Enamorada de Docs Barcelona (primera parte). Diario cinéfilo de Hildy Johnson durante la cuarentena (3)

Docs Barcelona. Letter from Masanjia (2018) de Leon Lee.

¡He podido acudir y estar presente en el Docs Barcelona desde mi hogar y ha sido un placer! Empecé esta aventura el día 19 y terminó el domingo 31 de mayo. El cine documental cada vez me apasiona más y ha sido un lujo poder disfrutar de una muy buena programación. En total he podido visionar dieciséis documentales y me he sumergido en un montón de mundos inesperados. ¡He aprendido tanto y he accedido a tantas puertas que no había abierto!

Durante estos días informándome por Internet, he rescatado una frase del documentalista John Grierson que quizá explique la fascinación cada vez mayor que siento por este tipo de cine: “El documental no es más que el tratamiento creativo de la realidad”. No solo he disfrutado de las historias reales que me han contado, sino de cómo me las han contado. Acompañadme a este baño de realidad, donde iré analizando brevemente cada documental y en el orden en que los vi.

Letter from Masanjia (2018) de Leon Lee

No es un tópico la frase “la realidad supera la ficción” si se ve este documental que inauguró el Docs Barcelona. Una familia de EEUU encuentra una carta de denuncia de un prisionero político chino llamado Sun Yi (formaba parte del movimiento espiritual Falun Gong) en un objeto decorativo de Halloween (una lápida, como una metáfora macabra) que compraron en unos grandes almacenes y lo guardaban en su desván desde hacía dos años. En la carta, Sun Yi denuncia la situación desesperada de los presos en el centro de trabajo de Masanjia. Julie Keith, la madre de la familia americana, mueve la carta por los medios de comunicación para llamar la atención sobre la vulneración de los derechos de los presos en China.

El director fascinado por la historia conectó con Sun Yi y le enseñó a través de Skype a utilizar un equipo de grabación para que filmara su vida. Este ya había salido de prisión, trataba de reconstruir su vida familiar, pero seguía manteniendo un difícil situación y una tensa relación con el Estado. Letter from Masanjia es el retrato de un hombre con una historia de terror y de opresión del poder detrás y también la crónica de un encuentro entre dos personas que unieron sus vidas por una carta. Así las imágenes de Sun Yi se mezclan con las de la familia norteamericana, y con los recuerdos que él dibuja del campo de trabajo, ahí donde la cámara no puede entrar. Como la realidad supera la ficción… no tiene un final feliz, sino uno que te parte en dos.

Solo (2019) de Artemio Benki

El rostro del pianista Martín Perino te arrastra por su pasado y su duro presente. Su historia arranca en el hospital psiquiátrico Borda en Argentina, le acompañamos durante su salida y en sus intentos por no hundirse de nuevo por los recovecos de su mente. Su lucha por no romper con la realidad, él solo desea tocar su piano. Y tocando la teclas Martín Perino encuentra su remanso de paz. De joven promesa de la música a un hombre atormentado al margen de la sociedad, pero que no deja de pelear la vida. Y, sobre todo, no deja de crear y tocar. Es estremecedor escucharle, cómo él mismo, con una inteligencia sensible, analiza su propia mente y reconstruye su vida o confiesa sincero todas las cosas que le hacen daño y le quiebran.

Artemio Benki, que falleció recientemente, rueda junto a Perino, no se separa de él ni en sus peores momentos (cuando está a punto de quebrarse) ni cuando vuela de nuevo, y realiza un hermoso retrato cinematográfico con la sensibilidad de un artista que entiende a otro. La cámara nunca abandona el recorrido de Martín Perino y capta momentos poéticos, de una belleza que duele, a pesar de filmar una vida siempre al borde de la ruptura.

Rising from the tsunami (2019) de Hélène Robert y Jeremy Perrin

Extrañeza es lo que uno siente ante Rising from the tsunami. Hélène Robert y Jeremy Perrin arrastran a un viaje hipnótico, misterioso, extraño y desconocido. El 11 de marzo de 2011 después de un intenso terremoto, un tsunami devastador dejó miles de muertes en Japón. Años después, los directores encuentran zonas de un país herido que tratan de reconstruirse todavía, donde, sin embargo, también surgen con una naturalidad que choca historias de fantasmas y espíritus que vagan desde la catástrofe.

En una de las localidades castigadas se construye un enorme espigón para detener una gran ola en un futuro. Valga como metáfora de lo que se puede encontrar al otro lado del muro: la convivencia pacífica de los supervivientes con sus fantasmas, los ausentes, aquellos que se fueron. Y cuentan sus historias con tanta verdad que desarman. Y es que las historias de fantasmas siguen vivas, existen. Son reales.

