo, no la he visto pero después de leer tu estupenda reseña me has despertado el interés. Te deje un comentario en la anterior entrada pero debí de equivocarme en algo a la hora de enviarlo. He descubierto tu blog a raíz del de Alfredo (39 escalones), me gusta lo que por aquí leo, he pasado un buen rato leyendo alguna de tus ultimas reseñas, se agradece descubrir esas maravillosas y olvidadas peliculas. Pues nada mas, saludos!

  2. MI QUERIDA HILDY, TODO ME IMAGINÉ MENOS QUE UN DÍA ESCRIBIERAS SOBRE UNA DE MIS PELÍCULAS FAVORITAS DE MI ADOLESCENCIA, IMAGÍNATE, CON 12 AÑOS YA ERA TODO UN CHIQUILLO ROMANTICÓN. EN MÉXICO, ESA PELÍCULA SE LLAMÓ «ELLA, LA INOLVIDABLE» Y DÉJAME DECIRTE QUE NO FUE MUY BIEN RECIBIDA POR LA CRÍTICA (CÓMO SE ATREVÍAN A NO GUSTAR DE UNA PELÍCULA DE UNA DE MIS NOVIAS) TE MANDO MUCHOS BESOS Y ABRAZOS ESPERANDO QUE TODO ESTO QUE LE SUCEDE AL MUNDO PASE PRONTO…

  3. Bienvenido, Fran
    Qué alegría que me escribas.
    ¡Y pronto visitaré también tu blog, que tiene una pinta estupenda!
    ¡Qué bueno que nuestro punto de unión haya sido el blog de Alfredo…, muchos subimos sus escalones!
    Lástima no haber podido leer tu anterior comentario.
    Espero que disfrutes de Hechizo.
    ¡Seguiremos compartiendo películas y pasión por el cine!

    Beso y mil gracias por pasarte
    Hildy

  4. Querídisimo Jorge, me alegro haber escrito sobre una de las películas que te dejaron tan buen recuerdo en la adolescencia.
    Supongo que una de tus novias es sin duda Teresa Wright, ¿me equivoco? Sí, ella está maravillosa.
    A mí Hechizo me ha parecido por todo lo que digo una perla a descubrir. Posee un romanticismo poético y especial, casi espectral. Tiene momentos bellísimos.

    Beso enorme
    Hildy

    PD: Yo también deseo que todo termine pronto.

  5. Escribes textos tan hermosos, Hildy que sabe mal discrepar. Hay películas poco o nada conocidas que cuando descubres te asombra el olvido en el que han caído dada su calidad o sus aspectos de interés y otras que cuando las ves, entiendes que no hayan superado el juicio del paso del tiempo. Para mí “Hechizo” está en esa segunda categoría. O así recuerdo que me pareció cuando la vi ¡Y mira que la vi con ganas! Tenía todos los elementos para encantarme: melodrama romántico de época, plagado de melancolía junto con historia de amor en tiempos de guerra, siempre llenas de intensidad. Pues no me llegó ni me convenció. Adoro las películas que mencionas como referentes. “Su milagro de amor” es un prodigio de delicadeza. “A vida o muerte” es una de las más fascinantes y originales películas de los 40…O de cualquier época. “El reloj” es una debilidad personal que combina mágicamente el realismo con el romanticismo más genuino. No sé cómo no se la menciona más cuando se habla de la carrera de Judy Garland. No he visto “Dos en el cielo” (creo que me costaría tragarme el cambio del blando Van Johnson por el gran Spencer Tracy) pero su remake “Always” no me desagrada (pese a la cargante Holly Hunter) pero este “Hechizo” no me encantó.
    No te sabría decir qué le falla. No sé si es la historia, el guión o el pulso narrativo que hay detrás, es decir, la dirección. Irving Reis no es Michel Powell, ni Vincente Minnelli. “El solterón y la menor”, acaso la película más famosa de su director siempre me ha parecido justamente eso, menor. Quién sabe qué película hubiese sido con, por ejemplo, William Dieterle, detrás de la cámara.
    Tampoco ayuda la pareja joven (nada que objetar a los estupendos David Niven y Teresa Wright). Tanto Evelyn Keyes como Farley Granger me resultan antipáticos. Él es guapo (no todos los galanes del Hollywood clásico lo eran) pero siempre me parece incómodo, crispado, como si le apretara el nudo de la corbata. Quizá por eso su mejor interpretación sea “They live by night”. No lleva corbata.
    Con todo Hildy, tu texto está tan lleno de emoción y resulta tan sugerente que me dan ganas de revisar la película y redescubrirla con ojos nuevos.
    Un abrazo y gracias por, entre otras cosas, hacerme replantear mis opiniones.
    Lilapop

