El mismo día del estreno, pude ver Blonde de Andrew Dominik. Durante las casi tres horas que dura la película no retiré la mirada de la pantalla. Me atrapó. Llevaba muchos años esperándola; de hecho cuando escribí en el blog sobre la novela de Joyce Carol Oates en 2014 ya contaba que Andrew Dominik quería llevar a cabo esta película y que se había implicado en un principio en el proyecto Naomi Watts y después Jessica Chastain.
Es de esas películas que para mí todos los implicados se tiran a la piscina (especialmente Dominik y su actriz principal, Ana de Armas), arriesgan al máximo y queda así un largometraje quizá imperfecto, pero con muchos momentos magistrales… y un retrato concreto de Marilyn Monroe. Merece absolutamente la pena, incluso solo por analizarla o por entender por qué es un largometraje que no ha pasado desapercibido y rodeado de controversia. Es una película que me encantaría ver en pantalla grande, porque visualmente es una auténtica pasada.
1. Joyce Carol Oates
Blonde (Blonde, 2022) de Andrew Dominik es una adaptación de la novela del mismo título de Joyce Carol Oates, una autora que me gusta muchísimo. En concreto Blonde, de unas novecientas páginas, me la he leído ya dos veces. Oates convierte a Marilyn Monroe en un personaje de ficción y construye una personalidad compleja y atormentada. A través de sus páginas se mete en la mente de una mujer emocionalmente vulnerable, atrapada en un mundo de lobos y en una industria feroz. Poco a poco, su carácter se va minando cada vez más por la lucha entre Marilyn Monroe, su alter ego de un Hollywood dorado, y Norma Jean Baker, una mujer rota y herida desde su infancia.
Lo interesante de la construcción de la novela es que sí ficcionaliza varios momentos y situaciones de la vida de Marilyn Monroe, pero se acerca, creo, a la esencia de la actriz. En este ejercicio literario se nota que la autora conoce profundamente la vida y obra de la venus rubia, así como el proceso de “mitificación” que ha sufrido la artista hasta nuestros días. Se ha escrito mucho sobre Marilyn, se ha opinado mucho sobre su vida, sobre su muerte, sobre su calidad como actriz, se la ha convertido en personaje literario, sus fotografías han circulado sin parar, se la ha despojado de todo significado para convertirla en icono cultural y comercial (yo misma llevo tiempo queriendo encontrar una camiseta con su rostro)…
Por otra parte en un mundo en que todavía no había redes sociales, Marilyn Monroe fue una actriz muy fotografíada. Hay multitud de series de fotografías de Monroe, que podrían ser hoy galerías de Instagram. Desde joven, Marilyn se expuso al objetivo de la cámara. Su imagen fue y es cotizada. Todo el mundo quería verla en sus momentos felices de glamour absoluto, pero también en los más duros. En un periodo, en el que la cultura de la imagen invade la tecnología no es de extrañar un nuevo análisis de la figura de Marilyn Monroe como total precursora.
No es la primera vez que se convierte en personaje literario, es más incluso su tercer marido, el dramaturgo Arthur Miller la convirtió en Maggie en la obra Después de la caída. Maggie es un personaje trágico que en un momento dice: “¡Soy un chiste que produce dinero!”. Incluso Miller escribió un guion maravilloso, Vidas rebeldes, y creó a Roslyn, deparándole un final que él nunca pudo proporcionar a Marilyn. Hay mucho de Marilyn en Roslyn. Y ella interpretó este personaje con raudales de verdad y dolor. No se deja de escribir sobre Marilyn como personaje literario. Ahora mismo en las librerías está una novedad con la actriz como protagonista de la que nada sé todavía: Los caballeros las prefieren muertas de Carmen Moreno.