Docs Barcelona. Solo (2019) de Artemio Benki.

Songs of repression (2020) de Marianne Hougen-Moraga y Estephan Wagner

Sus realizadores cuentan una historia de terror. Bajo la amable apariencia de un lugar bucólico, donde unos abuelitos alemanes entonan canciones, se esconde un mundo oscuro de violencia, torturas, sumisión, maltratos y abusos sexuales. Y así nos es revelado poco a poco por sus protagonistas (conviven casi tres generaciones), que vivieron unos años de pesadilla y que ahora arrastran esa historia negra en un ambiente de aparente paz que pincha. Las contradicciones golpean. Y todos esos abuelos y algunos más jóvenes dejan ver su historial de personas heridas y marcadas. Con un paisaje de calma de fondo, todos están a punto de romperse por la herencia que arrastran.

Marianne Hougen-Moraga y Estephan Wagner se introducen en el alma torturada de una comunidad: un destino turístico de Chile, Villa Baviera, muestra entre sus cuatro paredes su pasado macabro, cuando Colonia Dignidad vivía bajo el dominio de un siniestro personaje, Paul Schäfer, de pasado nazi y simpatizante de Pinochet. Ahora conviven en una extraña armonía torturados y torturadores, o en algunos casos ambos casos a la vez. Una armonía con notas discordantes a cada paso.

The letter (2019) de Maia Lekow y Christopher King

En pleno siglo XXI, en Kenia, siguen en pie acusaciones de brujería con tristes consecuencias. Los documentalistas cuentan una historia escalofriante, de denuncia. En el corazón de una comunidad rural se teje la historia de una familia que se resquebraja por supersticiones e intereses económicos. La cámara sigue a Karisa, que vuelve a su comunidad rural, cuando descubre preocupado algo que no entiende a través de las redes sociales: el rumor de que su abuela es una bruja.

Construido el relato documental como una historia de suspense, Karisa trata de entender qué está ocurriendo en su familia. Y va investigando y tirando del hilo entrevistando a unos y a otros, para revelar cómo muchos abuelos están sufriendo la misma suerte que su abuela. Mezclando la religión, las supersticiones y otros miedos con intereses económicos para quedarse con sus tierras, cada vez cobran más fuerza los bulos de hechicería y brujería, desencadenando además una ola de miedo y asesinatos de ancianos, condenados por la sospecha de sus poderes sobrenaturales. Pero lo que surge con fuerza es el retrato de una abuela sabia y fuerte, que no se deja doblegar, así como la huella imborrable que ha dejado también tanto el colonialismo como la religión.

Docs Barcelona. ¿Puedes oírme? (2020) de Pedro Ballesteros.

¿Puedes oírme? (2020) de Pedro Ballesteros

El realizador Pedro Ballesteros descubre en el Docs Barcelona el proceso creativo y la filosofía del escultor Jaume Plensa y logra que el espectador se enamore de su obra. Una obra que recorre el mundo y deja su huella. No solo es gozoso ver cómo sus enormes esculturas forman parte del mundo, sino también escuchar a Plensa y aprender de cómo explica el poder transformador del arte y la importancia de su presencia en el espacio público. Y ahí está lo revelador: esa defensa a ultranza de un espacio público bello y acogedor para todos.

El descubrimiento de un artista apasionado que habla de la importancia de las palabras o que expresa que las esculturas desean ser tocadas, vividas, y la soledad que viven en los museos. Plensa nos lleva de la mano a su inmenso taller, lugar sagrado de creación, o a las instalaciones de sus obras por todos los rincones del mundo (esas esferas con palabras o esos rostros enormes y misteriosos), a la vez que habla, reflexiona y filosofa sobre cuestiones de la vida y el arte.

Space dogs (2019) de Elsa Kremser y Levin Peter

Estremecedor y experimental documental que cuenta una historia olvidada. Su punto de partida es el recuerdo de una perra callejera que se llamaba Laika. Ella fue el primer ser vivo que fue enviado al espacio, y allí en la inmensidad del universo falleció, y su cuerpo se desintegró cuando entró en contacto con la atmósfera terrestre. Desde ese momento el fantasma de Laika habita por las calles de Moscú junto a otros perros callejeros.