  6. Mi querida Lilapop, muchas gracias y si hay que discrepar, se discrepa. Además así salen siempre ideas y reflexiones que merecen la pena. Y como dices uno se vuelve a pensar y replantear su mirada. Decirte que a mí tampoco me disgusta en absoluto Always. Por otra parte, digamos que a mí Hechizo sí que me dejó cierto encantamiento. La sentí una película tremendamente elegante y me fascinaron sus transiciones al pasado, cómo encadenaba los flashbacks… Digamos que disfruté con el cómo estaba contada. Así como su última secuencia con la pareja Keyes y Granger.
    Siempre he sentido cierta fascinación por Granger. Lo siento como el galán vulnerable por excelencia, pero que puede tener una parte tremendamente oscura e incómoda (Senso). Y, sí, me fascina en la de Ray, en esos amantes de la noche.
    En cuanto a Niven y a Wright siento por ellos gran cariño.

    Beso
    Hildy

  7. Pues discrepemos siempre amistosamente, Hildy. Coincidimos en muchas cosas, pero no en Farley Granger. El pobre no es santo de mi devoción, pero no está en mi lista de detestados. Más bien ni frío ni calor. Pero guapo era. Simplemente es de esos intérpretes de los que, cuando veo una película suya, se me ocurren otros que me hubiesen gustado más. En “Senso” está bien, pero, claro, cuando piensas que para ese papel Visconti quería a Brando, te sale otra película. Otra que me apasionaría aún más. O William Holden en “Extraños en un tren”, la primera opción de Hichcock. En cambio, está bien en “La soga”. Le pega la debilidad y la incomodidad de su personaje.
    Como galán vulnerable prefiero a Montgomery Clift. Me parece un actor extraordinario y su sensibilidad la percibo más profunda y conmovedora. Menos envarada.
    Pero sí que recuerdo un Granger encantador y “suelto” en esa deliciosa fantasía que es “Tres amores”. Él es el niño que desea crecer para fastidiar a su profesora de francés y cuando lo hace, por un día, descubre el amor. Ya sabes de dónde sale “Big”.

  8. Dios mío, querida Lilapop, ¡me has nombrado a tres actores por los que siento una debilidad especial! Pero, fíjate, sobre todo adoro al más olvidado de los tres: William Holden. ¡Qué filmografía más brillante tiene! Y te lo nombro, por ejemplo, en un melodrama… ¡La colina del adiós! Ayyyyy, suspiro. O también me fascina en una película olvidada de Quine, Encuentro en París. Siento gran cariño por Sueño dorado o Nacida ayer. Pero también están aquellas películas por las que más se le recuerda: El crepúsculo de los dioses o El puente sobre el río Kwai. Ayyyy, este Holden…, cómo me gusta visitarlo de vez en cuando.

    Beso
    Hildy

  9. Bello texto para una de esas películas de sublimación amorosa, un poco chirriantes para mí, pero encantadoras. Particularmente, coincido contigo en la elegancia del trabajo de cámara y de la puesta en escena, la cadencia del ritmo y la suavidad con la que transcurre una historia que fácilmente podría haberse ido al sentimentalismo más burdo. Wright, muy bien, como casi siempre, pero Granger… Nunca me ha convencido, salvo con Hitchcock.