Y lo que Joyce Carol Oates hace en esta mastodóntica novela es crear a una mujer concreta, con una vida llena de obstáculos hasta llegar a la muerte de una artista totalmente sola y devastada en la cumbre de su éxito. La voz principal de la historia es la de Marilyn. Y creo que el director y guionista Andrew Dominik capta la esencia del libro. Logra meterse en la cabeza de esa Marilyn Monroe creada, en su inestabilidad emocional, y escenifica su vida como una auténtica pesadilla. Pero la paradoja del asunto es que esa Marilyn de ficción consigue atrapar o acercarse a una posible Norma Jean Baker real. ¿O tal vez no?
2. Blonde en pantalla grande
Blonde no es por tanto un biopic al uso. No cuenta cronológicamente la historia de Marilyn Monroe, sino que se mete en el interior de una mujer rota. Por tanto, a veces la mirada está distorsionada. A trozos. Tampoco analiza todos los aspectos de su vida ni aparece reflejada toda su filmografía. No se centra en un periodo concreto, sino que refleja desde su niñez hasta su muerte. No todo lo reflejado le ocurrió, pero en muchas situaciones se acerca bastante a lo que pudo ser.
Para mí un alarde de Dominik es cómo lleva a la pantalla, visualmente, la fusión tan brutal entre Marilyn Monroe y Norma Jean Baker, algo reflejado también en las líneas de la novela. Es ayudado además por una interpretación desnuda y directa de Ana de Armas. Así entre los dos logran mostrar cómo los personajes de ficción de Marilyn se entrecruzaban con su vida; es decir, cómo creaba sus personajes desde las entrañas. Hay dos momentos increíbles para ello. Por una parte una prueba de cámara para el personaje de Nell en Niebla en el alma de Roy Ward Baker, donde paralelamente se ve cómo la actriz se hunde en el recuerdo de las manos y la locura de su madre para sacar todo el jugo a esa institutriz con problemas de salud mental.
Y por otro lado un instante en que una Norma Jean devastada en la cama tiene que recuperar como sea el glamour de Marilyn Monroe, y con ayuda de su maquillador, va pintándose el rostro de la estrella, hasta que se levanta y va hasta un triple espejo donde se refleja su cara… y la imagen del espejo cobra vida propia y empieza a reír a carcajadas como haría Marilyn.
Lo que hace Andrew Dominik es jugar con el imaginario visual de Marilyn (sus personajes en las películas o las más famosas series de fotografías), notándose su labor de documentación, además de un uso magistral del blanco y negro y el color, de distintos formatos, para ir construyendo a la Marilyn trágica de Blonde. Todo tiene un porqué. Cuenta la historia de una estrella de cine haciendo nunca mejor dicho puro cine, danzando formalmente para construir un personaje.
3. Paralelismos Monroe
La Marilyn de Blonde tiene varios paralelismos con la real y muchas intuiciones. Sin embargo, hay una historia que entra totalmente en los terrenos de la ficción, pero que ayuda a construir el personaje. En la novela, y menos desarrollado en la película y con un matiz distinto (luego escribiré más de ello), Marilyn Monroe en sus inicios como actriz entra en contacto con Cass Chaplin y Edward G. Robinson Jr y tienen una relación a tres bandas que se alarga en el tiempo, aunque haya un momento en que se separen físicamente. Ellos son los diósocuros. Es más, en la novela Chaplin se convierte en ese hombre amado que no logra nunca olvidar. Si hay algo parecido a la felicidad son sus momentos junto a dos hombres igual o más perdidos que ella.
La Marilyn de Blonde, tanto en la novela como en la película, se centra en intentar describir la fractura de una mujer que a pesar del alcanzar el éxito más rotundo, tocar casi las estrellas, murió totalmente sola. Una mujer que no pudo con la vida. El misterio del personaje ha sido siempre indagar de dónde venía ese dolor que incluso sus personajes más cómicos dejaban ver. Sí, existía esa mujer divertida, con gran sentido del humor, pero también una mujer capaz de transmitir la mirada más triste. No hay más que ver a su Sugar en Con faldas y a lo loco.
