Los hermanos gemelos Nasser cuentan con su cámara un pequeño cuento, una fábula sobre el amor que transcurre en la franja de Gaza. Así logran otra manera de reflejar la realidad palestina. Ellos se centran en la gente y su día a día. En las personas que a pesar de las condiciones inhumanas en las que viven tratan de sentir, amar, vivir, superar los obstáculos diarios, ilusionarse, tener esperanza, disfrutar de los pequeños momentos…, aunque intenten arrebatárselos continuamente.
Su protagonista es un pescador soltero enamorado de una viuda costurera. Ambos rondan los sesenta años. Y los dos, rodeados de un mundo lleno de dificultades, se ilusionan por vivir un romance otoñal. Issa (Salim Dau), el pescador, se enamora como un adolescente. Para él Siham (Hiam Abbass) es la mujer de sus sueños. Con una inocencia, timidez y ternura infinitas trata de conquistar a la dama.
Y entre medias de su lenta y pausada historia, Issa atrapa en sus redes una hermosa estatua fálica de Apolo. Aunque esta misteriosa pieza le mete en muchos líos, parece como si tuviese un influjo mágico en su vida. La llamada del amor no puede esperar más. Los realizadores se inspiraron para esta parte de la trama en una historia real a principios del siglo XXI: realmente hubo una estatua que fue rescatada del mar.
Los hermanos Nasser dedican la película a su padre y quieren regalar a sus dos personajes un final feliz. Su cuento es sencillo y muy visual. Ambos crean una comedia romántica en un lugar donde sus gentes sufren y viven en un espacio hostil, en el que sus habitantes se quedan sin luz cada dos por tres, donde los jóvenes no tienen esperanza y solo quieren largarse y donde continuamente se oyen disparos o bombas… Las calles son grises y los edificios están en ruinas. Pero para Issa y Siham es su hogar, el sitio que aman. Ellos dos encuentran un momento para reírse sin parar.
Y como toda historia de amor, tiene su banda sonora especial. Especialmente hay una sorpresa, pues en medio de Gaza, en la cocina de un pescador, este fríe su pescado al ritmo de «Que no se rompa la noche», de Julio Iglesias. Pero también en el momento final envuelve la película una bella melodía de La Bohème que nos remite a todo un clásico del género: Hechizo de luna.
Como toda comedia romántica, tiene una galería de personajes que rodean a los dos protagonistas y que aporta más pinceladas a la historia: la hermana de Issa, empeñada en que su hermano se case; la hija de Siham, una joven desencantada, pero que trata de seguir adelante; los policías que van en busca de la estatua…
Salim Dau ofrece un personaje entrañable: un hombre de pocas palabras, de miradas y gestos, con su perfume siempre encima. Pero los hermanos Nasser ponen el rostro de la actriz Hiam Abbass como su enamorada, y como siempre esta ofrece mil y un matices. El rostro de Abbass cuenta historias, y arrastra una filmografía con un montón de personajes que dejan huella (Los limoneros o The visitor). En Gaza, mon amour no es de extrañar que sea la enamorada del pescador. Ella convierte al personaje en entrañable: con solo sus miradas, sus gestos y la manera de comportarse en su día a día.
Bajo el influjo de una estatua que muchos quieren, esta solo aporta su magia a aquel que la ha atrapado en sus redes. El pescador encuentra así las fuerzas para vivir un amor pleno. Gaza, mon amour es lo que promete: una sencilla historia de amor.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Una película entrañable, una película que demuestra como, aún rodeados de tanta violencia y sinrazón, las personas buscan y a veces hasta consiguen una razón para seguir viviendo. Me ha emocionado.
Es una película, queridísima María Rosa, que muestra de otra manera la franja de Gaza. Los hermanos que dirigen la película no esconden la situación, incluso hay presencia de un cierto humor negro, pero quieren dar un respiro a los dos protagonistas, la posibilidad de una historia de amor. Tiene una sensibilidad especial.
Beso
Hildy
Hola Hildy
Como ambos son «sesentones» recordaran -o no- que hace sesenta años Alain Resnais realizó «Hiroshima, Mon Amour». No está mal sesenta años como espacio temporal para dar la vuelta al reloj de arena. Y no es mal referente para una bella historia de «amour».
Un saludo, Manuel.
Vaya, pues me llama mucho al atención, pero lamentablemente a mi pequeña ciudad no ha llegado esta peli ni se la espera. Esperaré yo a que se suba a alguna plataforma de esas de pago, que para ver pelis humildes y actuales no me gusta abusar de mis contactos con la Academia…
No sé si crees que tenga relación alguna con Hiroshima Mon Amour cuya protagonista Emmanuelle Riva, como parece insinuar mi muy perpicaz tocayo, lo fue luego de Amour de Haneke en 2012. Para mí fue un pequeño shock porque vi esta última sin ser consciente de ello y su imagen juvenil en Hiroshima se me vino de pronto a la mente como un chispazo, al final, y me dejó no poco turulato.
Uy, que desbarro.
Un besazo Hildy querida
La película de Alain Resnais, queridísimo Manuel, también tiene en su título «mon amour», y también es una historia de amor.
Los hermanos Nasser creo que cantan con ese título su amor hacia Gaza, el sitio donde nacieron. También es un amor entre ruinas y dolor, pero ellos tratan de pasarlo por un filtro: el de la comedia romántica. Y creo que consiguen generar esa ilusión de que esos dos personajes van a tener su segunda oportunidad y su felicidad.
Beso enorme
Hildy
Ahora toca mensaje para otro adorado Manuel. Sí, Amour de Haneke era durísima, y efectivamente ese diálogo entre el rostro de Emmanuelle Riva en Hiroshima y el rostro de Emmanuelle Riva en la de Haneke es absolutamente demoledor.
«Gaza, mon amour» seguro que llegará a plataformas y podrás disfrutarla: es una fábula pequeña con encanto, y con otro rostro que cuenta historias, el de la actriz Hiam Abbass.
Beso gigante
Hildy
Pues has resumido muy bien esta sencilla y bonita película, y ese acercamiento discreto y tímido del pescador a su amada costurera. La película muestra ese deseo de compartir la vida, de encontrar pareja y dejar atrás la soledad. Sus protagonistas ya no son jóvenes pero siguen vivos he ilusionados, pese a la vida austera y limitada que sufren. Los actores protagonistas están muy bien elegidos y es curioso ese momento Julio Iglesias en Gaza.
Un beso, Hildy.
Querido Luis, totalmente de acuerdo con que es una película sencilla y bonita. Sí, mantener la ilusión, incluso en un entorno hostil. Los dos intérpretes están geniales en sus papeles. Ese momento Julio Iglesias es impagable…
Beso enorme
Hildy
De lo más interesante, mi querida Hildy. Aunque todo suena a ya visto (incluso sin salirnos de la filmografía palestina), el componente de Apolo sí es un aliciente novedoso que permite encontrar nuevos y enriquecedores matices en el discurso. Así compensamos un poco lo de Julio Iglesias, jejeje…
Besos
Sí, además las escenas de la estatua de Apolo, sin hacer nada, solo con la manera de filmarla tiene un componente extraño y mágico.
Pues mira que me ilusionó y me dio alegría la secuencia de la canción de Julio Iglesias, jajaja.
Te lo juro.
Y también esas notas finales a lo Hechizo de Luna de La Boheme.
Hay una escena donde todos los personajes se ponen a reír sin parar que es una delicia.
Beso
Hildy