    Besos

  10. ¡William Holden, Hildy! ¡Palabras mayores! No sé si es el más olvidado de los tres ¿Puede que Clift lo esté más? En la última lista que sacó el American Film Institute sobre las 50 estrellas del cine clásico (25 hombres y 25 mujeres) Clift no aparece, pero Holden y Brando sí. Creo que, a Montgomery Clift, como actor del Método, le ha superado en trascendencia su compañero de escuela, Marlon Brando. Yo no entiendo que se haya de decidir entre uno y otro.
    Me encanta “Encuentros en París”. Locura, sofisticación y “metacine”. Y Audrey y William juntos tras “Sabrina” compensándome de una decepción infantil: yo siempre quise que Sabrina se quedara con el personaje de William Holden.
    Para muestra del talento de nuestro William un botón. O más bien tres que no se suelen citar entre sus grandes películas y poca gente ha visto, de tres épocas y tres géneros diferentes.
    “Tucson, Arizona” un western del año 39 con un William de 21 añitos, rubio y guapísimo enamorándose de una mujer mayor que él, para la que trabaja como capataz, la maravillosa Jean Arthur que compone una de las figuras femeninas más poderosas de todo el género. No sé porque no se menciona más esta estupenda película cuando se habla de mujeres en el western. Bueno, si lo sé. Poca gente la ha visto como suele pasar con mucho cine de los 30.
    “Querida Ruth” (1947) es una comedia romántica que transcurre en la segunda guerra mundial. Trata sobre una adolescente (Mona Freeman) miembro de una típica familia media norteamericana, que para levantar la moral de los soldados ha estado enviando cartas de amor a un militar en el frente en nombre de su hermosa hermana mayor, Ruth (Joan Caulfield). La tal Ruth se acaba de prometer con su jefe, con el que les espera un futuro económicamente prometedor, cuando de golpe se presenta en su casa un William Holden enamoradísimo y guapísimo vestido de teniente de aviación. El enredo está servido. La película tuvo tanto éxito que se hicieron dos secuelas que no he visto. La vi hace dos millones de años y la recuerdo con mucho agrado. Seguro que no es una obra maestra ni de lejos, pero con encanto.
    “Breezy” (“Primavera en otoño”) (1973) no suele aparecer citada como uno de los grandes filmes en la filmografía de Clint Eastwood. Puede que no lo sea, pero a mí me llega al corazón esta historia de amor entre dos solitarios de edades y vidas dispares que se enamoran, a pesar de todo y en el caso de personaje de Holden, de él mismo. Y ese final…Nudo en la garganta.

  11. Mi querido Alfredo, sí, es un largometraje elegante. En Hechizo el cómo está contada esa historia, la mirada, es lo que a mí me enganchó totalmente. Cómo pasa y cómo fluye del pasado al presente y del presente al pasado.
    Sí, es cierto que Niven y Wright se llevan la función, pero Granger y Keyes tienen dos secuencias que me ganan, la del poema y la de su reencuentro final.
    Beso
    Hildy

  12. Pues, queridísima Lilapop, me haces pensar. ¡Ahora no sé quién de los dos, si Clift o Holden, se encuentra más olvidado! ¡Para nosotras están muy presentes los dos!
    De las tres propuestas que haces de la filmografía de Holden me apunto las dos primeras (qué ganas me han dado ambas)… ¡Y a mí también me encanta la romántica película de Eastwood, Breezy o Primavera en otoño!
    ¡Y es que Holden, por suerte, tiene una larga filmografía! Todavía me queda obra por descubrir. Y qué bueno que me pueda sorprender más.

    Beso
    Hildy

  13. Ay, y hablando de casas que esconden secretos (vengo de leer tu entrada sobre «Mourning becomes Electra»), ya pero ya me anoto esta peli. Me tienta mucho, aunque coincido en que Granger siempre está como con cara de querer estar en otro lado. Sin embargo, me anoto también «They lived by night» a ver si con eso lo rescato. «The enchanted cottage» es un sueño filmado, me encanta. Y me ha gustado mucho esa transición entre presente y pasado con la araña de cristal que describis. Espero poder conseguir pronto esta peli.-
    Un besote enorme, Bet.-

  14. Mi querida Bet, otra película con mansión, historia y secretos familiares que merece mucho la pena. Es preciosa o a mí me lo pareció.
    Adoro a Granger en Los amantes de la noche (They lived by night). Su personaje está tan perdido, es tan vulnerable y tierno a la vez, con tantas ganas de que todo salga bien… que provoca dolor de corazón.
    Sí, la secuencia de la araña de cristal es una maravilla y una forma elegantísima de filmar esas transiciones de presente a pasado que son la clave de la película.

    Beso
    Hildy

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