Tanto en el libro como en la película se describe su relación controvertida con la industria donde Hollywood aparece como un triturador de seres humanos. Los fracasos matrimoniales con Joe DiMaggio, que se le dibuja como un hombre básico y maltratador, y con Arthur Miller, con el que se sintió traicionada emocional e intelectualmente. Los abusos sexuales sufridos a lo largo de su vida, describiendo así su relación con el presidente Kennedy, que creo se acerca más a la realidad lo reflejado que otras descripciones que se han hecho alrededor de cómo se desarrolló esa relación. El miedo a la locura y a llegar a la misma situación de su madre. El misterio alrededor de su padre y lo que le marcó su ausencia. El deseo de ser madre, los abortos sufridos… y esa soledad y abandono que no pudo dejar de sentir.
Uno de los aspectos que más me interesa de Blonde es cómo va trazando a través de los personajes que interpreta a lo largo de su carrera, las canciones que canta o lo que escribe a una mujer que está herida, pero que es capaz de crear continuamente un personaje con el que ocultar su sufrimiento que además ofrece unas interpretaciones que sobrepasan la pantalla. Andrew Dominik aporta visualmente el convertir la vida emocional de Marilyn en una pesadilla que va in crescendo hasta morir totalmente sola. Por eso, ofrece momentos escalofriantes cómo esa Marilyn Monroe que avanza entre la multitud, donde solo destacan hombres con caras deformes que vociferan. O una actriz tambaleante y adormilada, conducida como una marioneta hasta los aposentos del presidente, ante el efecto cada vez mayor de los barbitúricos en su cuerpo.
4. Controversia
El origen de la controversia y la polémica, que se ha visto avivada además por declaraciones de Andrew Dominik, es la representación realizada de Marilyn Monroe. Muchas críticas apuntan a que en la película hay un recreación morbosa y sádica donde solo se presenta a una mujer víctima que no deja de sufrir ni un solo segundo de su vida. Que es un retrato de Marilyn desde el dolor más insoportable. Solo se elige un camino de pesadilla para reflejarla. Se deja al desnudo su explotación continua como mujer, la búsqueda angustiosa del padre, los golpes psíquicos y físicos, las humillaciones de cada uno de los que conoció, el miedo a la locura, su imposibilidad de ser madre…
Otra de las polémicas surgió cuando la película no se estrenaba, y se especulaba que uno de los motivos eran las secuencias sexuales explícitas y fuertes. Por otro lado, los momentos más controvertidos y cuestionados son aquellos en que aparecen dos fetos con los que Monroe intenta comunicarse. A unos les chirría el recurso, a otros les parece un alegato contra el aborto…, etcétera. Personalmente, quizá es la decisión formal que menos me convence, pero no me parece un alegato contra el aborto, sino una manera de representar la maternidad frustrada. Marilyn Monroe sufrió varios abortos naturales, pero entraría dentro de la ficción (o por lo menos no está documentado) lo de que alguno de ellos fuese provocado o que estuviese implicado el estudio.
Para mí de nuevo es entrar en un territorio tremendamente complejo e interesante. Cómo se ha ido creando el mito Marilyn. Cuántas veces se la ha presentado como un juguete roto, como víctima de un sistema que explotó su imagen hasta el último suspiro y posteriormente continuó haciéndolo. Quiénes de los que la fotografiaron, estuvieron a su lado, trabajaron con ella… no han aprovechado lo más mínimo para contar su versión y venderla. Por qué todo el mundo tiene una opinión sobre la artista, sobre cómo vivió o cómo murió.
Para mí Joyce Carol Oates realizó una labor de documentación exhaustiva precisamente para crear a su personaje y la trama que desarrolla. Y Andrew Dominik capta la esencia del libro, pero obviamente vuelca de las novecientas páginas lo que le late para lo que quiere contar: cómo la tentación rubia murió en soledad y la búsqueda de un porqué. De hecho, en la película la visión de los diósocuros es muy negativa y como la puntilla final para desestabilizarla ante un descubrimiento que realiza años después de su relación con ellos. Cass y Edward son solo un eslabón más de los hombres que la rompieron.