Ellos nos acompañan a un viaje aterrador. Pues en esa conquista del espacio tanto EEUU como la URSS se sirvieron de un montón de perros callejeros, monos e incluso tortugas para llegar al más allá. Ellos son los testigos mudos de su pasado olvidado. Las imágenes de animales del presente viviendo en un mundo hostil se encadenan con imágenes de archivo escalofriantes sobre todo de esos perros cogidos de las calles y entrenados para duros viajes espaciales, de los que volvían con vida o no.

Vivos (2020) de Ai Weiwei

El artista y activista chino Ai Weiwei, presente en el Docs Barcelona, se vuelve a poner detrás de las cámaras para atrapar el alma de México, un país hermoso con un color especial y con mucha gente buena que lo habita, pero aplastado por la violencia y la corrupción. Vivos es un doloroso documental de denuncia que pone en valor a la sociedad civil mexicana y su lucha incansable por un mundo más justo y por terminar con una impunidad que quema. Así se sirve de los testimonios de los familiares de los 43 estudiantes que desaparecieron en Igualada. En septiembre de 2014 su autobús fue asaltado violentamente y sus familias todavía lidian por saber la verdad. Los reclaman vivos.

Padres, hermanos, esposas, abuelos, compañeros se niegan a que sus caras desaparezcan, a que los olviden. Y se niegan a aceptar la “verdad histórica” que construyó el Estado. Demasiadas preguntas sin respuesta, solo quieren saber qué pasó realmente. Los entresijos dan miedo: cuál fue el papel de la policía local, de los carteles de la droga, del gobierno y el propio Estado. ¿Dónde están esos estudiantes? Las familias siguen mostrando las fotografías de los ausentes, y hablan sin miedo sobre cómo se sienten, que ha supuesto su ausencia, qué piensan de esa verdad que no aceptan, cuál es su esperanza y su lucha. Y de fondo un México hermoso, vivo y colorido…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

6 comentarios en “Enamorada de Docs Barcelona (primera parte). Diario cinéfilo de Hildy Johnson durante la cuarentena (3)

  1. Un placer sumergirse en estos documentales…no me extraña que te haya apasionado tanto …El de ¿Puedes oírme? especialmente me ha interesado mucho
    Gracias por contarnoslo…

  2. Ese documental es una joya, querídisima María Rosa. Para mí ha sido un descubrimiento. Un día me quedé atontada cuando vi aparecer por primera vez un enorme rostro misterioso en la plaza Colón de Madrid… Y desde ese momento me sigue y lo percibo cada día más bello. No sabía nada de su artista, Jaume Plensa. Y el ver este documental ha sido toda una revelación. Después en el palacio de cristal de El Retiro también hace tiempo, vislumbré algo que llamó toda mi atención, pero no pude entrar porque estaba hasta arriba… y era otra instalación bellísima de Plensa. Sus palabras sobre el espacio público son para enmarcar. ¡Este festival merece mucho la pena!

    Beso
    Hildy

  3. Hola Hildy!
    Tomo buena nota de tus recomendaciones. Creo que el día debería de tener 48 horas, no nos da la vida…jeje
    Besos;)

  4. ¡¡¡Exacto, querido Fran, no nos da la vida con la cantidad de cosas que hay que nos apasionan!!!
    Este festival ha sido un lujazo poder disfrutarlo.
    He visto documentales que me han parecido muy buenos. Y es que hay ¡tantas cosas que contar!, ¡¡¡tanta realidad que mostrar!!!!
    El cine documental aporta y abre puertas a historias y realidades que de otro modo no conoceríamos.

    Beso
    Hildy

  5. Disfruté también mucho con el documental «¿Puedes oírme?», que me descubrió la personalidad de este autor que desprende amor por su trabajo. Una fascinante concepción la suya sobre las relaciones de sus obras con el entorno donde se instalan. Me encantó, como citas, esa reflexión sobre lo solas que deben sentirse las esculturas en los museos, obligadas a ser solo observadas. En Zaragoza contamos desde 2008 con una de sus figuras humanas formadas por letras: «El alma del Ebro», situada en lo que fue el recinto de la Exposición Internacional de dicho año. Con sus casi 12 metros de altura se ve imponente junto al Palacio de Congresos.
    Gracias, como siempre, por tus estupendos textos y un abrazo.

  6. Ana, qué documental más hermoso, ¿verdad? Yo lo disfruté un montón. Para mí Plensa y su filosofía ha sido todo un descubrimiento. ¡También está presente en Zaragoza! Tiene repartida su alma creativa en un montón de sitios.
    Gracias a ti por pasarte y dejarme siempre comentarios con los que aprendo.
    Beso
    Hildy

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