No ocurre así en la novela, cuya relación ocupa bastantes páginas y es mucho más compleja y con bastantes más matices. De hecho ellos dos son los únicos sinceros con Marilyn y los únicos con los que ella es más Norma Jean. Los tres, sin embargo, tienen una personalidad autodestructiva.
Respecto las secuencias sexuales, me parece que Dominik sabe cómo filmarlas y por qué hacerlo de una manera diferente en cada momento. Tres son las secuencias más directas: la violación del productor, su relación a tres bandas con Cass y Edward y la felación al presidente Kennedy. La violación del productor: solo vemos el rostro de Marilyn, primero sin saber lo que la espera y luego recibiendo el ultraje y la humillación como un castigo y el primer paso hacia la fama. Su relación a tres bandas es rodado con un juego de espejos deformantes, bellísimo, creando una danza de cuerpos que se transforman en líneas sinuosas. Y luego termina como una pesadilla su relación con el presidente, presentando un primer plano de su rostro en una pantalla gigante como si todos los espectadores estuvieran en una sala de cine siendo partícipes de la felación.
Por último, se señala que hay facetas importantes de la vida de Marilyn que no están reflejadas en la película y que no la pintarían tan solo como víctima. Por ejemplo, además de ser una mujer con gran sentido del humor (muchas de sus películas son comedias y lo hace muy bien), se enfrentó a la productora hasta tal punto que se fue a Nueva York a formarse en el Actor Studio`s en el momento que más fama tenía y creo además su propia productora para tomar las riendas de su carrera y conseguir personajes más ambiciosos.
Sí, es cierto que una de sus pasiones era leer. Defendió a Arthur Miller cuando este estaba siendo interrogado durante el periodo de la Caza de Brujas. No tenía miedo a responder y a ser totalmente sincera en sus entrevistas. Hubo compañeros y compañeras de profesión con los que tuvo buenas relaciones y pasó buenos momentos.
Lo que no se puede negar es que la Marilyn que se muestra en la película de Blonde ahonda en varios puntos que desgraciadamente sí sufrió la actriz. Una infancia complicada, un ascenso complejo, unas relaciones difíciles con los hombres, una dependencia a los barbitúricos, una conciencia total de su inestabilidad emocional, la inseguridad, la soledad… Hay una anécdota que se cuenta del rodaje de Vidas rebeldes que explica un poco su percepción como persona. Parece ser que se llevó muy bien con Montgomery Clift y en un momento dado le dijo que nunca había conocido a alguien que sufriera todavía más que ella.
5. Conclusión
A mí es una película que me ha tocado. Blonde (Blonde, 2022) de Andrew Dominik tiene momentos absolutamente brillantes. Deslumbrantes. Es una película que arriesga en cómo cuenta la historia de Marilyn Monroe. A veces acierta más y otras menos. Ella es un personaje de ficción, pero que creo no pierde de vista a la persona de carne y hueso. Es de nuevo una construcción del mito.
Sin embargo, al ser un retrato doblemente personal de la actriz (tanto de la autora como del director), este puede gustar o no. Sí, es bastante cruda y se centra en su sufrimiento y ataca a la industria cinematográfica como depredadora, así como a una sociedad que trata a las personas como objetos (y en esta cultura actual de pleitesía a la imagen se entiende más todavía). Es más, no hay ni un solo hombre que no quiera aprovecharse de su cuerpo y de su imagen o que sea capaz de ver más allá de Marilyn Monroe.
Blonde es otra lectura sobre la actriz, partiendo de una base muy documentada. Marilyn Monroe sigue siendo un misterio, porque se le ha despojado de su personalidad. Todos han creado (hemos creado) nuestra propia Marilyn. Y ella lo sabía. Si bien es cierto que en la última entrevista que concedió a Life dijo: «Pero la gente siempre está encima de ti. Se diría que les gustaría disponer de ti, que les gustaría apropiarse de los pedazos de uno mismo». Y también expresó: «Yo no me considero una mercancía, pero estoy segura que hay cantidad de personas que no me consideran otra cosa». Y que efectivamente sigue dando beneficios y utilizada como mercancía…
… También se da una bonita paradoja. Sí, nadie sabe qué paso con Marilyn o quién era ella realmente, pero tuvo el magnetismo suficiente como para que años después de su muerte siga siendo inspiración para muchos. Hay muchas Marilyns en canciones, pinturas, ilustraciones, esculturas, películas, poemas, novelas… Algunas gustarán más o menos, pero tratan de atrapar su esencia o desvelar su misterio. Marilyn Monroe es también un motor que impulsa la creatividad.
Y eso es lo que ha pasado tanto con la novela como con la película de Blonde. Creo que ambas son obras brillantes, otra cosa es que gusten o no. Lo que está claro es que no dejan indiferentes. Por si no lo he dejado claro, a mí sí me ha gustado Blonde y todas sus complejidades.
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Una brillante y emocionada mirada hacia la preciosa y desgraciada Marilyn que nos hace sentirnos más cerca de ella y comprenderla mejor.
Una vez más hildyjohnson hay que darte las gracias por dejarnos compartir contigo tú amor incondicional al cine y a sus protagonistas.
Me ha encantado tu reseña y olé.
Yo también leí Blonde hace años y disfruto de Oates como escritora, aunque hay que coger con pinzas mucho de lo que la autora escribe, le encanta reflejar la violencia sobre la que se asientan muchos comportamientos sociales de su país, sobre todo la que tiene que ver con las mujeres y no digo que no sea real, claro que sí, pero cuando sólo centras el foco en eso desvirtúas el resto, es inevitable. Y Blonde me fascinó, pero eso, cuidado con el foco, me dije.
Y esta película es foco sobre foco, puff, demasiado foco, ¿no?
Pero sí, la veré, y sí, de nuevo llegaré a la misma conclusión que tú, cada cual tiene su Marilyn y de ahí la complejidad del personaje. Que no de la persona, también conviene no olvidarlo.
Es la naturaleza de los mitos, inasibles y nada humanos. De ahí nuestra fascinación. Y la imposibilidad de retratarlos.
Besote, Hildy!
Hola Hildy
Desde luego Marilyn-Norma es un caramelito para cualquiera que tenga ganas de vivir polémicas. (Por si fueran pocas «dos personalidades» la peli se llama Blonde y yo -lo leo torcido- me acuerdo de Deborah «Blondie» Harry, mi Marilyn musical).
Si ya es peligroso fantasear sobre la vida de una persona «real» introducir elementos anímicos es ir a pisar el callo. Ha habido directores mucho más prestigiosos que aquellos odiosos productores les dijeron: Así que tres horazas… ¡Esto fuera! ¡Y esto! Dos horas y cuarto. Ahora negociemos.
Me alegro que te guste tanto; yo con mis amores -y mis odios por el biopic- creo que me quedo con la imagen que ya tengo de Norma Monroe.
Un saludo, Manuel.
¿Sabes, querida María Rosa, también una manera preciosa de acercarse a Marilyn y que en ello indagan tanto Oates como Dominik? Ver y disfrutar cada una de sus películas. Yo particularmente tengo mis favoritas. Bus Stop y Vidas Rebeldes. También tiene varios personajes secundarios que uno no debe perderse, creo que hay mucho de Norma Jean en Encuentro en la noche (Clash by Night). Y como rubia explosiva también tengo mucho cariño a su intervención en Me siento rejuvenecer, una comedia que me hace reír un montón. Como amante del cine negro es imprescindible verla en La jungla de asfalto. Y solo hace intervenciones anecdóticas, pero no pasa en absoluto desaperciba ni en Eva al desnudo ni en Amor en conserva (Love Happy).
Beso
Hildy
¡¡¡¡Marga, qué alegría me da siempre leerte!!!
Sí, es verdad que Oates refleja en muchas de sus novelas la violencia sobre la que se asientan muchos comportamientos sociales de su país, sobre todo la que tiene que ver con las mujeres. Y en Blonde también habla de ello. Sí, es cierto, es una autora con una mirada determinada sobre el mundo y las relaciones sociales y personales. Su universo es duro. Su foco es muchas veces una bofetada fuerte.
A mí la película de Blonde me ha gustado mucho. Y me quedo con la maravillosa frase final de tu comentario: «Es la naturaleza de los mitos, inasibles y nada humanos. De ahí nuestra fascinación. Y la imposibilidad de retratarlos», porque expresa muy bien el misterio Marilyn y en qué se ha convertido. Al final, efectivamente, cada cual tiene su Marilyn… Y de esos reflejos, unos gustan más y otros menos. Pero creo que, por suerte, surgen de esas Marilyns buenas creaciones, sean escritas, en poema, en canción, en ilustración o en una película… Y también, es cierto, que hay cutrerío aprovechando su nombre e imagen.
Me encantará saber qué te ha parecido cuando la veas.
Beso enorme
Hildy
Manuel, ¿cuál será tu propia imagen de Norma Monroe?
A mí siempre me ha interesado mucho todo lo relativo a Marilyn Monroe, además de ver sus películas, he visto todos los documentales que he podido y he leído todo lo que ha caído en mis manos sobre ella. También me ha gustado oír las grabaciones de sus canciones. Y sobre todo me han gustado mucho los libros de fotografías dedicados a Marilyn, que son unos cuantos. Me interesa por todo lo que he dicho: por cómo se han generado ríos de tinta durante su vida y después de su muerte. Y las lecturas y transformaciones que ha «sufrido» su imagen. Cómo se la vacía y se la llena. Cómo se construye y deconstruye el mito. Me parece muy interesante, más ahora con el culto a la imagen que sigue creciendo y creciendo…
Beso
Hildy
Hola otravez
Miedo me da responder a alguien que tiene tantos datos sobre Norma.
En lo referente a la profesión: yo creo que no era la más guapa, ni la más lista, ni la mejor actriz pero sí era la más fotogénica. Millones de fotos, mejores e insuperables, ninguna mala. En el cine daba igual argumento, compañeros o decorado, sólo la ves a ella. Por eso comparto tu lista de pelis pero me falta Niágara, imposible estar más atractiva. También creo que era consciente que la mejor peli en la que trabajó fue «All About Eve», (ella era el quinto papel y primero sin reconocimiento). Cuando dices que murió en la cima hay que nombrar su otra gran película «The Misfits, Vidas Rebeldes» como uno de los más bellos epitafios que el cine ha dado.
En cuanto al espinoso tema de la parte humana yo creo que Norma no era un corderito -no discuto sus espinas- y Marilyn pudiera ser una loba. Tuvo mala suerte con los hombres pero también supo utilizarlos cuando le hizo falta. Y, como todos los seres humanos, fue dónde la vida le llevó. Eso sí, meterse en la boca de lobo Kennedy -secreto a voces, que todos sabían- sólo ella podría explicarlo.
Otro saludo, Manuel.
Jajajaja, Manuel, no tantos, no tantos. Es que me emociono, me embalo y parece que no tengo lagunas de Norma Jean Baker…
¡Muchas gracias por responder a mi pregunta! Qué ilusión.
Interesantes puntos que tocas.
Sí, Vidas rebeldes es de mis favoritas de Marilyn, y como dices un bello epitafio.
Tienes razón respecto su fotogenia. Tiene fotografías bellísimas. Hay muchos testimonios de cómo se transformaba tras el objetivo, lo que la quería la cámara.
La parte humana, ay, la parte humana… ¡madre mía, si todos somos un misterio absoluto, ¿verdad?! Y como dices vamos donde la vida nos lleva. Y Marilyn también creo algo interesante sobre ella: tuvo obstáculos de todo tipo y soledad desde muy pequeña y aprendió a ser superviviente.
Madre mía, la cantidad de teorías, especulaciones e historias que circulan sobre lo de Kennedy. Y yo pienso que no fue nada agradable. No sé si fue tan crudo como reflejan en la película, pero pienso que nada bonito.
Beso
Hildy
Querida Hildy,acabo de verla ayer y estoy muy impresionado por esta visión tan cruda como poética de la vida de nuestra estrella fugaz,tan recordada y discutida como James Dean y otros que se fueron de golpe cuando fulguraban en el firmamento.
Tu bello análisis y la conversación posterior no me deja mucho que aportar,pero no puedo menos que recoendar la cinta y todos los visionados que se pueda de las películas de Marilyn.
Una de mis favoritas es BUS STOP (en Chile se llamó «Nunca fuí santa») y en particular ese número musical cursi y sublime donde canta «That old black magic»
¿No te parece que el vaquero tontorrón que interpreta Don Mrray tiene mucho de Joe DiMaggio?
Besos ,IVÁN
Sí, querido Iván, una de las mejores maneras de acercarse a Marilyn es viendo sus películas. Es verdad. ¡A mí también me encanta Bus Stop! (cómo me gusta saber los títulos que han tenido las películas en distintos países). Y es cierto quizá el fondo del vaquero, su forma de ver la vida, fuera muy parecida a la de Joe.
Tanto Oates como Dominik es una de las cosas que hacen, cómo las películas y la vida de Marilyn se entrecruzan. Defines el largometraje de Blonde perfectamente: entre cruda y poética.
Beso
Hildy
Ay, te leo y pienso que me estoy perdiendo de algo grandioso por no ver esta película. Pero creo que voy a pasar… tanta crudeza en la pantalla me repele, hay cosas que no necesito ver, me basta con saber que existen.-
Buena suerte con esa remera, ¿alguna estampa en particular?
Un abrazo enorme, Bet.-
Jajaja, es que cuando me gusta algo, me pongo de un intenso y disfruto exponiendo mis motivos. Pero sí, es cruda, aunque a la vez para mí tiene imágenes muy hermosas. ¡Llevaba años queriéndola ver!
Nada no encuentro la remera que me cautive. La estampa tiene que ser una imagen de Marilyn que me guste, o foto auténtica en blanco y negro que me guste o ilustración que me encante. Que la vea y diga: Quiero esta, jajaja
Beso
Hildy
Hola Hildy!
Me ha encantado tu entrada aunque no puedo decir lo mismo de la película. No he leído la novela de Joyce y no se si esto me hubiera ayudado, lo cierto es que antes de verla me leí bastantes criticas, tanto desfavorables como poniéndola por las nubes. A mi pareja le ha fascinado y lo cierto es que hemos tratado de convencernos mutuamente con argumentos que no han logrado movernos de nuestras posiciones. Si hay algo que me ha sorprendido mucho, la puesta en escena y la fotografía son magnificas, hay imágenes que cuando las vi pensé que se correspondían con la realidad, Ana de Armas esta perfecta en su papel y de seguro que se llevara la estatuilla.
No le resto valor e importancia a la película, simplemente no me ha logrado atrapar.
Besos y feliz finde!
Querido Fran, hay películas que le atrapan a uno y otras no. Y eso te ha pasado con Blonde. No te ha atrapado. Ahora la que te hace la pregunta «personal» soy yo. ¿Lo que no te atrapó fue el retrato de Marilyn Monroe o la forma de contar la historia? Por ejemplo, varias personas con las que he hablado no les gustó porque les parecía que era ver todos los momentos de sufrimiento de un personaje y ni uno solo de calma o de paz o de felicidad.
A mí, como has leído, me ha atrapado del todo, aunque todavía me falta un segundo visionado para confirmarlo del todo.
Me ha hecho mucha ilusión que te haya gustado la entrada.
Beso
Hildy